Los tijeretazos llegan a la Universitat Popular de València
Alejandro Giménez“Se abre ahora una época de cambios en la Universidad popular y nuestro objetivo es una Universidad Popular mejor, más grande, con grupos, con más alumnos, en definitiva, dar un mejor y mayor servicio a los valencianos”, afirmó el concejal de Mayores y presidente del Consejo Rector de la Universidad Popular de València, José Vicente Gosálbez (VOX), mientras anunciaba “un nuevo proyecto para hacer más grande la Universidad Popular", el 24 de Mayo de 2024.
Poco han durado las buenas intenciones y es que las intenciones (hacer negocio con lo público a costa de su deterioro) de la derecha y la extrema derecha nunca cambian, por mucho que las disfracen con frases bonitas. Usuarios, docentes y entidades vecinales de seis barrios de València han hecho pública su preocupación por los recortes en las clases, asignaturas y actividades planificadas para el curso 2024-25 en varios centros de la Universidad Popular. En particular, las quejas proceden de Malva-rosa, San Isidro, Castellar-l'Oliveral, La Saïdia, Orriols y Russafa.
Las asociaciones estan preocupadas ante la decisión de la Universidad Popular de València de suprimir actividades formativas para el curso académico 2024-2025. Según los vecinos, esta decisión ha sido tomada sin consultar al profesorado ni al alumnado, afectando negativamente a más de 50.000 estudiantes que buscan la segunda oportunidad formativa que la institución ofrece.
Esta medida atenta contra el derecho ciudadano a la educación, protegido por el artículo 27 de la Constitución española. Además, la eliminación de estas actividades limita las oportunidades educativas para los habitantes de las zonas afectadas, ya que la Universidad Popular es una de las pocas instituciones, con implantación barrial, que ofrece actividades socioculturales en los barrios.
A pesar de haber intentado comunicarse con el Ayuntamiento de València y la Universidad Popular de València para expresar su malestar y solicitar explicaciones sobre los motivos de estos cambios en la programación, aún no han recibido respuesta alguna.
Estos cambios han generado malestar entre los vecinos, ya que muchos de ellos preferían asistir a la Universidad Popular en lugar de gimnasios privados o centros deportivos.
La Universidad Popular, fundada hace más de 120 años por Blasco Ibáñez, ha sido tradicionalmente considerada un lugar donde la comunidad podía acceder a una amplia gama de actividades formativas, incluyendo cursos de idiomas, informática, artesanía y muchas otras. Sin embargo, la decisión de la Universidad Popular de València de suprimir ciertas actividades limita las oportunidades educativas y de ocio de la ciudadanía.