Liquidámbar
Juan Mt
Aquella vez nos miramos de frente entre murmullos de lluvia. Nuestros pensamientos recogían pedacitos de hojarasca que se desprendían cual cabellos vegetales. Tus manos leñosas jugaban entre la duda y la música del viento del atardecer. Me dejé caer, así sin más, sobre tu pecho perfumado con el olor del tiempo y las edades.
- ¿A dónde irás este invierno?, ¿será aún más lejos que lo cerca que estuviste de mi este verano? - me preguntaste. - No tengo lugar al que ir si no es con tus raíces, pues tu suelo, corazón tuyo y mío, es la única fuente de agua que para mi conozco - alcancé a responderte.
Me recosté sobre tus ramas y cerré los ojos. Dejé que el silencio nos rodeara mientras mis suspiros se unían con tus respiraciones como una pieza sinfónica. Tu fotosíntesis coqueteaba con las estrellas en espera del siguiente amanecer en la montaña.
Xalapa, Ver. a 21 de octubre de 2022