Las mejores anécdotas del Real Madrid

Las mejores anécdotas del Real Madrid


LA COMIDA DE LA CAZA DE RAÚL

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LA COMIDA DE LA CAZA DE RAÚL

Una de las grandes pasiones de Raúl, además lógicamente del fútbol, es la caza. El legendario «7» del Real Madrid aprovechaba muchos de sus días libres para coger su escopeta y marcharse al coto de algún amigo para desarrollar con entusiasmo su afición cinegética. De hecho, el delantero llegó a inculcar este gusanillo de la caza en alguno de sus compañeros, y ciertos futbolistas, como el portugués Pepe, le acompañaron en alguna ocasión al coto de Guadalajara de un amigo común a tirar algunos cartuchos. Y si habituales eran las salidas de Raúl a cazar, igual de tradicionales eran las comidas a base de caza que el antiguo capitán madridista organizaba para sus compañeros. El escenario era un reservado del mesón Txistu, donde un lunes de cada dos meses, aproximadamente, un buen número de jugadores del Madrid se reunía para degustar el resultado gastronómico de lo que había cazado su capitán en su última jornada de escopeta al hombro.

LA FINAL DE LAS BOTELLAS

El 11 de julio de 1968, tras una final de Copa entre el Real Madrid y el Barcelona, el diario Marca tituló en su portada «Rigo, campeón». Antonio Rigo no era ningún jugador del Barca, sino el árbitro que había dejado sin señalar un claro penalti de Torres al madridista Fernando Serena, que aún se indigna al recordar esa jugada: «La suerte inclinó ese título del lado azulgrana. Nos metimos un gol en propia meta, no nos pitaron un clarísimo penalti y Pirri acabó jugando con una luxación en el hombro».

Aquel partido pasó a la historia como «la final de las botellas», pues al acabar se produjo una lluvia de lanzamientos desde la grada. Desde ese día se prohibió la venta de envases de vidrio en los estadios. Aquella misma tarde en el palco del Bernabéu también aconteció una memorable anécdota. La mujer del entonces ministro de Gobernación, Camilo Alonso Vega, se dirigió al presidente azulgrana, Narcís de Carreras, y le dijo: «Le felicito porque Barcelona también es España, ¿no?». Tras escuchar aquel increíble comentario, Carreras respondió: «Senyora, no fotem!» (¡Señora, no fastidie!).

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