Las mejores anécdotas del Real Madrid

Las mejores anécdotas del Real Madrid


SUSTO EN EL HOMENAJE A BERNABÉU

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SUSTO EN EL HOMENAJE A BERNABÉU

La tumba donde está enterrado Santiago Bernabéu, en el cementerio de la localidad albaceteña de Almansa, es un lugar de peregrinaje para muchos seguidores del Real Madrid. Cada año, coincidiendo con el aniversario de su fallecimiento, en dicho lugar se celebra un pequeño homenaje para glosar la figura del que fuera el presidente que engrandeció el club a nivel mundial. En uno de estos homenajes se produjo un inesperado accidente cuando, debido al peso de la multitud congregada junto a la sepultura de Bernabéu, la lápida cedió y algunos de los allí presentes cayeron dentro. Por fortuna todo quedó en unos cuantos rasguños y en un susto. Eso sí, mayúsculo.

LA CUCARACHA

Hay celebraciones y celebraciones. Festejar un gol se ha convertido, poco a poco, en un momento oportuno para que el futbolista desarrolle algún tipo de acción premeditada que por lo general suele ser un homenaje o un brindis por el tanto anotado. Pero hay ciertos festejos desafortunados que provocan el enfado del rival, que suele sentirse mucho más agraviado por la celebración que por el gol en sí. Ningún equipo a lo largo de la historia está exento de algún episodio de este tipo protagonizado por sus jugadores. El Madrid tampoco.

Ocurrió en la temporada 2005-2006, en un choque frente al Alavés. Ronaldo marcó un gol y los espectadores se quedaron atónitos con la manera de festejarlo: el brasileño, junto a sus compatriotas Robinho y Roberto Carlos, se tumbaron en el césped boca arriba y empezaron a hacer, entre risas, movimientos espasmódicos con brazos y pies, como si fueran tres cucarachas de espaldas intentando darse la vuelta. Así quedó bautizada esa insólita manera de celebrar el gol: «hacer la cucaracha». Este suceso provocó una polémica tremenda que el propio Ronaldo justificó diciendo que estaba cumpliendo una promesa que había hecho a algunos empleados del club. Sin embargo, no gustó nada en las altas esferas del conjunto blanco.

SÁNCHEZ-GUERRA LOGRÓ QUE SE CONSTRUYERA EL NUEVO CHAMARTÍN

En 1934 una gran inquietud embargaba a Luis Usera Bugallal, presidente del Real Madrid, y a su junta directiva. Se había inaugurado un magnífico local social en Recoletos cuando fuertes rumores apuntaban que el proyecto elaborado por Indalecio Prieto, la construcción de los Nuevos Ministerios y la prolongación de la Castellana, afectaba directamente al campo de Chamartín.

Lo más preocupante era que, a petición del gobierno, se fijaba por el Congreso de los Diputados el precio de las expro piaciones con la finalidad de evitar la especulación. El Madrid había hecho un gran esfuerzo económico (más de un millón de pesetas) para adquirir los terrenos y construir el Nuevo Chamartín, pero por la orden del Gobierno recibiría escasamente 30.000 pesetas como indemnización. Por ello tendría que hacer frente a la construcción de un nuevo campo o trasladarse en alquiler al Estadio Metropolitano. Las dos soluciones situaban al club en riesgo de desaparecer como entidad independiente.

Cuando la confiscación parecía irreversible, tomó cartas en el asunto Rafael Sánchez-Guerra, uno de los socios pioneros del Real Madrid y que, por aquellas fechas, desempeñaba el cargo de secretario general de la Presidencia de la República. Frente al proyecto ministerial existía otro de los arquitectos municipales que había sido preterido por el rango inferior del organismo ejecutante. Sánchez-Guerra logró que se revocase la primera decisión y se adoptase la segunda. Santiago Bernabéu, por aquel entonces secretario de la entidad, se manifestó en La Hoja del Lunes con estas palabras en el verano de 1934:

«Según las últimas noticias que tenemos la prolongación de la Castellana se hará a unos 80 metros de nuestro campo. No por eso deja de preocuparnos la cuestión, porque el Madrid precisa de uno que tenga no sólo una mayor cabida, sino espacio suficiente para las instalaciones anexas».

«SÓLO JUGARÉ SI ME DAN 100.000 PESETAS EN MANO Y VIVO EN BARCELONA»

Prudencio Sánchez, «Pruden», nació en Babilafuente (Salamanca) el 1 de febrero de 1916. Llegó al Real Madrid procedente del Salamanca tras pertenecer un año al Atlético Aviación. El jugador salmantino, considerado el goleador por excelencia de los años cuarenta del siglo xx por su oportunismo, eficacia y visión de gol, jugó en el Madrid cinco años (1943-1948), durante los cuales marcó 93 tantos.

Pruden, como se le conocía en el mundo del fútbol, se licenció en Medicina mientras transcurría su carrera deportiva. En 1953, cuando colgó las botas, entró en los Servicios Médicos del Madrid, compartiendo su labor de médico de empresa con la de delegado de campo. Antes de eso, cuando estaba a punto de retirarse del fútbol, se le planteó una situación de la que el doctor Pruden dejó escrito este testimonio:

«Al terminar la temporada 1947-1948, en la que el Madrid estuvo fatal debido a que todos los esfuerzos del club se dedicaron a la terminación del Nuevo Chamartín, decidí dejar el fútbol definitivamente. El motivo de mi retirada no era otro que irme a Barcelona para hacer unos cursos de traumatología con el doctor Puilach, catedrático de la Facultad de Medicina de Barcelona.

»Mi decisión se estrelló contra el empeño de los directivos del Zaragoza. Estaba cierto día en un quirófano de un hospital barcelonés cuando se presentó Paco Bru, que había sido entrenador del Madrid entre 1934 y 1941. Corría el año 1948 y Bru era el técnico del equipo aragonés. Me esperó a que saliera del quirófano y me dijo que estaba allí para que fichara por el Zaragoza.

»Como no paraba de insistir y comprobé que no había manera de quitármelo de encima, con el fin de que me dejara en paz se me ocurrió decirle: "Mira, Paco, sólo jugaré en el Zaragoza si me dan 100.000 pesetas en mano y me dejan vivir en Barcelona, desplazándome únicamente para los partidos del campeonato". "Eso está hecho", me contestó. Cuando escuché la respuesta me quedé muerto, pues ya no me quedaba otro remedio que cumplir mi palabra. Menos mal que durante aquella temporada, 1948-1949, el Zaragoza subió de Tercera a Segunda División».

«NO LO VEÍA CLARO PORQUE FIRMARON EL ACUERDO EN UNA SERVILLETA»

Fernando Hierro nació en Vélez-Málaga el 23 de marzo de 1968. En el Valladolid, al que llegó aconsejado por su hermano Manolo, comenzó a erigirse como un destacado defensa central por su sentido táctico, su colocación para cubrir una amplia zona del campo y su carisma, cualidades que le hacían ser muy respetado por los adversarios.

Hierro fue el defensa más goleador de la historia del Real Madrid, tras marcar 103 goles en las doce temporadas que perteneció al club. Jugador de una talla internacional incontestable, nos comentó lo que pasó cuando el Atlético de Madrid le tenía prácticamente fichado:

«Recuerdo que estaba sancionado y me vine a Madrid con un amigo a ver un Atlético-Valladolid. Antes de comenzar el partido bajé a la caseta a desearles suerte a mis compañeros y me encontré con el difunto jesús Gil, quien se acercó a mí y me comentó: "Que sepas que ya está todo arreglado y que el año que viene vas a jugar en elAtlético".Al comentarme que estaba todo decidido le pregunté si mi representante sabía algo del tema y me contestó: "No hay ningún problema, pero si tú quieres te quedas un año más en el Valladolid y punto".

»La verdad es que me quedé pensativo porque sospeché que había gato encerrado. No sólo por la forma en la que Gil me habló del traspaso, sino porque lo más curioso era que los dos presidentes, jesús Gil y Miguel Ángel Pérez, el del Valladolid, habían firmado el acuerdo en una servilleta durante el almuerzo que mantuvieron en un restaurante. Además, el señor Pérez me dijo que los dos habían hablado con mi representante y que todo estaba solucionado. En vista de ello acepté hacerme una fotografia con la camiseta rojiblanca, pero ahí no terminó el misterioso episodio.

»Al regresar aValladolid mi representante me aseguró que la versión que me habían dado los dos mandatarios era mentira, ya que a él nadie se había dirigido y todo lo que sabía de mi traspaso al Atlético era por lo que decía la prensa, tanto escrita como radiofónica.

»Cuando supe la verdadera historia me dije: "O me quedo en elValladolid y cumplo los dos años de contrato que me quedan o escucho la oferta que me ha hecho el Real Madrid, pero al Atlético no me voy". Consideré que me habían engañado y, aunque posiblemente mis honorarios fueran mayores en el Atlético, decidí irme al Madrid. Cuando comenzaron las negociaciones con el Madrid le comenté a Ramón Mendoza que lo que más me preocupaba, lo que no veía nada claro, era la firma de los dos presidentes en una servilleta. Mendoza me escuchó con atención y me dijo: "No te preocupes, Fernando, que no habrá ningún problema para que firmes por el Real Madrid. Lo de la servilleta es papel mojado". Tenía veintiún años y era la gran oportunidad de mi vida deportiva. La verdad es que acerté de pleno».

«MUCHACHO, ¿ES QUE NO TE VAS A BAJAR DE LA BICICLETA?»

Francisco Gento nació en Guarnizo (Santander) el 21 de octubre de 1933. La principal virtud de Gento era la velocidad con que la desarrollaba su juego, lo que le hacía distinto a los demás extremos y letal para las porterías contrarias. Bautizado como «la Galerna del Cantábrico», pasó del Rayo Cantabria, en Tercera División, a debutar con el Racing de Santander en Primera. En el equipo de su tierra sólo estuvo una temporada (1952-1953), tras la cual fichó por el Real Madrid, en el que jugó 18 campañas. Paco Gento, con la timidez que siempre le caracterizó, recordaba lo que le ocurrió el día que debutó con el equipo cántabro en la máxima categoría del fútbol español:

«Mi estreno con el Racing en Primera División fue contra el Barcelona en el desaparecido campo de Les Corts. La noche del sábado, víspera del partido, fue la más larga de mi vida. No me podía dormir porque me pasaba el tiempo imaginando jugadas. Hasta me levanté en una ocasión a ponerme unas botas que llevaba en mi equipaje. ¡Y eran las seis de la mañana!

»En el encuentro me marcó Seguer, el excelente lateral barcelonista que en aquella época ya gozaba de gran fama. Haber pasado de Tercera a Primera División y tener enfrente a Seguer me hizo pensar que iba a fracasar, pero minutos antes de salir al campo me dije: "A éste le supero yo por velocidad".

Lo cierto, sin ánimo de presunción, fue que el lateral catalán corrió tanto junto a mí en el primer tiempo que hubo un momento en que le vi algo agotado al no poder alcanzarme cuando me iba corriendo por la banda.

»En la segunda parte Seguer siguió pegado a mí. Como después del descanso le superaba en carrera aún con más facilidad, sudando a mares se me plantó enfrente y, algo molesto, me dijo: "Muchacho, ¿es que no te vas a bajar de la bicicleta?"».

«QUE LOS CHICOS DIGAN CUÁNDO QUIEREN VIAJAR, CÓMO Y QUÉ NECESITAN»

Corría la primavera de 1982 con aires de huelga en el fútbol español. Viento que no amainó porque la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) convocó el paro en el balompié hispano para el 11 de abril de 1982.

La plantilla profesional del Real Madrid fue una de las cuatro de Primera División que secundó la huelga. Ese día el Madrid se enfrentaba al Castellón en Castalia, donde jugó con futbolistas del Castilla, que vencieron a su rival por 1-2.

Tres días antes de desplazarse a Castellón, Luis Molowny, que había reemplazado aVujadin Boskov en el cargo de entrenador, manifestó: «Que los chicos digan cuándo quieren viajar, cómo quieren hacerlo y qué necesitan».

EN SU PRIMER PARTIDO OFICIAL EL MADRID JUGÓ CON CUATRO CUBANOS Y UN INGLÉS

En la Villa y Corte madrileña alumnos y jóvenes profesores de la Institución Libre de Enseñanza, fundada por Francisco Giner de los Ríos y otros intelectuales, fueron los pioneros en practicar el soccer, un deporte que ya estaba muy asentado en las universidades inglesas. A principios de 1897 estos jóvenes hicieron prosélitos y formaron una agrupación deportiva a la que pusieron el anglófono nombre de Football Club Sky, que sería el antecedente directo del Madrid Football Club.

Entre aquellos estudiantes los había de diversas nacionalidades, pero sobre todo ingleses y franceses. Unos porque habían emigrado de sus países para estudiar en Madrid y otros porque sus padres residían en la capital de España. No hay que olvidar que el fútbol entró en nuestro país por las costas y rápidamente se extendió por toda la geografía española.

En todos los equipos que nacieron a principios del siglo xx había jugadores extranjeros, y el Madrid no iba a ser una excepción. En su primer partido oficial, jugado el 13 de mayo de 1902, alineó a cuatro cubanos: los hermanos Giralt (Mario, José y Armando), a Neyra, también nacido en Cuba, y al inglés Johnson. En la plantilla de aquel año, el de su fundación oficial, también estaban, entre otros, el belga Maertens, el francés Normand y el guatemalteco Revuelto.

«YA PODRÉ DISCUTIR CON MI PADRE LO QUE ES GANAR LA COPA DE EUROPA»

Manuel Sanchís Hontiyuelo ha sido el único jugador de la Quinta del Buitre que se ha proclamado campeón de Europa: en 1998 y 2000. Después de estar 18 temporadas en el primer equipo, el hijo de Manuel Sanchís Martínez, tras conquistar la séptima Copa de Europa, la primera de su carrera deportiva, y levantarla como capitán, manifestó:

«Es dificil decir lo que siento en estos momentos, porque no encuentro palabras para describir lo que supone ganar la Copa de Europa, título que el Madrid no celebraba desde 1966. El año, precisamente, que lo festejó mi padre en Bruselas.

«Este trofeo continental, en primer lugar, me lo dedico a mí; después a mi familia y, sobre todo, a mi padre, con el que ya podré discutir lo que es ganar una Copa de Europa. También se lo dedico a Míchel, Butragueño, Martín Vázquez y Pardeza, mis compañeros de la Quinta del Buitre que lucharon al máximo por conseguir este preciado galardón europeo, pero que tuvieron la mala suerte de no poder conquistarlo».

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