Los grandes personajes de la Historia

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¿Un discreto segundo plano?

A mitad del proceso, en el año 2000, Bill Gates sorprendió a la opinión pública al anunciar que abandonaba la primera línea en la dirección de Microsoft. El puesto de director general de la empresa fue cedido a su amigo de Harvard Steve Ballmer, permaneciendo como arquitecto jefe de software y presidente de la compañía. Gradualmente ha ido abandonando el trabajo diario en la misma: en junio de 2006, Craig Mundie asumió las responsabilidades de jefe de estrategia e investigación, y finalmente en junio de 2008 anunció su abandono de la actividad cotidiana en Microsoft para centrarse en su trabajo en actividades filantrópicas.

Completando el camino que inició a la muerte de su madre, y continuando en buena medida el camino iniciado por ella, Bill Gates y su esposa fundaron en 2000 la Bill & Melinda Gates Foundation, institución a la que cada vez ha dedicado más tiempo. Pese a mantener el puesto de presidente no ejecutivo de Microsoft y ejercer de asesor para la empresa, Gates ha ido retirándose de la actividad empresarial para dedicarse de lleno a la benéfica. La fundación fue diseñada con tres líneas esenciales de actuación: la lucha contra las enfermedades, la promoción del desarrollo en los países del Tercer Mundo y la mejora de la educación y las oportunidades de los menores. Especial impulso se ha dado al primero de los puntos, ya que la ambición de la fundación era evitar las muertes de miles de personas en el mundo por enfermedades que tienen una cura disponible hoy en día pero que por motivos económicos no pueden llegar a países desfavorecidos. Asimismo, la lucha dentro del tercer programa citado por facilitar el acceso a internet y a la informática a los necesitados (contribuyendo así a cerrar la que se ha venido a llamar «brecha digital») ha sido otro de los objetivos prioritarios de la fundación.

Sin embargo, la actividad de Gates no se ha limitado en los últimos tiempos a su fundación. A comienzos de los noventa fundó una empresa dedicada a la compilación y servicio de imágenes de todo tipo: Corbis. La idea era hacer un gran banco de imágenes en soporte informático que pudiese servir de recurso a profesionales de la publicidad, el marketing, los medios de comunicación y la edición. Fue una idea de éxito y los objetivos iniciales se cubrieron con rapidez. A éstos se fueron uniendo otros que son los que han cobrado mayor protagonismo en la última década. Efectivamente, Gates ha volcado grandes dosis de esfuerzo en conseguir la conservación digital de imágenes de procedencias muy variadas, incluyendo colecciones históricas de frágil conservación en su soporte original. Para ello financió la construcción de dos instalaciones diseñadas a propósito para lograr que dicho patrimonio llegase a las generaciones futuras. La primera de ellas es la Film Preservation Facility (FPF) en Pensilvania (Estados Unidos) y la segunda la Sygma Acces and Preservation Facility situada en las afueras de París (Francia).

También otras facetas de Gates son reseñables, como su pasión por los libros y la lectura. Ha participado en varias publicaciones sobre su persona y su actividad empresarial y es autor en solitario de dos libros: The road ahead (traducido al castellano como Camino al futuro, 1995, que tuvo una segunda edición revisada en 1997) y Business at the speed of thought (traducido como Los negocios en la era digital, 1999). Una de sus acciones de mayor trascendencia pública fue la adquisición en 1994 por más de treinta millones de dólares del llamado Códice Leicester o Códice Hammer, el último manuscrito de Leonardo da Vinci conservado en manos privadas y el único en una colección estadounidense, que contiene una gran colección de escritos científicos del genio del Renacimiento italiano. Esa pasión por los libros ha llevado a que en la Bill & Melinda Gates Foundation uno de los programas destacados de su labor en Estados Unidos sea el de financiación y promoción de bibliotecas.

Entre 1995 y 2009 (excluyendo el año 2008) fue coronado por la revista Forbes como el hombre más rico del mundo. Como se puede deducir de lo afirmado hasta aquí, el origen de la fortuna de Gates puede ser discutido. Si procede de su esfuerzo personal, de las posibilidades de promoción que le proporcionó su entorno familiar, de malas prácticas empresariales mantenidas en el tiempo o de un talento genial para la informática que le ha permitido ver oportunidades de mercado donde sus competidores no fueron capaces, es algo que seguirá estando sujeto a controversia durante mucho tiempo. El paso de los años y el alejamiento de Gates del primer plano de la actividad económica permitirán poco a poco ir otorgando a su trayectoria una dimensión más ajustada. De lo que no cabe duda es de que se trata de un personaje cuya labor durante años ha determinado el curso de una revolución tecnológica que ha entrado en la vida cotidiana de buena parte de la población del planeta. Evidentemente no ha sido el único protagonista de este proceso, complejo y diverso donde los haya, pero más allá de polémicas, su vida es ejemplo de una generación que promovió la irrupción de la microinformática en la sociedad y la economía desde mediados de la década de 1970, y, en esa medida, la de alguien que ha dejado una base sobre la que se está construyendo hoy en día el futuro.

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