Las mejores anécdotas del Real Madrid

Las mejores anécdotas del Real Madrid


ZIDANE SUFRE EN LAS RUEDAS DE PRENSA

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ZIDANE SUFRE EN LAS RUEDAS DE PRENSA

El francés Zinedine Zidane tenía la asombrosa virtud de ejecutar recursos futbolísticos que otros jugadores no se atreven ni a soñar. La facilidad con la que manejaba el balón realzaba aún más la elegancia de su juego. A simple vista parecía que no le costaba ningún esfuerzo gobernar la pelota.Y así era. Lo que sí le costaba un esfuerzo supremo era otro asunto relacionado directamente con el fútbol: ofrecer ruedas de prensa. Zizou su daba más la camiseta cuando se tenía que sentar delante de los periodistas en la sala de prensa que cuando se enfrentaba a once rivales sobre el césped. Cuando el francés se enteraba de que tenía que comparecer ante los medios al día siguiente pasaba muy intranquilo la noche.Y eso que el respeto reverencial que se le profesaba a Zidane evitaba que sus ruedas de prensa fueran nunca «calientes».

ROBINHO SE ESCAPABA POR LA VENTANA

Al menos, y pese a que le suponía un gran esfuerzo, Zizou acababa atendiendo a los periodistas. No era el caso de Robinho, el jugador brasileño que llegó al Madrid con todos los avales para triunfar pero que acabó saliendo del club casi por la puerta de atrás. No por la puerta de atrás, pero sí por una ventana trasera de la Ciudad Deportiva cuentan que salía el habilidoso jugador para no tener que atender a los periodistas. Quizá éste fue uno de sus mejores regates, además de alguna de las famosas bicicletas que popularizó durante su etapa como madridista.

BERNABÉU PUSO DIETAS A LOS JUGADORES: 5 PESETAS CADA DOS DÍAS

Unos meses antes de que se celebrara el LXXV Aniversario del Real Madrid, el 6 de marzo de 1977, Santiago Bernabéu nos recibió en una de las salas de visita del estadio que lleva su nombre. El presidente con más leyenda mundial tenía por aquellas fechas ochenta y dos años. A título de saludo exclamó: «¡Han sido tantas cosas las que he visto en este mundo!». Después se retrepó en un sillón y añadió:

«En aquella época todos éramos auténticos amatetiurs. No se ganaba ni cinco y había jugadores que andaban a bofetadas con la peseta. Nosotros nos costeábamos los gastos: las botas, el uniforme… Ya que hablamos de la cuestión económica le diré una cosa: yo fui el primero que puso dietas a los jugadores. Un duro cada dos días; es decir, 5 pesetas.

»A finales de los años veinte, si mal no recuerdo, le dije al presidente, Pedro Parages, que en los desplazamientos deberíamos tener una pequeña dieta los jugadores. Cuando se lo comenté Parages exclamó: "¡Acabamos de dar el primer paso al profesionalismo!". En mi propuesta me apoyaron, sobre todo, De Miguel, Sicilia y Manzanedo. Total, que el buenazo de Pedro Parages accedió a mi petición y, a partir de aquellos años, en los viajes los futbolistas percibíamos la retribución que le había planteado al presidente».

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