Las mejores anécdotas del Real Madrid

Las mejores anécdotas del Real Madrid


EL EQUIPO CON MÁS PEÑAS

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EL EQUIPO CON MÁS PEÑAS

Entre sus muchos motivos de orgullo el Real Madrid presume de un dato con un valor muy significativo: es el equipo que más peñas de aficionados tiene en nuestro país. El equipo blanco cuenta con una extensa red de seguidores a lo largo y ancho de España. Agrupados en peñas, éstas vienen a ser algo así como las embajadas madridistas en cada provincia. En total existen oficialmente 2.091 peñas del Real Madrid, lo que supone un tercio del total de todos los equipos de Primera División. De ese número, 2.010 están constituidas en nuestro país y otras 81 fuera de nuestras fronteras. Las peñas en el extranjero también suponen un tercio del número total contabilizado por los equipos de la máxima categoría. Estos datos, que corresponden a enero de 2011, van en ascenso, ya que cada año se constituyen nuevas agrupaciones de este tipo que aglutinan a seguidores madridistas de todos los rincones del mundo.

BELAÚNDE, EL PRIMER JUGADOR QUE SE FUE DEL ATLÉTICO AL MADRID

A lo largo de su ya más que centenaria historia han sido numerosos los trasvases de jugadores del Atlético al Madrid y viceversa. El primero en dar el paso fue Luis Belaúnde Prendes, que llegó a la capital de España en 1905. En las cinco temporadas que estuvo en la entidad rojiblanca (1910-1915) fue un gran delantero. En 1915, aún siendo jugador del Athletic Club de Madrid (como se llamaba por aquel entonces el actual Atlético) jugó el Campeonato de España con el equipo madridista. No extrañó la decisión de Belaúnde, porque eran tiempos en los que aún se podía cambiar de equipo de un día para otro.

LA NÓMINA DEL PRIMER EMPLEADO: 30 PESETAS AL MES DE SEIS A NUEVE DE LA TARDE

Julio Chulilla Gazol llegó a ser una institución en el Madrid Football Club. Jugó en el primer equipo siete años (1905-1912) y realizó diversas funciones en la entidad. Entre otras, las de secretario y taquillero. Al fallecer el 7 de enero de 1959 era el socio número 2 del Real Madrid. Uno de sus nietos, Juan Ferrández Chulilla, nos relató algunas de las vivencias de su abuelo en aquellos tiempos en los que a base de ilusión y vocación se superaban las dificultades que entrañaba el fútbol:

«Mi abuelo julio, a pesar de su corta estatura, destacó como delantero por su gran habilidad con el balón en los pies. En 1911 simultaneó el fútbol con el puesto de secretario del club, cargo que ocupó hasta 1923. Unos años, según él contaba, que eran muy complicados por la delicada situación económica, la escasez de títulos y las deserciones en masa de directivos. En un mismo día mi abuelo llegó a vender entradas en el campo de O'Donnell y aún le dio tiempo para jugar el correspondiente partido. Como jugador le apodaron "el Ratón" y posteriormente "el Perpetuo", por los años que estuvo al frente de la Secretaría del Madrid. El despacho de secretario del club lo tenía en su propia casa.

»En 1919 contrató al primer empleado de la entidad que tuvo nómina. Se trataba de Carlos Alonso, otras de las personas insignes en la historia del Madrid, al que mi abuelo puso un sueldo de 30 pesetas mensuales y un horario de seis a nueve de la tarde, aunque el señor Alonso, según mi abuelo, la mayoría de los días hacía más horas de las acordadas».

EN MAYO DE 1957 SE ILUMINÓ EL ESTADIO BERNABÉU

La final de la II Copa de Europa tendría como escenario el Santiago Bernabéu, de acuerdo con la norma imperante de la UEFA de que se jugaría en el campo del vencedor del año anterior. Pensando en ello el club decidió iluminar el estadio instalando 480 focos que proporcionaban un grado de 1.500 lux, frente a los 130 del Parque de los Príncipes de París, los 140 del desaparecido Wembley inglés o los 350 que tenía Les Corts, antiguo campo del Barcelona.

En torno a la inauguración para presenciar el primer partido con luz artificial en el Bernabéu el ambiente que se creó era expectante. Había curiosidad en los aficionados por admirar y comprobar por vez primera las condiciones en que podía desarrollarse un encuentro alumbrado por los potentes focos. Al evento había sido invitado el Sport Club do Recife, que venía avalado por su título de campeón de la Liga de Pernambuco.

El sábado 18 de mayo de 1957 cerca de 70.000 espectadores se congregaron en las gradas del estadio. Antes de comenzar el partido entre el Real Madrid y el conjunto brasileño se hizo una prueba con jugadores de la cantera madridista, juveniles y aficionados, para comprobar la iluminación y evitar el más mínimo fallo. Finalizado el ensayo, los primeros quince minutos se jugaron con luz natural, pero a partir de ese momento los 480 focos se encendieron simultáneamente y el estadio refulgió.

La formación madridista estuvo integrada por jugadores suplentes, ya que al día siguiente el Madrid afrontaba frente al Barcelona el partido de vuelta de los cuartos de final del Campeonato de España. Sin embargo, a pesar de que el once blanco no era el de gala, venció al Recife por 5-3. Los goles madridistas los marcaron Castaño (2), Pérez Payá, Marsal y Kopa, mientras que Tracai, Eliezer y Naninho lo hicieron por los brasileños. El partido lo arbitró el colegiado Novella. He aquí las alineaciones de los dos equipos que jugaron por vez primera bajo los focos del estadio Santiago Bernabéu:

Real Madrid: Visa (Zumalave); Álvarez, Oliva, Navarro; Rubio, A. Ruiz; Castaño, Pérez Payá (Joseíto), Kopa, Marsal y Molowny.

S. C. Recife: Carijo; Bría, Servillo, José María; Mirím, Ruibens; Tracai; Naninho, Ilo, Eliezer y Geo.

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