Rusia-México: 132 años de relaciones diplomáticas

Hace 132 años, el 11 de diciembre de 1890, Rusia y México establecieron las relaciones diplomáticas.

La historia de las relaciones entre nuestros países hunde sus raíces en el filo de los siglos XVIII y XIX, periodo de asentamientos rusos en América del Norte. Ya en aquel entonces, los viajeros, científicos y navegantes rusos conocían bien México. Después de que México obtuviera la independencia, nuestros Estados durante dos decenios tuvieron frontera común que pasaba por el golfo de Rumiántsev, al norte del cual se ubicaban las tierras de la fortaleza rusa Ross.

A finales de la década de 1820 e inicios de la de 1830, representantes de Rusia y México llevaron a cabo una serie de negociaciones respecto a la posibilidad de celebrar un acuerdo comercial e intercambiar misiones. La emigración rusa a la región en gran medida contribuyó a que se profundizaran los contactos entre ambos pueblos. Para muchos connacionales rusos que se fueron al Nuevo Mundo para construirse una vida nueva, México se convirtió en la segunda casa.

Los trayectos históricos de Rusia y México en el siglo XX tienen muchos rasgos comunes. En nuestros países tuvieron lugar importantes revoluciones sociales (en 1910 en México y en 1917 en Rusia). México fue el primer país del continente norteamericano en reconocer el jóven Estado soviético con que estableció las relaciones diplomáticas en 1924.

Pese a miles de kilómetros que separan Rusia y México, nuestros pueblos siempre sentían simpatía recíproca. Nos unen espiritualmente las obras de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, las películas de Serguéi Eisenstéin, la poesía de Vladímir Mayakovski e Iosif Brodski, la música de Juventino Rosas. Los científicos rusos siempre se interesaban por los enigmas de la historia mexicana, testimonio de lo cual fue el descubrimiento científico hecho por Yuri Knórozov quien descifró la antigua escritura de los maya.

En los años de lucha contra el nazismo, México apoyó a la URSS. La escuadrilla aérea mexicana “Águilas aztecas” combatió en el frente del Pacífico contra el Japón militarista. Durante toda la Gran Guerra Patria (1941-1945), en México se celebraron numerosas campañas de recogida de recursos, grano y algodón para apoyar al Ejército Rojo y al pueblo soviético.

En noviembre de 1942 se restablecieron los lazos diplomáticos entre México y la URSS. En 1959, Anastás Mikoyán, el Primer Vicepresidente del Consejo de Ministros de la URSS y brazo derecho del Premier Nikita Khrushchev, llegó a la Ciudad de México para inaugurar una macroexposición de productos técnicos y científicos soviéticos.​

En 1968, el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Antonio Carrillo Flores, visitó oficialmente a la Unión Soviética, y firmó un acuerdo sobre cooperación cultural y científica entre los dos países. En 1973, el Presidente mexicano, Luis Echeverría Álvarez, fue el primer jefe de estado mexicano en visitar la URSS.

En el siglo XXI, Rusia y México intervienen como socios naturales en los asuntos globales. Vemos en México un actor fuerte y con iniciativa en los niveles regional e internacional, que tiene una voz independiente a la hora de resolver problemas de mantenimiento de estabilidad y seguridad global. Estamos unidos por ser comprometidos firmemente a la supremacía del derecho internacional y fortalecimiento del papel protagónico de la ONU en la resolución de problemas mundiales, el rechazo de enfoques unilaterales, la opción a favor de las vías políticas y diplomáticas del arreglo a las crisis y los conflictos.

El marco de nuestra interacción en la etapa contemporánea está determinado por la Declaración sobre los Principios de las Relaciones de Cooperación, firmada en 1997. Los lazos ruso-mexicanos se construyen a partir de una filosofía política compartida con base en un entendimiento de que no hay alternativas a un orden multipolar, la protección y consolidación de la soberanía nacional, el respeto al equilibrio de intereses en las relaciones internacionales. No intervenimos en los asuntos internos y no imponemos actitudes, trátese del diálogo bilateral o formatos multilaterales.

Hoy por hoy, México es uno de los socios principales de Rusia en América Latina y el Caribe. Tradicionalmente, sin distinción de la coyuntura política, nuestros países fomentan una cooperación constructiva.

De manera regular mantenemos los contactos políticos al más alto nivel. En los últimos dos decenios, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, en dos ocasiones estuvo en México, mientras los presidentes mexicanos en tres ocasiones visitaron Rusia. En febrero de 2020, Serguéi Lavrov estuvo de visita en México. En abril pasado, en Moscú se celebraron las negociaciones entre los jefes de la diplomacia de Rusia y México, al término de las cuales se firmó el Plan de Consultas entre las Cancillerías para 2021-2024.

México ocupa el segundo lugar entre los socios comerciales de Rusia en América Latina y el Caribe. Se fomentan con dinamismo los vínculos económico-comerciales, incluyendo en la energía, las industrias automovilística y alimenticia. Funciona la Comisión intergubernamental ruso-mexicana para la cooperación económica, comercial, científico-técnica y la navegación marítima.

Nuestras naciones colaboran enérgicamente en la lucha contra la pandemia. México pasó a ser el primer país en América del Norte en legalizar la vacuna rusa Sputnik V.

México es nuestro socio importante en los asuntos internacionales y regionales. Valoramos mucho la interacción entre ambos países en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU, Consejo de la ONU para los Derechos Humanos, ECOSOS,G20 y Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.

La gloriosa historia de los lazos ruso-mexicanos nos ha ayudado a echar un cimiento sólido para el futuro. Vemos con optimismo el porvenir de nuestra cooperación. Estamos listos a garantizar la continuidad en los ámbitos tradicionales y avanzar en direcciones nuevas. Existen tanto la voluntad política como la base material para hacerlo.

💬 Serguéi Lavrov: El camino recorrido por nuestros países es un ejemplo de cooperación pacífica entre dos Estados situados en distintos continentes, cooperación basada en los sentimientos de amistad y profunda simpatía entre ambos pueblos, en la afinidad de los valores morales y culturales, en la aspiración a mantener un diálogo equitativo y mutuamente respetuoso.

Estamos interesados en seguir promoviendo y robusteciendo los vínculos mutuamente beneficiosos en aras de nuestros Estados y pueblos, de la paz y la estabilidad internacionales.

Exposición virtual dedicada a la historia de relaciones ruso-mexicanas aquí.