Las guerras de Yavé

Las guerras de Yavé


Controlaban el tiempo

Página 19 de 30

CONTROLABAN EL TIEMPO

«Y le dijo Isaías a Ezequías: “Escucha la palabra del Eterno. He aquí que vendrán días en que todo lo que hay en tu casa, y todo lo que tus padres han atesorado hasta hoy, será llevado a Babilonia. Nada quedará, dice el Eterno. Y de tus hijos que procedieren de ti, a quienes tú engendrares, también serán llevados, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia”». (II de Reyes)

El profeta Isaías vivió alrededor del año 770 antes de Cristo. Al profetizar está anunciando el destierro del pueblo judío a Babilonia, consecuencia de la invasión de Nabucodonosor II. Unas 30.000 familias judías tuvieron que abandonar sus tierras en el año 586 a. de C. Eso quiere decir que Isaías habló de la deportación unos 184 años antes de que se produjera. Nabucodonosor destruyó el templo que había levantado Salomón y robó los tesoros de dicho templo.

Como mencioné, el equipo controlaba el tiempo. Profetizar, por tanto, era pan comido…

UZÍAS

«Y tomó todo el pueblo de Judá a Uzías, que tenía dieciséis años, y le hicieron rey en lugar de su padre Amasías.

Pero cuando se hizo fuerte, su corazón se ensoberbeció, obrando entonces inicuamente y trasgrediendo los preceptos del Eterno su Dios, pues llegó a entrar al Templo para quemar incienso sobre el altar de incienso. Y Azarías el sumo sacerdote entró tras él, y con él ochenta sacerdotes del Eterno, hombres valientes, quienes se plantaron ante Uzías el rey y le dijeron: “No te corresponde a ti, oh Uzías, quemar incienso al Eterno, sino a los sacerdotes descendientes de Aarón que están consagrados para quemar incienso. Sal del Santuario, porque has prevaricado, y no será esto para honra tuya por parte de Dios el Eterno”. Y airóse Uzías, y tenía un incensario en su mano para quemar incienso, y mientras estaba indignado contra los sacerdotes, cubrióse su frente de lepra delante de los sacerdotes en la Casa del Eterno, junto al altar del incienso. Y miráronle Azarías el sumo sacerdote y todos los sacerdotes, y he aquí que era leproso en la frente, y le expulsaron de allí a toda prisa y él mismo apresuróse a salir, porque había sido herido por el Eterno. Y Uzías el rey fue leproso hasta el día de su muerte». (Libro segundo de las Crónicas)

Insisto: el equipo lo controlaba todo. Vieron entrar en el templo al rey y le provocaron la lepra (o lo que fuera). Una vez más se pasaron diez pueblos. El castigo no guardaba proporción con la falta (o la supuesta falta).

Ir a la siguiente página

Report Page