Mefistófeles vs Hidalguía

Desde hace más de una semana, una plataforma desconocida nombrada Emilio Reloaded impulsa un esfuerzo sobrehumano por relacionar nuestra página y proyecto en Telegram con algún grado de subordinación o ascendencia malévola sobre el canal en YouTube La Tarde se Mueve, de Edmundo García. Para ello, en esta ocasión, se basan en las “evidencias”, colectadas por su agencia de detectives al estilo de la Pinkerton, que supuestamente revelan una participación directa de los administradores de KM-Publicaciones en la ubicación de la casa en La Habana de una de las personalidades vanguardias del llamado Culipandeo de Mundi. Otto Cabrera lleva más de un año practicando, de manera ortodoxa, la chancletería y el chanchullo más vulgar en las redes sociales. Sus “polémicas” no rebasan las inquietudes filosóficas de la humanidad en su estadio agráfico: un cavernícola que hacía tiempo debía estar poblando cualquier museo de la prehistoria en la capital cubana. Tal como se los cuento.

Acerca de Emilio Reloaded han estado circulando, en estos días, diferentes noticias sobre su identidad, de la cual no nos interesa saber absolutamente nada —y él tiene evidencias claras de nuestra posición al respecto. Por el momento, solo diré que se trata de un cavernícola igual que el anterior, un tipo de sentimientos bajos, engreído, charlatán y farsante. Llegó a las redes a intentar una reconciliación con la personalidad que en la vida real no logró alcanzar. En la medida en que ha ido aflorando su verdadera naturaleza, se ha perfilado como un tipo peligroso, amenazante, grosero con las compañeras revolucionarias, fanático y autoritario. Su conducta está recogida en la literatura básica de la teoría cognitiva de los primeros años de la carrera de psicología (sin llegar a las asignaturas fuertes). Ha amenazado con golpear, linchar a cualquiera que se le plante en su camino: un auténtico Pedro Navaja del cantautor panameño.

Sus habladurías de basura, en este contexto incluso —como que nos denunciaría penalmente (ahora) y ante todas las autoridades por haber—, caen por su propio peso, en tanto lleva desde hace más de un año con la foto en Facebook de una víctima suya, a quien no solo identifica y expone sino que va más allá: busca información, con la Pinkerton, sobre la esposa; en menoscabo de su “hombría" y la virtuosidad de la compañera en cuestión y las actividades patrióticas que ella impulsa cotidianamente.

No solo en esa foto. El Culipandeo/Reloaded es un calumniador. Su campaña de descrédito y cancelación contra Karlito Marx - Publicaciones y otros perfiles revolucionarios comenzó cuando denunciamos a Liber Barrueta por la exposición de documentos privados de emigración, una foto que también publicó Culipandeo y luego la borró. Ha estado indagando sobre la identidad de Karlito Marx y divulgando calumnias. Está todo en el grupo de Telegram (durante las incursiones de El Culipandeo), y en el perfil Reloaded.

Ese perfil, además, posa de “cumplir órdenes” y aduce que “las autoridades” en Cuba se comunican con él para indagar sobre la identidad de un revolucionario, que sepamos, para exponerlo en redes. Todo esto, que ya es bastante serio, además de falso, no es más importante que la filtración de documentos oficiales para ser expuestos en un canal gusano en Miami, cuyo objeto social es la monetización.

Creemos —atendiendo a que estará, según declara, muy vinculado a las autoridades para testimoniar y denunciar hasta a “malanga y su puesto de viandas”— debiera aprovecharse el momento para indagar por el origen de las fotos de archivos sobre un viajero, que su perfil publicó (antes que lo hiciera Líber Barrueta) para demostrar sus “músculos” e influencias a nivel institucional, como si viviera de la politiquería de la Cuba de los años 40.

Este esperpento fue uno de los responsables de la información mala contra la página, entregada al compañero Max Lesnik en una de sus visitas a La Habana. El compañero Max dio una lección de hidalguía, de valentía y de caballerosidad al reconocer el fallo y pedirnos disculpas (cosa que esperábamos pero no exigimos atendiendo a nuestra admiración hacia él). Pero este rastrojo debería tomar en cuenta estos buenos ejemplos si no fuera tan errático en su personalidad y conducta, a la cual algún día le dedicaremos un tiempecito.

Debemos elevar la vigilancia para evitar las filtraciones de tipos así en nuestras filas, por el daño que hacen. Debemos pasar al debate ideológico con decencia, incluso hacia el adversario. La toxicidad de estos personajes corroen las bases y pilares de nuestra lucha, como insectos y ratas que construyen soterradamente, en la oscuridad, sus madrigueras.

Discúlpenme que los moleste hoy domingo. Pero esto ocurre en el propio instante. Nuestra plataforma se precia de su decencia por excelencia. Combatimos el ciberlinchamiento, no lo practicamos. Pregúntenle a Yunior García Aguilera y a más de cien mercenarios mencionados en nuestros posts de denuncias.

Defendemos a las víctimas, incluyendo a mujeres que están en sus filas o que comparten sus publicaciones; no interesamos información privada; no robamos datos; no usamos palabras obscenamente; tampoco nos detenemos en la orientación sexual de las personas, sus defectos físicos. Solo nos motiva la polémica política, filosófica e ideológica. Nuestra modesta participación es en la lucha contra el capitalismo. Abrazos.

Seguimos.

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