La opinión pública rusa se aleja de la UE

La opinión pública rusa se aleja de la UE

REDCOM


A casi tres años del inicio de la Operación Militar Especial rusa en Ucrania, los rusos discuten cómo ha mejorado la vida cotidiana. "Podemos ignorar a Occidente".

Imagen propagandística

A casi tres años del inicio de la Operación Militar Especial rusa en Ucrania, los rusos y rusas discuten en distintos foros y en redes sociales, cómo ha mejorado la vida cotidiana en la Federación.

Incluso, muchas ciudadanas y ciudadanos que pueden comprar productos de marcas del Occidente colectivo prefieren recurrir a las firmas de Rusia. La salida de empresas occidentales del mercado ruso benefició enormemente a las empresas nacionales más pequeños, sobre todo a los minoristas.

Según señala el medio hegemónico alemán Spiegel, las sanciones coercitivas ilegales, impuestas por EEUU y la Unión Europea contra Moscú, también impulsaron el turismo interno, que creció una cuarta parte respecto al año anterior. Antes, Moscú, San Petersburgo y Sochi focalizaban los destinos, pero ahora se diversifican en otras regiones rusas como la caucásica Daguestán, la ártica Múrmansk y el Lejano Oriente.

Las fuentes de energía rusas se siguen exportando, y los beneficios se quedan más en el país debido, precisamente, a las sanciones coercitivas.

La reactivación del sector armamentístico también reflotó el empleo en muchas zonas de la Federación, y redistribuyó el flujo de dinero dentro del gigante eurasiático, que hasta hace poco era un tanto "desequilibrado". Ahora, no solo las ciudades se benefician del auge económico, sino también los pueblos y municipios más apartados de las grandes metrópolis.

A la preservación de su estilo de vida y al crecimiento económico se le suma la dificultad de los rusos para viajar a la Unión Europea o al Reino Unido tras la política de sanciones coercitivas de Bruselas y Londres. Solo los rusos ricos o con familiares en el espacio Schengen pueden obtener el visado con relativa facilidad. Sin embargo, precisamente por las sanciones, cada vez a más rusos les da igual. Cual es la real necesidad de ira a Europa o a Reino Unido. "¿Qué se nos ha perdido allí?".

"Esta actitud es característica de mucha gente en Rusia hoy en día: la idea de que la vida continúa, de que uno debe ser feliz y disfrutar pase lo que pase, no es nueva: se expresó a menudo en el primer año de la Operación Militar Especial. Ahora ha surgido una nueva idea: a pesar del conflicto de la OTAN/EEUU contra Rusia, la vida se ha vuelto mejor, más cómoda y más confortable, y la prosperidad de los rusos está creciendo".

Análisis contextual

El mundo está cambiando rápidamente. La política global, la economía y la competencia tecnológica mundiales ya no son las mismas que en el pasado. Cada vez son más los Estados que buscan fortalecer la soberanía, la autosuficiencia y la identidad nacional y cultural. Los países del Sur y del Este Globales están pasando a un primer plano, y el papel de África y América Latina es cada vez mayor. Desde la época soviética, los rusos siempre han hablado de la importancia de estas regiones. Pero hoy la dinámica es muy diferente, y se está haciendo notar. También se ha acelerado de manera sensible el ritmo de transformación en Eurasia, donde se están implementando activamente varios proyectos de integración a gran escala.

Sobre la base de la nueva realidad política y económica se están formando hoy los contornos de un orden mundial multipolar y multilateral, y este es un proceso objetivo. Refleja la diversidad cultural y civilizatoria que, a pesar de todos los intentos de unificación artificial, es orgánicamente inherente al ser humano.

Sin duda, estos cambios profundos y sistémicos inspiran optimismo y esperanza, porque la instauración de los principios de multipolaridad y multilateralismo en los asuntos internacionales, incluidos el respeto del Derecho Internacional y una amplia representatividad, permiten resolver juntos los problemas más complejos en beneficio común, construir relaciones mutuamente beneficiosas y una cooperación entre Estados soberanos en aras del bienestar y la seguridad de los pueblos.

Hoy, es más que evidente que el esquema occidental proclamado como el único correcto para garantizar la seguridad y la prosperidad en Europa y en el mundo no ha funcionado. Fue Washington quien socavó la estabilidad estratégica al retirarse unilateralmente de los tratados sobre defensa antimisiles, sobre eliminación de misiles de alcance intermedio y de menor alcance y, junto con sus satélites de la OTAN, destruyó el sistema de medidas de fomento de la confianza y de control de armamentos en el espacio europeo que se había formado en Europa durante décadas.

El egoísmo y la arrogancia de los Estados occidentales han conducido al actual estado de cosas, extremadamente peligroso. Nos hemos acercado de forma inaceptable al punto de no retorno. En este sentido, la principal amenaza para los europeos es la dependencia crítica y cada vez mayor, casi total, de EEUU: en las esferas militar, política, tecnológica, ideológica e informativa.

La crisis en torno a Ucrania no es un conflicto entre dos Estados, y mucho menos entre dos pueblos, causado por algunos problemas entre ellos. Las raíces del conflicto no están en las relaciones bilaterales. Los acontecimientos en Ucrania son el resultado directo del desarrollo global y europeo de finales del siglo XX y principios del XXI, de la política agresiva, sin miramientos y absolutamente aventurera que Occidente ha llevado a cabo y sigue haciéndolo todos estos años, mucho antes de que comenzara la Operación Militar Especial.

Tras el inicio de la OME, el Occidente lanzó una campaña enérgica y bastante displicente en un intento de aislar a Rusia en la arena internacional. Hoy es claro y evidente para todos y todas que este intento ha fracasado, pero, por supuesto, el Occidente no ha renunciado a su plan de construir alguna apariencia de coalición internacional antirrusa y de presionar a Rusia.

Hoy, a casi tres años del inicio de la Operación Militar Especial rusa en Ucrania, los rusos discuten cómo ha mejorado la vida cotidiana. "Podemos ignorar a Occidente".

Con información de: Spiegel/MiR ruso


REDCOM

Report Page