Mújica. Una biografía inspiradora
SEGUNDA PARTE » Inspiraciones 41 A 60 » 58
Página 93 de 97
58
«La vida de parásito no es digna, pero tampoco podéis vivir nada más que para trabajar. Así de sencillo. Porque lo más glorioso que tenéis es la vida.»
Tal como decía Mujica para la cadena RT en enero de 2013, la vida hay que valorarla en lo que vale, y disfrutarla mientras aún se puede. Igual que en el poema La Hora de la poeta uruguaya Juana de Ibarbourou, la juventud hay que aprovecharla:
Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía.
Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera.
Ahora que en mis labios repica la risa
como una campana sacudida aprisa.
Después..., ¡ah, yo sé
que ya nada de eso más tarde tendré!
Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!
Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.
Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?
Juana Ibarbourou, que supo compaginar una vida plena con el trabajo duro, recibió en 1929 el título honorífico de Juana de América, y en 1979 fue la primera mujer uruguaya en ser enterrada con honores de ministro de estado y ser merecedora del duelo nacional.