Llamados a experimentar una nueva vida

Llamados a experimentar una nueva vida

Fernando Alexis Jiménez | Revista Vida Familiar | @Conexión365

Le animamos a emprender con nosotros el estudio de varios pasajes de la carta del apóstol Pablo a los creyentes de Roma, en el primer siglo. Aprenderá verdades maravillosas que transformarán su vida.

Uno de los expositores de la gracia de Dios con mayor detalle, es el apóstol Pablo. La carta a los Romanos, escrita aproximadamente en el año 57 d.C. Se cree que fue redactada en Corinto o Grecia, durante su tercer viaje misionero. 

Fue escrita aproximadamente veinticinco años después de la resurrección de Jesucristo; tres años después de que Nerón ascendiera al trono como emperador de Roma. 

Cuando nos adentramos en el estudio de las Escrituras, aprendemos cosas maravillosas, particularmente sobre el amor de Dios y el perdón que nos ofrece.

Permítame animarle hoy a leer el Capítulo 1 de la carta a los Romanos.

Desciubrirá verdades que transformarán su vida. Le animo para que tome su ejemplar personal de la Biblia y subraye aspectos que impactan poderosamente a su vida. Sin duda, es Dios hablando a su vida.

VERDADES QUE APRENDEMOS

En el primer capítulo de la carta a los Romanos aprendemos:

1.- Pablo era consciente de su llamado a servir en la obra de Dios, no por alguna denominación, sino por el Dueño de la obra. Su apostolado era por gracia.

2.- Pablo era consciente de que estaba cumpliendo una tarea ministerial en un momento único de la historia: predicar a Cristo.

3.- Absolutamente todos, dice Pablo, fueron llamados a ser santos, por la gracia de Dios. No que, de antemano, haya Dios escogido a quiénes se iban a salvar (predestinación). La salvación es para todos.

4.- La predicación de las Buenas Nuevas de Salvación es poderosa para que las personas no se pierdan. Que se acojan a la obra de Dios, que por gracia nos hace justos.

5.- Quienes son blanco de la ira divina, son quienes rechazan deliberadamente la gracia que perdona y salva. Hay una oportunidad para arrepentirnos de los pecados y acogernos a la gracia.

6.- Dios se revela a todos nosotros; sin embargo, hay quienes se resisten a esa búsqueda de Dios. Prefieren seguir en sus pecados.

7.- Dios no nos obliga a acogernos a Su gracia. Si alguien decide seguir inmerso en el pecado, Él respeta la decisión. Cada quien, por supuesto, asume las consecuencias.

LLAMADOS A SERVIR

El apóstol Pablo jamás pretendió recibir pago por su ministerio. Servía a Dios por amor a la obra. Dedicaba horas enteras a compartir sobre el Señor Jesús. Igual puede hacer usted.

Aunque le ofrecemos capacitación gratuita en teología en el www.InstitutoBiblicoMinisterial.com usted no necesita un título eclesial para enseñar a otros sobre la salvación. Lo único que se requiere es que disponga su corazón para el Reino de Dios.

Piénselo por un instante: ¿Cuántas personas mueren sin conocer la gracia de Dios? Usted puede ser un proclamador del mensaje de la Salvación. Súmese hoy al ejército de hombres y mujeres que aprovechan toda oportunidad para hablar de Jesús y la Salvación.

Si aún no le ha rendido su vida a Cristo, hoy es el día para que lo haga. Aprópiese de la gracia de Dios y renueve su existencia. Es un paso decisivo y maravilloso que marcará un antes y un después en su relación con Dios y con las personas alrededor.

© Fernando Alexis Jiménez | @Conexión365

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