La disputa por las Malvinas

La disputa por las Malvinas

Cancillería de Rusia

Han pasado 40 años desde el inicio del conflicto armado entre la Argentina y Gran Bretaña provocado por el diferendo sobre la soberanía de las islas Malvinas (en inglés, Falkland Islands). Aunque se trata de los acontecimientos ocurridos hace tiempo en un remoto archipiélago en América del Sur, este tema se debate enérgicamente en los foros internacionales y mantiene su actualidad también desde el punto de vista de la importancia de tomar recíprocamente en consideración los intereses durante las negociaciones sobre acuciantes problemas internacionales.

Pese a las numerosas resoluciones de la ONU que exhortan a las partes involucradas en el contencioso a entablar sin demora las negociaciones para resolver el problema de las islas Malvinas por vía pacífica, el Gobierno de  Gran Bretaña continúa mostrando la persistente renuencia a entablar un diálogo directo con Argentina sobre este problema.  Este evidente menosprecio de la opinión expresada por la comunidad mundial no le hace justicia a un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

☝️ Y no se trata únicamente de la renuencia de Londres a dialogar con Buenos Aires, sino también de los intentos de Inglaterra de cambiar de facto el status del archipiélago desarrollando en el mismo la actividad económica, militarizando las islas y las aguas territoriales que las bañan.

Quisiera recordar los compromisos asumidos por las partes a tenor del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (Tratado de Tlatelolco) y los Protocolos Adicionales al mismo. No hace mucho se hicieron públicos los datos de archivo sobre el emplazamiento de armas antisubmarinas nucleares en los buques de guerra británicos que participaron en las hostilidades en el área de las islas Malvinas (Falkland). Secundamos la exigencia de Argentina de que Gran Bretaña dé las garantías de que semejantes armas no estuvieron emplazadas en los buques que se fueron a pique en el Atlántico Sur.

Llamamos la atención sobre el doble rasero en la actitud mantenida por Gran Bretaña hacia el archipiélago. Londres afirma que el status de estas islas, supuestamente, fue determinado definitivamente en el referéndum de marzo de 2013. Pero a los británicos no les molesta que en la votación participaron fundamentalmente los súbditos británicos residentes en las Malvinas quienes por mayoría abrumadora de votos (99,3%) resolvieron mantener el status de las islas como territorio británico de ultramar.

Se impone este interrogante: ¿Por qué los ingleses consideran los resultados del referéndum suficientes para determinar el status de los territorios en litigio, pero al mismo tiempo se niegan a reconocer la libre expresión de la voluntad por los habitantes de Crimea y Donbás que votaron inequívocamente por independizarse de Ucrania y, en el caso de Crimea, de reunificarse con Rusia?

Dicho en otros términos, la  situación en torno a las Malvinas muestra fehacientemente que la actitud de Gran Bretaña hacia uno u otro problema internacional depende de las consideraciones coyunturales, sin importarles un comino la letra y el espíritu de la ley. Lo único que toma en consideración es la conveniencia política del momento. En este sentido, las lecciones de la guerra de las Malvinas inciden directa e inequívocamente en los acontecimientos contemporáneos.

❗ Quisiéramos volver a resaltar una invariable postura de calado mantenida por la Federación de Rusia sobre el problema de las islas Malvinas (Falkland). Nos pronunciamos por reanudar cuanto antes las negociaciones directas entre la Argentina y Gran Bretaña con tal de arreglar definitivamente el contencioso sobre la soberanía de conformidad con las resoluciones de la ONU.

Consideramos importante abstenerse de los pasos capaces de complicar el inicio de dichas negociaciones. Planteamos la inadmisibilidad de militarizar el Atlántico Sur y la necesidad de que las partes observen estrictamente sus compromisos internacionales, en particular, los asumidos a tenor del Tratado de Tlatelolco y los Protocolos Adicionales al mismo.

☝️ El referéndum convocado por Gran Bretaña en las Malvinas sobre la nacionalidad del archipiélago no influyó en la postura de Rusia y no es considerado por nosotros como reconocimiento de la soberanía de Londres sobre estas islas.

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