Maja de Santa María

Maja de Santa María

Nombre científico: Chilabothrus angulifer
Foto: Tomás Michel Rodríguez Cabrera

El Majá de Santa María es un representante de la familia de las boas y es la serpiente más grande de Cuba y de todo el Caribe. Este precioso y emblemático reptil es endémico de nuestro país y puede encontrarse en casi todas las provincias, excepto en varios de los cayos del archipiélago. Esta boa tiene un record de longitud de más de 6 m y se alimenta de anfibios, reptiles, aves y mamíferos, entre los que destacan los murciélagos, ratones y jutias. No es una serpiente venenosa, sino que mata a sus presas por constricción, utilizando su fuerza muscular, para luego tragárselas enteras. Este es un animal que generalmente está activo durante la noche y habita en los huecos de los árboles, troncos, suelo y cuevas, y logra subir paredes de cuevas y troncos de árboles hasta los 8 m de altura. Las cuevas son su refugio más importante, especialmente las llamadas ¨cuevas de calor¨. Muchos espeleólogos y excursionistas amantes de las cavernas, han podido presenciar algún que otro majá colgado del techo o de ramas cercanas cazando murciélagos en pleno vuelo. Ciertamente todo un espectáculo que muestra su gran habilidad como depredador. 

Para mayor información sobre esta conducta visite: http://cubasubterranea.com/el-maja-de-santa-maria-los-murcielagos-y-las-cuevas/

Foto: Tomás Michel Rodríguez Cabrera

No pone huevos como muchos otros ofidios, es una especie vivípara, o sea que pare a sus crías vivas totalmente formadas; s e han observado hasta 20 crías en un solo parto. Generalmente son animales solitarios, pero en las cuevas se pueden encontrar concentraciones de hasta casi 30 individuos. Como método de defensa ante cualquier amenaza, además de su mordida y su mal temperamento, pueden descargar por su cloaca una secreción maloliente mezclada con material fecal. 

Foto: John Q. Pigott

Madre recién parida y sus crías

Aún no se le conocen depredadores naturales a esta boa, pero aun así se encuentra amenazada, principalmente por acciones del hombre. La fragmentación y pérdida de su hábitat por deforestación para la agricultura y la urbanización es una de las causas del declive de sus poblaciones. Sin embargo, la caza furtiva de estos animales para la alimentación, obtención de su piel para usos artesanales y a su grasa se le atribuye supuestas propiedades curativas. Además, es empleada como entretenimiento turístico nacional y extranjero. , y más acentuada aun, como recurso en eventos religiosos o santería.

                            

Esta especie no constituye amenaza alguna para los humanos, no ataca a las personas a menos que se sienta amenazada. Solamente puede afectar algunas fincas en el campo al depredar animales domésticos. No obstante también se alimenta de ratones, por lo que se considera un importante controlador de esta plaga que tanto daño causa a nuestra economía y nuestra salud.  

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