Las mejores anécdotas del Real Madrid

Las mejores anécdotas del Real Madrid


CON EL PITO…

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CON EL PITO…

La presencia cada vez más multitudinaria de medios de comunicación en los partidos del Real Madrid hace imposible que pase inadvertido el más mínimo detalle. Los componentes del equipo blanco están sometidos constantemente al férreo marcaje de cámaras fotográficas y de televisión para deleite de los aficionados. Pero a veces estas cámaras se muestran indiscretas y recogen aspectos que no hacen mucha gracia a los protagonistas, pero que se convierten en documentos históricos. Ejemplo extraordinario es lo que aconteció el 6 de marzo de 1994 en el Camp d'Esports de Lleida.

El Real Madrid perdía al descanso con el modesto equipo catalán y la charla de Benito Floro en el vestuario prometía. Un cámara de Canal Plus se situó con disimulo en la puerta del vestuario y apretó el botón de «rec». La puerta estaba cerrada, pero los gritos de Floro retumbaban hacia fuera con toda nitidez. La mezcla de bronca y de arenga con la que el técnico albaceteño intentaba espolear a los suyos fue monumental, y dejó una frase para la historia: «¡Con el pito nos los follamos, con el pito! ¡Que sois el Madrid, hijos!».A pesar del sonoro y cristalino enfado de Floro, sus palabras no surtieron el efecto deseado y el Madrid perdió 2-1. Floro fue sustituido tras ese encuentro.

«LA SOLUCIÓN: META LOS GUANTES EN AGUA Y NO PARE DE ESTIRARLOS»

José Vicente Train, más conocido como «el Grapas» por su seguridad en el blocaje, llegó a ser uno de los mejores guardametas del fútbol hispano. En 1960 dejó de pertenecer al Español para fichar por el Real Madrid, al que perteneció hasta 1964. En una conversación con él nos relató lo que le pasó siendo jugador del equipo catalán:

«En mi época los porteros usábamos guantes de lana. Como tengo las manos muy grandes un día recorrí varias tiendas de Barcelona para comprar unos guantes que se me ajustaran bien a las manos. En una de ellas, después de probarme unos cuantos y comprobar el dependiente que me quedaban pequeños, me dijo: "Le voy a dar una solución: meta los guantes en agua y no pare de estirarlos una y otra vez.Ya verá cómo se le ajustan a las manos". Sonreí pensando que me había gastado una broma, pero lo cierto es que llegué a casa, metí los guantes en un recipiente lleno de agua y estuve un buen rato estirándolos».

«MISTER, SACABA RÁPIDO PORQUE TENÍAN FRÍO MIS COMPAÑEROS»

En la primera ronda de laVII Copa de Europa el Madrid jugó el partido de ida contra elVasas de Budapest. Bajo una noche ventosa y gélida, el equipo blanco se retiró al descanso con un 0-2 en su zurrón. En la segunda parte el cuadro húngaro intentó con tanto ahínco la igualada que el Madrid sufría lo indecible para deshacerse de las acometidas del rival.

El entrenador, Miguel Muñoz, hacía gestos con los brazos y se desgañitaba para que Araquistáin no sacara de puerta con tanta rapidez. Incluso más de un compañero también le dijo que se calmara y que perdiera un poco de tiempo cuando desde el área pequeña tenía que poner el balón en juego.

Al terminar el encuentro sin haberse alterado el resultado, Muñoz se fue hacia Araquistáin y le preguntó: «¿Qué pretendía, que marcaran los húngaros para dar más emoción a la eliminatoria? ¿O es que tenía una prima en la grada y se quería lucir?». «Hombre, mister, no se enfade, que hemos ganado. Sacaba rápido porque mis compañeros tenían frío y así entraban en juego.Ya sabe que soy una persona muy caritativa».

«DIRECTOR, ¿ME ESTÁ USTED TOMANDO EL PELO?»

Cuando Jupp Heynckes ya tenía prevista la lista de los jugadores que se iban a desplazar a Noruega, donde les esperaba el Rosenborg para dirimir la quinta jornada de la liguilla de la Champions League, el guardameta Cañizares quedó descartado al lesionarse en un entrenamiento. El técnico alemán sólo podía contar con Illgner y decidió que se incorporara a la expedición Iker Casillas, que tenía dieciséis años y jugaba en el juvenil «A» del Madrid.

Aquella mañana de últimos de noviembre de 1997, Iker se encontraba en una de las clases del Instituto en el que cursaba sus estudios. El director entró en el aula y le dijo: «Han llamado del Real Madrid y me han comunicado que te presentes urgentemente en el club porque, al parecer, vas a viajar con el primer equipo a Noruega». «Director, ¿me está usted tomando el pelo? Que yo sepa hoy no son los Santos Inocentes».

El director le aseguró que era cierto lo que le estaba diciendo. Uno de los empleados del Departamento de Fútbol había llamado a Maricarmen, la madre del guardameta, y fue a recoger a su hijo al Instituto, del que salieron disparados hacia el club. Allí le comunicaron a Casillas que hiciera rápidamente la maleta porque Heynckes le había convocado para el viaje a tierras noruegas.

Al regresar de Rosenborg, Casillas comentó: «La verdad es que el "dire" del Instituto no me estaba tomando el pelo. La experiencia de ir por primera vez a Europa con el Madrid no encuentro palabras para explicarla».

«LE JURO, SEÑOR FERRÁNDIZ, QUE SOY DEL EQUIPO DE FÚTBOL»

Mariano García Remón comenzó su carrera deportiva en las categorías inferiores del Real Madrid. Además del fútbol a Mariano le encantaba el baloncesto. En plena adolescencia en ocasiones jugaba al basguet con el Canoe. En un partido entre los juveniles del Madrid y del Canoe, García Remón tuvo una destacada actuación, tras la cual surgió un hecho que él mismo nos refirió:

«Al acabar el partido se me acercó Pedro Ferrándiz, el entrenador más laureado en la historia del Madrid de baloncesto, y me dijo: "Voy a hablar de usted en el club para que ingrese en las divisiones inferiores de la sección de basqueo. "Perdone -le respondí-, pero yo soy jugador de fútbol y estoy en uno de los equipos juveniles del Madrid". Al decirle esto salió a relucir su fuerte carácter. "¡Pero qué dice usted! Primero, no tengo noticias de ello, y además le diré una cosa: yo soy el que controla a todos los jugadores de baloncesto del club". "Le juro, señor Ferrándiz, que le estoy diciendo la verdad. Juego de portero en los juveniles. Se lo puede preguntar a Miguel Malbo, que es el máximo responsable de la cantera de fútbol del club".

»Después me enteré de que Ferrándiz se fue a ver a Malbo y le comentó que yo tendría más futuro en el baloncesto que en el fútbol, pero Malbo le dijo: "Pedro, este chico, acuérdate de lo que te digo, llegará muy lejos en el fútbol. No le comas el coco con el baloncesto"».

«¡EN QUÉ HORA, MISTER, NO ME FUMÉ EL HABANO!»

En la temporada 1968-1969, tras 27 jornadas invicto en la Liga, la racha se rompió en la visita del Madrid al campo del Elche en la jornada número 28, tras un solitario gol del ilicitano Curro. Aquella derrota no la olvida el guardameta Antonio Betancort, que la evocó de esta manera:

«Yo solía compartir habitación con Ignacio Zoco y tenía la costumbre de fumarme un puro en la ventana o en la terraza de la habitación después de comer y cenar. Cuando regresamos al hotel después del partido Miguel Muñoz le preguntó a Zoco: "¿Se fumó el canario el habano antes de acostarse?". Zoco le dijo que no y que le había extrañado. Era verdad: no sé lo que me pasó, pero aquella noche no me apetecía fumar.

»Después vino Muñoz y me preguntó: "¿Por qué no se fumó el puro?". "Porque no me apetecía, mister". "Pues sabe lo que le digo: que ésa ha sido la causa de la derrota". Le miré y le contesté: "¡En qué hora, mister, no me fumé el habano!"».

«YO JUEGO DE TODO, HASTA DOY SALTOS MORTALES»

A mediados de la década de 1980 se presentó un joven en la sección de fútbol que se autodefinió como un fuera de serie. Los responsables de la sección, Miguel Malbo, José Luis Ajenjo, Alberto García y jesús García se reunieron con él y Malbo le preguntó: «¿Usted de qué juega?». «Yo juego de todo. Sería el comodín del equipo. Es más, hasta doy saltos mortales. Miren, miren».

Ante la sorpresa de los cuatro empleados, el aspirante a jugar en las divisiones inferiores del Madrid se puso en la oficina a dar saltos mortales. Tras la exhibición dijo: «Qué les parece, ¿eh? Si es que soy un fenómeno». Miguel Malbo, extrañado por lo que acababa de presenciar, comentó: «Muy bien, joven. Rellene este impreso, firmelo y le llamaremos para hacerle una prueba en la Ciudad Deportiva, pero piense que en nuestra cantera se juega al fútbol y no se hacen espectáculos circenses».

«MENOS BONITO, A MR. LEAFE LE DIJIMOS DE TODO»

El 23 de noviembre de 1960, después de ganar cinco Copas de Europa consecutivas, el Madrid era eliminado por primera vez de la competición continental. El sorteo, en el primer acto de la VI Copa de Europa, emparejó al Madrid y al Barcelona. La descarada parcialidad de dos árbitros ingleses,Arthus Ellis y Reg Leafe, fue la causa principal de que el Madrid no continuara en el torneo europeo.

En el primer partido, Ellis concedió un injusto penalti al Barcelona en Chamartín que supuso el definitivo empate a 2 con el que terminó el encuentro En el segundo partido Leafe anuló ¡4 goles! al Madrid en el Camp Nou, partido que finalizó con victoria del conjunto azulgrana por 2-1. La actuación de los dos colegiados británicos se llegó a calificar de «madricidio».

Enrique Mateos, fino interior que jugó en el Madrid siete temporadas (1954-1961), dejó este testimonio del partido en terreno catalán:

«Inglaterra, por aquel entonces, tenía mucha influencia en el fútbol europeo. Es decir, en la UEFA. Los éxitos del Madrid en el Viejo Continente escocían demasiado. Haber ganado cinco Copas de Europa consecutivas había hecho pupa a más de un club continental, sobre todo a los considerados poderosos, e incluso a más de un dirigente de la UEFA. Por eso tras caer injustamente eliminados por el Barcelona, en la plantilla pensamos que nos habían cortado las alas para evitar que lográramos la sexta Copa de Europa.

»Mr. Ellis toleró a los jugadores del Barcelona que hicieran lo que les diera la gana en nuestro campo. El árbitro inglés remató su parcial faena señalando un penalti inexistente que sólo vio él. Por su parte, Mr. Leafe fue el mejor jugador del Barca en el Camp Nou. De los 4 goles que nos anuló, 3 fueron legales.

Al terminar el partido, camino de los vestuarios, a Leafe le dijimos de todo menos "bonito". Después, en la cena que la UEFA ofreció a los dos equipos, tuvimos que sujetar a Luis del Sol porque quería irse hacia el árbitro. Las intenciones de Luis no eran, desde luego, para invitar a una copa al colegiado».

«ÉRAMOS CAMPEONES DE LIGA Y EL PÚBLICO DEL BERNABÉU NOS PITABA»

Refiriéndose a lo rigurosa que es la afición madridista con el equipo en el estadio Bernabéu, Manolo Velázquez recordó lo que acaeció en el campo madridista cuando sólo llevaba tres años en el Real Madrid:

«Es cierto que los pitos de los aficionados perjudican a los jugadores, pero es una cuestión muy añeja. La afición del Real Madrid siempre ha sido muy exigente por naturaleza debido al enorme historial y prestigio del club. En el Madrid ningún jugador se puede confiar, aunque sea el máximo goleador del conjunto o juegue con una gran brillantez. En los doce años que estuve en el Madrid la autoexigencia de todos los que formábamos el plantel era más que una consigna. Respecto a la reivindicación de los aficionados, como muestra, según el refrán, basta un botón.

»En la temporada 1968-1969, a falta de cuatro jornadas para concluir la Liga, si ganábamos al Zaragoza en nuestro terreno nos proclamábamos campeones. Al llegar al descanso vencíamos por 2-0, con un gol del recordado Grosso y otro mío, resultado con el que finalizó el encuentro. No sé si nos echamos un poco a la bartola por la ventaja que teníamos o porque ya estábamos celebrando el título, pero lo cierto es que en el segundo tiempo nuestro fútbol no fue del agrado de la afición. Prueba de ello es que, según avanzaba la segunda parte, a pesar de que nos estábamos proclamando campeones de Liga, el público se lio a pitarnos».

«YO SÓLO HABLO ESPAÑOL, SEVILLANO Y ARGENTINO»

El Madrid y el Chelsea fueron los finalistas de la Recopa de Europa de 1971. El escenario de la final fue el estadio Karaiskakis de Atenas. Se tuvieron que jugar dos partidos para dilucidar el campeón. En el primero el resultado fue de empate a 1 y en el segundo el equipo inglés ganó por 2-1, adjudicándose el título europeo. En la rueda de prensa posterior al segundo encuentro un periodista griego mantuvo este diálogo con Miguel Muñoz, entrenador del Madrid:

- Do you speak english?

- No.

- Parlez-vous francais?

- No.

- Deutch?

- No.

Muñoz, con su habitual ironía y ante la insistencia del informador, le dijo:

- Perdone, pero yo sólo hablo español, sevillano y argentino.

Con esta respuesta de Miguel Muñoz finalizó la conferencia de prensa.

«¡PERO DÓNDE VAS, CHAVAL! ¡SI CON ESE CUERPO NO LLEGAS A LA PORTERÍA!»

Juan Gómez, Juanito, era un jugador hábil, rápido, intuitivo, imprevisible, con carácter de ganador y de una gran calidad técnica, pero su temperamento volcánico eclipsó a veces esa serie de virtudes futbolísticas. En más de una ocasión, cuando el Madrid recibía un gol, Juanito cogía el balón y rápidamente lo ponía en el centro del campo para no perder ni un segundo. Lo curioso es que, a veces, sus compañeros no entendían que nada más poner el balón en movimiento Juanito lanzara la pelota desde tan lejana posición intentando sorprender al guardameta contrario. Un hecho que así nos describió Santillana:

«Cuando Juanito, nada más poner el balón en juego, disparaba desde el centro del campo, la mayoría de los jugadores le decíamos: "¡Pero dónde vas, chaval! ¡Si con ese cuerpo desde aquí no llegas a la portería!". Esa frase era de las más suaves que escuchaba, porque había veces que Juanito se engallaba y menos guapo le decíamos de todo».

EL MADRID, PIONERO EN LUCIR NÚMEROS EN LAS CAMISETAS

El 23 de noviembre de 1947 el Real Madrid fue el primer equipo del fútbol español en lucir números en las camisetas. Las estrenó frente al Atlético de Madrid en el estadio Metropolitano, en partido de Liga correspondiente a la novena jornada del campeonato. La primera alineación madridista que llevó dorsales en las zamarras fue ésta: Calleja; Clemente, Corona; Pont, Ortiz, Huete; Macala, «Chus» Alonso, Pruden, Molowny y Cabrera. Cuenta la leyenda que al final del encuentro, tras el triunfo rojiblanco por 5-0, más de un jugador del Madrid comentó: «Vaya suerte que nos han dado los numeritos».

La idea fue de Pablo Hernández Coronado, que sería muy considerada por la Federación Española de Fútbol. Al año siguiente, 1948, el organismo federativo ordenó que todos los jugadores de los equipos españoles numeraran las camisetas del 1 (el portero) al 11 (el extremo izquierdo). En este caso, como en otros muchos a lo largo de su historia, el Real Madrid también fue pionero.

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