La gestión de Catalá deja los barrios periféricos de València abandonados, mientras el centro brilla.

Las deficiencias en el mantenimiento y limpieza de los barrios periféricos de València, a pesar de la aprobación de nuevos contratos de limpieza y recogida de basura, es una realidad. Los vecinos de estas zonas denuncian un empeoramiento en la situación, con acumulación de basura en las calles y un deterioro en el mantenimiento de jardines y parques. La prioridad para el ayuntamiento de Catalá son las áreas que atraen a visitantes, mientras que los barrios son relegados.

Según fuentes vecinales, el baldeo, la retirada de pintadas y la recogida de excrementos caninos son algunos de los aspectos más deficientes. Además, la poda y limpieza de árboles y el replantado de alcorques también se consideran insuficientes.

Los vecinos de estos barrios piden una mayor atención por parte de las autoridades a esta problemática, ya que no solo afecta a la estética de la ciudad, sino también a la salud y la calidad de vida de sus habitantes.

La preocupación por esta situación se ha intensificado, ya que las promesas electorales de la alcaldesa de València parecen haberse esfumado. Según el último infobarómetro publicado, los problemas de limpieza, tráfico y seguridad siguen siendo los principales problemas que preocupan a los ciudadanos.

La necesidad de una solución efectiva es cada vez más evidente para garantizar el bienestar de todos los vecinos de València y mejorar la calidad de vida en todos los barrios de la ciudad.

València no puede convertirse en una mera vitrina de belleza para turistas, mientras sus habitantes sufren las consecuencias de una gestión desigual. La solución es una urbe acogedora para sus ciudadanos, que se sientan orgullosos de una València que resplandece tanto en su centro como en sus barrios periféricos.