Marilyn Monroe

Marilyn Monroe


MARILYN Y LOS KENNEDY

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MARILYN Y LOS KENNEDY

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Creo que es más probable que improbable que Marilyn fuese asesinada ese día -

aseguró un alto cargo

de la policía

- ya que durante algunas horas se ocultó la noticiapara ganar tiempo. Existieron causas políticas que aconsejaron prudencia para noinvolucrar a personas muy importantes, especialmente a su amante Robert Kennedy".

Su muerte fue el inicio de un misterio, aunque su relación con los Kennedy despertaron un interés especial por parte de la mafia y la investigación policial de entonces se cerró rápidamente, con serias advertencias para quienes pretendieran dar otra versión distinta a la oficial.

En 1960, durante la Convención Demócrata en Los Angeles, Marilyn ya demostraba una gran admiración por los Kennedy al afirmar que eran bastante mejor que sus opositores, a los que calificó como personas sin cerebro. Años atrás el actor Peter Lawford les había presentado en una fiesta privada, especialmente porque Marilyn había hablado del candidato como "un bombón" al que merecía la pena conocer.

En la campaña de 1960 para la presidencia la relación entre ambos era ya muy profunda, aunque justo es reconocer que el Senador Kennedy había trabajado muy intensamente sus relaciones con el mundo del espectáculo, ya que era frecuente que numerosas estrellas estuvieran siempre presentes en los palcos de los auditorios.

La relación entre ambos era muy seguida de cerca por sus asesores de imagen, especialmente el Sr. Summer, quien no veía con buenos ojos esa amistad a la que consideraba demasiado intensa. Aunque en esa época Marilyn estaba libre, o al menos no se le conocían romances, Kennedy estaba casado y en América cualquier relación amorosa fuera de la oficial podía suponer el fracaso absoluto para un político.

Otros compañeros de partido opinaban, sin embargo, que la amistad entre ambos y el hecho de que el público creyera que podía existir un romance, sería altamente beneficiosa políticamente hablando, ya que la opinión de las estrellas del cine siempre había sido muy favorable en la elección de los candidatos. Pero la otra cara de la moneda es que nadie iba a elegir como Presidente a una persona que está descuidando a su familia y engañando a su esposa, aunque fuera con una actriz de gran prestigio y belleza.

Por eso los asesores de imagen hablaron con mucha franqueza a ambos, a Marilyn y al Senador, advirtiéndole su gran preocupación por esa relación amorosa que podía destruir todo el buen camino andado hasta entonces. Todo el mundo sabía que la amistad entre ambos era muy antigua y se remontaba a cuando Bob Kennedy era solamente un aspirante a senador y paseaba con la actriz por las playas de Malibú, pasando entonces desapercibidos para el gran público y la prensa de Hollywood. Pero ahora que ambos eran muy populares, quizá las personas más populares del país, la presencia a su lado de Marilyn podía resultar peligrosa.

La hermana de Kennedy se había casado con el actor Peter Lawford, un antiguo acomodador de cine que se convirtió en un actor secundario bastante popular, especialmente por su relación con los Kennedy y con Frank Sinatra. Poseía un apartamento en la playa de Santa Mónica, en donde instaló su cuartel general para sus amigos y especialmente para que pudiesen verse en sus habitaciones privadas la actriz y el político. Quería agradar a ambos y era frecuente ver a todos juntos en traje de baño realizando deslizamientos con las tablas de surfing. Ya desde los primeros momentos hubo relaciones sexuales entre Kennedy y Marilyn, aunque poco a poco el afecto se hizo más profundo y ninguno de los dos podía aguantar muchos días sin estar juntos.

Micrófonos ocultos

Lo que nadie sabía es que alguien había escondido micrófonos en la casa, debajo de las alfombras, en las lámparas y en las molduras del techo, aunque lo extraño del caso es que para lograr hacer la instalación con precisión y sin ser vistos, tuvieron que entrar forzando la cerradura, a no ser que tuvieran un cómplice dentro de la misma casa.

También era complicado pinchar las conversaciones telefónicas, al menos en una época en la cual estaba absolutamente prohibido y no se disponía de la suficiente tecnología para hacerlo con eficacia. Para conseguir grabar una conversación telefónica había que disponer el magnetofón allí mismo, en algún cuarto muy próximo. Como quiera que esto era prácticamente imposible, los espías se instalaron en la playa, en un furgón oculto, y desde allí con potentes receptores trataban de oír las conversaciones. Se mezclaba todo, la música, los ruidos y las voces, pero entre todo ello la voz de Marilyn y Kennedy se diferenciaban sin problemas.

En la sala de estar había un micrófono y otro en el dormitorio de la actriz, por lo que era fácil seguir los desplazamientos de ambos, así como las conversaciones amorosas y hasta los gemidos y movimientos del acto sexual. Hay quien afirma que se podía oír sin problemas los ruidos del somier de la cama.

Pero el asunto más inquietante era averiguar quién andaba detrás de esta operación de acoso y quién de los dos era verdaderamente la persona espiada. Podía ser el antiguo esposo de Marilyn, el Sr. Joe DiMaggio, el cual estaría preocupado porque sus amigos poderosos quisieran precipitar su derrumbamiento emocional.

Pero también estaba el Jefe del Sindicato de camioneros de Estados Unidos - Jimmy Hoffa - el cual odiaba a los Kennedy, aunque la hostilidad era recíproca y mientras ellos querían meterlo en la cárcel por su conexión con la Mafia, él deseaba vengarse de la familia. Atraído y fascinado por las historias que corrían acerca de las orgías que decían ocurrían en la casa de Lawford, así como por el uso de drogas entre cuyos consumidores estaba Marilyn y posiblemente el mismísimo Kennedy, puso en marcha a sus amigos para espiarles.

Los dos hermanos Kennedy habían sido en repetidas ocasiones huéspedes de esa casa y el sindicalista vio la oportunidad idónea para manchar el apellido de tan ilustre familia, buscando difundir un escándalo que estaba seguro ocurría en el interior de esa mansión.

Contactó con el detective que había instalado los micrófonos en el interior para buscar su colaboración, aunque este no colaboró como pretendía porque ligaba sin lugar a dudas al sindicato con las actividades de la Mafia.

Jimmy Hoffa odiaba a toda la familia Kennedy sin excepción y el ministro de Justicia Robert Kennedy no se escapaba a su odio ancestral y habiendo oído rumores de que el más joven de los Kennedy tenía un romance con Marilyn, opinión que también era compartida por la ex-mujer de Lawford (la cual obviamente no desaprovechaba ninguna oportunidad para desprestigiar públicamente a Peter), trató de ponerse en contacto con la ex-mujer para lograr su colaboración.

"Peter me contó - aseguraba ella en una entrevista

- que Bobby se enamoróperdidamente de Marilyn y que su relación terminó en una historia de amor entre losdos".

Para confirmar estos comentarios Robert Kennedy comenzó a frecuentar el apartamento de la actriz y en una ocasión un testigo pudo confirmar cómo Marilyn se tiraba en los brazos de Robert portando un albornoz de baño, afirmación ésta que todo el mundo dio por válida aunque nadie pudo explicar porqué dos personajes tan populares tenían tales intimidades delante de terceras personas. Aunque estos testigos, y otros muchos que luego aparecieron, no eran en absoluto creíbles para nadie con un poco de sentido común, sí lo eran para los enemigos políticos y especialmente para la prensa sensacionalista.

"Empezaron a besarse como locos - afirmaba ese mujer

- y luego se calmaron un pocopara tomar una copa de vino conmigo antes de invitarme a que me fuera a mi propioapartamento".

Con el paso de los días las fiestas en la casa de Lawford continuaron, aunque ahora Marilyn no acudía a ellas con ningún amigo, sino con Robert Kennedy. Otro testigo dijo que ella estaba loca por él, que le gustaba mucho y que estaba fascinada por su personalidad, aunque en opinión de Kennedy la tenía cierto miedo por los aires de superioridad que ella se daba, con su belleza tan provocativa para cualquier hombre. Por eso ella le tomaba el pelo con frecuencia, aunque sabiendo cual era su límite, especialmente delante de otras personas. Después le pedía perdón porque también estaba locamente enamorada de él.

Robert Kennedy quería destruir al crimen organizado y por eso entrevistó en una ocasión a Hoffa y le acusó de dirigir a los camioneros como si fuera un sindicato del mal, como un grupo de presión. Ello provocó un aumento de su hostilidad al sentirse descubierto y presionado, por lo que volvió a centrarse en las actividades de Marilyn Monroe con los Kennedy para buscar un motivo para desprestigiarles. Trabó amistad con Max "El carnicero", un sindicalista de su mismo grupo que estaba bien conectado con la Mafia, y entre ambos propagaron la noticia de que ambos hacía ya años que mantenían relaciones amorosas, desde un día en que se conocieron en Las Vegas. Como quiera que en dicha ciudad era donde más solidez alcanzaba la Mafia, nadie dudó de sus palabras y hasta mencionaron el nombre del hotel en donde se veían para hacer el amor.

El gerente de ese hotel habló que tenían alquilada una habitación en la séptima planta y que con intervalos de una semana se veían siempre bajo un aparente secreto.

Aunque tales habladurías no eran creídas por todos, Hoffa seguía intentando desprestigiarles y buscaba cada vez con más precisión pruebas de infidelidades sexuales, lo que obviamente hubiera acabado con la carrera política de Kennedy. Con la ayuda de su hijo adoptivo, el cual aparecía en la prensa como persona respetable, divulgaron la noticia de que no había ya ninguna duda de las aventuras amorosas de la pareja y por entonces miles de personas ya estaban al tanto de la supuesta relación. No hubo ninguna persona que odiase a los Kennedy que no aprovechase estas noticias para desprestigiarle, aunque nadie pudo aportar nunca ninguna prueba fotográfica de ello, ni mucho menos la confirmación de esa relación por parte de los propios protagonistas.

Hubo quien no tuvo ninguna delicadeza en sus afirmaciones y utilizó la frase "Kennedy se está follando a Marilyn desde hace mucho tiempo", para que ya nadie tuviera duda de ello y no pensase que quizá su idilio fuese una relación platónica que no debería molestar a nadie.

Hoffa quería neutralizar a Kennedy y le perseguía desde hacía mucho tiempo, aunque el interés por fastidiar al otro era recíproco. Se odiaban fuertemente y ambos buscaban cualquier posibilidad para cargarse al otro, para desprestigiarle públicamente.

"Si un día se muere Kennedy - decía

- contrataré yo personalmente a los enterradorespara asegurarme de que está realmente muerto. Es un mocoso consentido, un engreídoque busca cualquier oportunidad para conseguir una portada en la prensa para él opara su hermano. Ha utilizado a los camioneros y a su hermano en su favor para asíconvertirse en Ministro de Justicia"

En el verano de 1961 llamó a un detective privado y en Florida le puso en contacto con un experto en pinchar teléfonos, buscando hacer cualquier cosa para crear una imagen negativa de ambos políticos, especialmente la relación con Marilyn Monroe.

Aprovechando la tecnología electrónica del momento y teniendo buen acceso a la casa del actor Peter Lawford, en otoño de ese año ya tenían instalados todos los micrófonos necesarios en la casa. Los sistemas de escucha funcionaron a la perfección y aseguraron que el Senador seguía viéndose con Marilyn a escondidas. Desde un coche cercano recogían las conversaciones y las registraban en una cinta magnetofónica, aunque en un principio el técnico operador no estaba de acuerdo con esta maniobra ilegal y sucia.

Bastó una amenaza de Hoffa para que continuara su trabajo sin rechistar.

Las cintas eran guardadas después en la caja fuerte de Hoffa y eran sacadas solamente para que las escuchasen personas muy concretas, aunque nunca se atrevió a divulgarlas públicamente, no por falta de ganas si no por cuestiones de seguridad. Miembro como

era de la Mafia era muy probable que su interés en hundir a los Kennedy le costase la vida a manos de sus propios colegas.

Hubo un dato en esa época ciertamente preocupante, en el cual se vio a Marilyn acompañada por dos miembros de la Mafia a la salida de un restaurante, hecho que no pasó desapercibido por el servicio secreto. Les siguieron durante varios kilómetros, preocupados por una posible extorsión a la actriz o al propio presidente. Posteriormente se supo que en realidad Marilyn había pedido ayuda a unos amigos poderosos que tenía en la mafia para librarse del acoso de Hoffa.

En un hotel situado en la frontera entre California y Nevada, normalmente frecuentado por otros actores famosos del cine y personalidades políticas, las conversaciones entre ambos nunca se llegaron a divulgar. Posteriormente dicho hotel fue comprado por Frank Sinatra quien invitó personalmente a Marilyn y Clark Gable para que disfrutasen de su hospitalidad.

Como es bien sabido, el clan Sinatra estableció su conexión con la mafia en más de una ocasión y todos se reunían en un casino de Las Vegas, sin faltar Sammy Davis Jr., Dean Martin y Peter Lawford, convirtiéndose todos entre los mejores jugadores del mundo.

Pero también acudían allí los jefes del sindicato, enemigos irreconciliables de los Kennedy, hasta que un día uno de ellos fue apresado por el FBI en el aeropuerto e interrogado por la presencia de la mafia en Las Vegas y especialmente por el casino donde se reunía el clan Sinatra. Le interrogaron largamente acusándole de tener como jefes a Robert y John Kennedy, en un intento de involucrar a los políticos con el mundo de la mafia.

También circuló un rumor de que se estaba preparando la boda entre Robert Kennedy y Marilyn Monroe y que dicha noticia era ya poco menos que del dominio de toda la mafia.

En septiembre de 1961 se recibieron en una emisora local de radio unas llamadas de una mujer que afirmaba ser la propia Marilyn Monroe. Con los micrófonos abiertos empezó a contar su niñez y a manifestar que se encontraba terriblemente sola y que necesitaba ayuda. El locutor no la creyó pero concertó una entrevista personal y para su sorpresa se encontró frente a la auténtica Marilyn.

"Jamás imaginé que una mujer tan guapa y popular como la Monroe se pudiera sentirsola y deprimida. Me preguntó si nunca había sentido la soledad en el interior de unahabitación, a lo que respondí que sí. Después continuó diciendo que multiplicase esasensación de soledad por cuarenta y así me podría hacer una idea de cómo se sentía,tan tremendamente sola. Parecía en aquel momento una niña perdida, como si todo elmundo la hubiese abandonado a su suerte".

En esa época la soledad de la actriz debió ser muy intensa ya que incluso su psiquiatra confesó que durante la terapia que la impartía siempre le hablaba de la posibilidad de un suicidio. Hay que recordar que varios años antes había estado ya internada en una clínica de Nueva York y aunque nunca se supo cual era la enfermedad que padecía, un médico de esa clínica dijo que era por esquizofrenia. Sin embargo, el supuesto tratamiento nunca pudo completarse ya que la actriz abandonó la clínica a causa del mal comportamiento del personal médico y de las enfermeras, más interesados en observar y aturdir a esa celebridad del cine que a la enferma que había acudido allí en demanda de ayuda.

"Estoy encerrada - escribió a un amigo

- en esta clínica con estos pobres enfermos yestoy segura que acabaré loca si sigo viniendo aquí. Esto es una pesadilla y necesitoque me ayudes a salir. Socorro, siento que la muerte se acerca y lo único que quiero esmorir cuanto antes".

En esa época había quien pensaba que todos los problemas que tenía la actriz eran porque su carrera cinematográfica estaba llegando a su fin y por eso regresó a Hollywood y se compró una pequeña casa, muy diferente a las ostentosas mansiones que tenía en Beverly Hills. En la puerta había una inscripción en latín que decía : "Estoy completando mi viaje" y quien la conocía percibía ya el deseo de realizar los últimos actos de su vida, ya que creía que había perdido ya todo su poder en el cine y su atractivo físico.

Aún así, en esos días estaba realizando las pruebas de vestuario para su próxima película

"Something's got to give", con George Cukor como director, traducida al español como

"Algo fallará". Antes de comenzar el rodaje el productor ya la salvó de una sobredosis de barbitúricos y afirmó que Marilyn estaba ya enferma y paranoica. El rodaje fue accidentado, desastroso, con una Marilyn desesperada, incapaz ya de recibir ayuda de nadie, aunque a pesar de todo trataba de llevar una vida normal y frecuentaba todavía a sus amigos y acudía a cuantas fiestas la invitaban, sin olvidar su propio cumpleaños celebrado con sus compañeros de rodaje.

Olvidando sus problemas de salud, abandonó repentinamente el rodaje de la película para acudir a Nueva York a un homenaje al Presidente Kennedy con motivo de su cumpleaños. Allí le cantaría "Cumpleaños feliz", hecho que fue registrado en todo el mundo, sin que nadie percibiera en su rostro ninguna señal de abatimiento moral.

Llevaba sin presentarse en público dos años y con sus siete kilos de menos y un acertadísimo vestido y un no menos elaborado maquillaje, consiguió hacer revivir a los norteamericanos la imagen de sus buenos tiempos dorados. Aunque ahora, ya visto desde otro prisma, se puede vislumbrar a una Marilyn aterrorizada, nada segura de sí misma y con una voz que en su momento parecía sexy pero que en realidad era trémula.

Esa sería su última aparición en público.

Una amiga de la infancia percibió la lucha interna que mantenía la actriz consigo misma y la dio su apoyo, aunque no sirvió de mucho, ya que a su regreso para continuar el rodaje del film se vio imposibilitada para llegar con puntualidad y todos se pusieron en contra de ella, acusándola de engreída y poco responsable. Nadie se dio cuenta de lo que pasaba ya por su cabeza y nadie la ayudó.

De repente cambió, y su aspecto se transformó en la actriz de siempre. Estaba contenta, vivaz y muy dispuesta a trabajar. Sus compañeros de trabajo se mostraron optimistas con el cambio y pensaron que a partir de entonces todo saldría mejor. Aunque la encontraron más vulnerable emocionalmente que nunca, no sospecharon la lucha que mantenía internamente. Bromeaba diciendo que a su lado Lucrecia Borja era una gatita y para confirmarlo empezó a dejar de acudir al rodaje y en 35 días de rodaje solamente se presentó media docena de veces, lo que crispó al director y al resto de los actores, los cuales aprovechaban sus ausencias para filmar el resto de la película. Pero hubo un momento en que ello ya no era posible, puesto que se hacía imprescindible la presencia de Marilyn. Parecía la caída definitiva de su vida como actriz, justo en un momento en que cumplía ya los 36 años y su declive físico empezaba a ser notorio.

Pero aún tuvo entusiasmo para celebrar con todos los compañeros de rodaje su 36

aniversario, aunque los estudios de cine ya se habían tenido conversaciones muy concretas con Kim Novak y Shirley Mac Laine para que la sustituyeran en la película, lo que motivó la furia de Frank Sinatra, el cual llamó a los estudios amenazándoles con toda clase de problemas si despedían a su amiga Marilyn.

En esa época nada hacía presagiar un final tan triste, ya que incluso había ido a realizar el saque de honor en una competición importante de fútbol americano y solía mostrar con orgullo a sus amistades la emoción de ese día, aunque se daba cuenta que ya su físico no era el mismo que antes ; tenía ojeras, la mirada estaba triste y una ligera barriga se mostraba sin piedad.

Durante esos días se movía como a cámara lenta y el 8 de Julio se produjo el acontecimiento que la sacudió en lo más íntimo : la despidieron de los estudios de cine y no la quisieron renovar el contrato. Nada pudo reclamar judicialmente y ella lo sabía, ya que los continuados plantones que daba a directores y actores, su tardanza crónica en presentarse en los rodajes, así como las ausencias a la hora de recitar los diálogos, provocaron la ira de todos y nadie pudo situarse a su lado, a defenderla.

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