La educación superior cubana de cara al ciberataque mediático y cultural capitalista y neoliberal

La educación superior cubana de cara al ciberataque mediático y cultural capitalista y neoliberal

Febe Angel Ciudad-Ricardo, Dr. C.
Foto tomada de: https://www.shutterstock.com/es/image-photo/hacker-virus-malware-attack-during-coronavirus-1704713953

Los sucesos del 11 y 12 de julio pasados en Cuba, como resultado de protestas sociales anunciadas al mundo por las trasnacionales de la (des)información como "pacíficas" y fuertemente alimentadas desde los centros capitalistas y neoliberales de poder económico, informativo y tecnológico; han originado un rápido análisis por los revolucionarios cubanos que a "camisa quitada" debemos comprender las raíces fundamentales de lo sucedido y los detonantes que lo originaron, para no repetir errores y para fortalecer el sistema social que defendemos la mayoría de los que nacimos en la isla. No es un secreto que en los modelos de la guerra de cuarta generación, los jóvenes y los sectores más desfavorecidos son blanco importante dentro de la diana social a la que se dirigen los principales esfuerzos de las potencias capitalistas mundiales y sus aliados para socavar y desligitimar los proyectos sociales progresistas de izquierda (aunque no se declaren abiertamente socialistas). Cuba que desde 1960 en respuesta a la infame Declaración de San José en Costa Rica promulgada por la Organización de Estados Americanos (OEA), declaró por primera vez y mediante la voz del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el carácter socialista de la Revolución Cubana; ha sido desde estonces asignatura pendiente para los intereses anexionistas y anticomunistas del gobierno norteamericano y sus gobiernos satélites que buscan su aprobación y sus mandatos imperiales. Cada una de las generaciones a las que han evolucionado las tácticas y estrategias de guerra, han incluido formas específicas y muy bien diseñadas para lidiar con los países "desobedientes" y "rebeldes" ante la hegemonía imperialista yanqui y de los países que lo acompañan (varios para recibir solo unas pocas migajas del "sueño" americano).

Precisamente por ser la juventud uno de los grupos poblacionales a los que por razones generalizacionales han sido siempre dirigidas buena parte de las acciones en la preparación del teatro de operaciones militares del imperialismo, para legitimar sus acciones bélicas; es que el sector de la Educación Superior cubana, sus universidades, institutos y centros de investigación se convierten por ende en núcleo de atención de los ataques. Este asedio realizado ahora en la generación bélica actual, a distancia, desde fuera, con el uso también (y yo diría como su centro) de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC); no solo va dirigido a la opinión pública interna de los países agresores (individualmente o en coalición) como en las guerras de la primera a la tercera generación, para que respaldaran el actuar de sus gobiernos en pos de la libertad de pueblos "desprotegidos"; sino que ahora incorpora también la estrangulación económica y el asedio mediático y cultural de los propios pueblos de los países en la mira de ataque, para sumarlos a la legitimidad de sus deseos de apoyo hacia el camino a la verdadera "democracia" (pluripartidista, capitalista, neoliberal, y que fuera del marco de las potencias económicas, es también pobre, dependiente, anexada, y subdesarrollada). No solo ya son blanco los jóvenes estudiantes universitarios, sino también los trabajadores y profesores del sector de la Educación Superior quienes tienen en sus manos la formación del futuro profesional, y del pensamiento político, económico, científico y social de los países anhelados por el imperialismo. En fin, que todo ser humano en el país anhelado que tenga relación directa o indirecta con este sector, se convierte de inmediato, en punto de mira de estos ataques.

El propio desarrollo que exhibe Cuba hoy en este sector, al nivel de los países desarrollados y en muchos casos mejor, hace que la isla caribeña sea especial en cuanto a los intereses del imperialismo yanqui en socavar su sistema social socialista. Según Acosta y Chile (2020), la isla con una población de solo algo más de 11 millones de habitantes cuenta hoy con 50 universidades y 25 facultades de ciencias médicas, 269 mil estudiantes universitarios en las 113 especialidades, 75 mil profesores a este nivel de los cuales más de 16 mil son Doctores en una determinada ciencia; así como 300 mil profesionales se superan de alguna manera en el sistema de postgrado. Estas cifras según los propios autores reflejan el por qué casi el 50% de la población cubana ostenta un título universitario, en comparación con el año 1959 cuando sólo existían 3 universidades, con una matrícula total de 2063 estudiantes y 203 profesores universitarios en toda la isla. La comparación es muestra de lo apetitoso que resulta el escenario actual creado con esfuerzo y mucha inteligencia por el gobierno revolucionario cubano.

El gobierno norteamericano sigue esencialmente la máxima de que "si se logra confundir a una buena parte de este sector social, se habrá producido una fisura lo suficientemente problemática en la estructura social cubana, como para utilizarla de punta de lanza y liderazgo de la futura desarticulación de todo el entramado social cubano y finalmente del sistema político y gubernamental en su conjunto". Sería esta entonces, la estrategia principal de ataque, toda vez que el imperialismo sabe que los líderes sociales, tienen que poseer formación, capacidad de dirección y liderazgo (para ellos negativo claro está, en pos de sus intereses, pero liderazgo al fin y al cabo). Teniendo claridad de esta máxima, resulta imperativo para este sector evaluar con cuidado y tino lo que hoy se hace, cómo se hace y para qué se hace, en cuanto a: (1) afrontar la avalancha mediática y cultural que emite el enemigo hacia Cuba y en especial hacia el sector de la Educación Superior y (2) qué necesita ser actualizado, modificado, mejorado, renovado, o simplemente creado para consolidar la nacionalidad, la soberanía y el antiimperialismo.

Afortunadamente el modelo educativo de la Educación Superior cubana tiene una concepción sólida, que sirve de base a futuras evoluciones y que descansa en considerar a la universidad cubana como: humanista, científica y tecnológica. A su vez, este modelo considera tres procesos sustantivos fundamentales: la formación, la investigación y el extensionista; en un sustento laico, pero que forma profesionales comprometidos con su patria y con el sistema social socialista. ¿Resulta suficiente este modelo para afrontar los retos actuales impuestos por el constante y dirigido ciberataque mediático y cultural del imperialismo capitalista y neoliberal?

Ciertamente soy del criterio que los componentes humanista, científico y tecnológico del modelo en relación sistémica conforman una buena estructura que ha permitido a la Educación Superior cubana llegar a los resultados que hoy muestra al mundo. Sin embargo, sería imperdonable no hacer cuestionamientos de lo que debe actualizarse, toda vez que reconozcamos que existen estudiantes, profesores y trabajadores del sector que sucumbieron (siendo parte de las protestas o mostrando total inactividad ante su convocatoria y excitación) o sucumben ante el influjo mediático y cultural que impone la matriz (des)informativa y cultural imperialista. Sería igual de injusto considerar que toda las causas son imputables a lo que hacemos en el sistema de educación superior. No pretendo ser tan iluso, ni absolutista. No obstante, pretendo en este comentario concentrarme en lo que nos toca desde este sector en específico para contribuir a mantener y perfeccionar el sistema social que defendemos la mayoría de los cubanos. "A camisa quitada" como decimos en buen lenguaje coloquial cubano, algo no debe estar como previmos o algunas actualizaciones deben hacerse para eliminar fisuras por donde han penetrado los intereses e interesados capitalistas. Sin pretender con mis criterios tener la verdad absoluta (nada más alejado de mi intención), me lanzaré a plantear algunas propuestas en forma de transformaciones, más con intención de debate y reflexión, que con pretención de concluir el complejo análisis de este asunto.

Transformación 1ra: Capacitación constante del claustro de profesores universitarios en lo referente al uso intensivo de las TIC en todos los procesos universitarios que acerquen las dinámicas social y universitaria.

Resulta habiltual que la mayoría de los docentes nos conformemos en lo profesional con utilizar frecuentemente presentaciones digitales, entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje, correo electrónico, bases de datos digitales, repositorios y lo acompañamos con algunas aplicaciones propias del campo del saber donde nos desenvolvemos. Ahora bien, esto no es ni cercano a lo que se espera como media en el desempeño de un docente en la era digital. El profesor universitario o como prefiero llamarlo el "f-formador" (con "f" de "futuro") de las generaciones de los "Millennials" y los "Centennials", debe lograr articular y manipular un ecosistema tecnológico personal que al menos contenga lo siguiente: correo electrónico, blog personal, mensajería instantánea, portafolio digital, wiki, repositorio digital personal, perfil en la red institucional, perfiles digitales personales en las redes sociales y profesionales. Con este ecosistema, el docente debe ser capaz de tener una sólida identidad virtual y una activa presencia virtual.

Imagen tomada de Ciudad (2019:115)

Las universidades deben disponer de un sistema continuo de capacitación para sus docentes que los prepare con vistas al real acceso, disponibilidad y explotación de lo que he denominado aquí como ecosistema tecnológico personal. Este sistema debe partir de un diagnóstico, no solo cuando el docente se incorpora a la institución por primera vez, sino de forma continua, pudiendo estar articulado como un examen en los procesos de cambio de categoría docente y como indicador que se evalúe anualmente de acuerdo a la información que rinden los estudiantes sobre la percepción que tienen del desempeño de sus docentes. Hoy los mecanimos para el control y la regulación docente contemplan muy someramente los aspectos referentes a las TIC.

La dinámica universitaria debe promover en todos sus procesos la transmisión y consolidación de la cultura digital e infotecnológica sólida y esto está atravesado por el dominio que los docentes tengamos de las TIC de forma general. Pretender que podemos afrontar la formación de los nativos digitales con los instrumentos y herramientas tradicionales es reconocer el fracaso desde el comienzo en contribuir desde todos los procesos universitarios a acercar las dinámicas social (donde se desenvuelve el estudiante cotidianamente) y universitaria (donde lo preparamos para el futuro profesional) y reforzamos su educación hacia el amor a la Patria, su nacionalidad, su soberanía y su independencia.

Transformación 2da: Reconceptualización del diseño telemático de las infraestructuras tecnológicas universitarias, para fortalecer la disponibilidad y accesibilidad en toda la red universitaria por igual o en balance de condiciones entre los nodos existentes.

Lo dicho en la transformación anterior no se logra realmente sin la participación de las instituciones y los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE) involucrados. No es secreto que en nuestro sistema de Educación Superior, también por las carencias y restricciones a las que nuestro país es sometido económicamente por el bloqueo del mayor imperio de la historia, que una buena parte de los profesores y estudiantes universitarios no disponen de los dispositivos para actualizarse tecnológicamente y estar a tono con la era digital. Sucede muchas veces que en el balance estudiante-profesor, es este último el desfavorecido en cuanto al acceso a las tecnologías.

Sería injusto no partir en esta transformación de reconocer el esfuerzo y los logros alcanzados, a pesar de las restricciones, en cuanto a acceso, disponibilidad tanto de tecnología e insumos tecnológicos en la red de instituciones de la Educación Superior cubana. A nivel de nación y según Alonso y otros (2021), en la actualidad Cuba cuenta con un ancho de banda internacional de 140 GB, donde 5.4 millones de usuarios acceden a Internet, de los cuales 3.9 millones lo hacen desde teléfonos móviles.

A pesar de lo anterior, hoy es habitual que se produzca un desbalance lo mismo a lo interno en las instituciones entre sus diferentes áreas físicas, como a nivel de nación en todo el sistema telemático de este sector, en lo referente a infraestructura tecnológica, como en el acceso y disponibilidad de Internet. Urge un análisis de esta distribución tecnológica que reorganice tanto local como nacionalmente nodos de información, canales digitales de acceso, locales físicos para la conexión y el trabajo informático, disponibilidad de personal de asesoramiento y servicios telemáticos; que acerque la tecnología a todos los profesores universitarios por igual. Es imprescindible la adopción de políticas gubernamentales de protección a los profesionales del sector en cuanto a la compra, importación, acceso y disponibilidad de infraestructura y servicios tecnológicos asociados a las TIC. Algo que además, debería ser análisis también para los estudiantes universitarios tanto en Cursos Regulares Diurnos (CRD) como Cursos Por Encuentro (CPE). La materialización de esta transformación desborda la capacidad de respuesta del Ministerio de Educación Superior (MES) por sí solo.

Transformación 3ra: Ajuste de las políticas para el diseño curricular en cuanto a la articulación de los contenidos que se enseñan y su sustento en los enfoques Ciencia-Tecnología-Sociedad (CTS) y los planes de desarrollo nacional hasta el 2030.

Nuestro sistema de Educación Superior se encuentra en la generación E de los Planes de Estudio, que en general disminuyeron su fondo de tiempo en comparación con sus predecesores. Es el criterio de no pocos colegas que en muchas ocasiones y principalmente en los programas de las Ciencias Técnicas, se sacrificaron materias de corte humanista o que complementan la formación de este corte en los graduados universitarios. Aunque se lograra un balance en cuanto a lo anterior, una revisión de los planes públicos, denota debilidades en cuanto al enfoque CTS que debe sostener la docencia de todas las disciplinas y asignaturas en estos planes; y más aún de este enfoque aclimatado a los planes de desarrollo nacional hasta el 2030, contenidos en los documentos y plataformas del Modelo Económico cubano actual.

Un análisis de los planes de estudio, hará visible lo que debe reforzarse en la docencia, que demuestre y refuerce desde la enseñanza, la capacidad en el país que tiene el Sistema Nacional de Ciencia y Técnica, las políticas gubernamentales y sociales, los planes económicos, y las estrategias de desarrollo previstas en los documentos normativos nacionales, para fomentar el desarrollo profesional individual y la generación de riquezas para todo el pueblo. En esencia, debemos retomar lo educativo en balance con lo instructivo, como principio didáctico de nuestra enseñanza. El amor a la Patria, el sentido de nacionalidad, el respeto a la ciudadanía, la confianza en las potencialidades que tenemos como país y el esfuerzo por el trabajo colectivo y el "sí se puede" también deben quedar reflejadas en los contenidos previstos en los planes de estudio en todas las asignaturas y ser parte de la acción educativa cotidiana en todos los procesos. No deberá ser necesario avanzar a una generación F de los planes de estudio, pero sí urge un ajuste a los planes actuales que incorpore estos elementos.

Transformación 4ta: Actualización de las normativas y regulaciones del trabajo docente y metodológico en la Educación Superior que incluyan ampliamente el trabajo con las TIC, y en especial la posible ejecución de los procesos sustantivos universitarios también en el ciberespacio.

Debemos reconocer que nuestra idiosincracia e imaginario popular descansan en alto grado en la presencialidad, los contactos físicos, la interacción cara a cara. Esto no pocas veces, atenta contra los intentos de introducir modificaciones al quehacer y las formas de hacer instauradas en nuestros métodos de trabajo a todos los niveles y en todos los sectores. Sin embargo, la COVID-19 por un lado, los ciberataques constantes por otro, no por mecanismos positivos, nos han demostrado que es imprescindible comenzar a movernos y dominar los espacios virtuales en el ciberespacio.

En el sector específico de la Educación Superior, es imprescindible actualizar las normativas y regulaciones que establecen cómo hacer el trabajo docente y el trabajo metodológico, que potencien el uso de las TIC y su ocurrencia en el ciberespacio y que sirvan de contexto de desarrollo de habilidades en los docentes para el dominio de las tecnologías, sus infraestructuras y los dispositivos que en estas existen. Hoy somos muy amantes de la presencialidad, del discurso verbalizado, del encuentro formal y antitecnológico en muchos casos. No favorecemos los exámenes y ejercicios demostrativos en entornos de virtualidad, que además nos acerquen a espacios similares en instituciones en otros países con los que habitualmente desarrollamos actividades formativas e investigativas.

Mención especial merece en esta transformación el proceso extensionista en la Educación Superior, que necesita de una redimensión total para abrazar su actuar en el ciberespacio y servir de extensión digital de los recintos universitarios en toda su expresión. Positivamente varias instituciones de la Educación Superior en Cuba, han sido pioneras durante este tiempo de COVID-19, en comenzar a mover sus procesos extensionistas hacia la virtualidad. Debemos reanalizar todo el contexto que perdemos de trabajo con los estudiantes de pre y postgrado, con las comunidades circundantes a nuestras instituciones y con el mundo en general, al limitar en demasía nuestros ejercicios extensionistas también a la presencialidad.

Transformación 5ta: Concebir el tránsito gradual del sistema de la Educación Superior a través del modelo ADEMU (Ciudad, 2019:107-117) para la universidad en la era digital.

Resulta evidente que nuestras instituciones no pueden de golpe llegar a estar "virtualizadas" o disponer de un balance de identidad y presencia virtual y física. No obstante, es necesario ya promover una estrategia concreta de movimiento hacia lo que demonino tecnológicamente en (Ciudad, 2019:111) como la "u-universidad" (universidad ubicua), partiendo de la "a-universidad" (universidad accesible). La Educación Superior cubana ha dado pasos significativos en esta dirección, pero no son hoy ni suficientes, ni a la velocidad que se necesita para afrontar los retos actuales. Disponemos de los profesionales suficientes formados por la Revolución para conformar los equipos de trabajo que diseñen e impulsen esta tarea al ritmo que necesitamos. No podemos esperar más. El país necesita que pongamos la Educación Superior al nivel que requiere hoy la defensa del sistema social que aprobó la mayoría de nuestro prueblo.

Imagen tomada de Ciudad (2019:111)

Referencias bibliográficas:

Acosta, M. y Chile, R. (2020). Resistencia: Cuba en cifras. Cuba periodistas. La prensa de la prensa cubana, 17/4/2020. Disponible en: https://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2020/04/resistencia-cuba-en-cifras/

Alonso, R.; Figueredo, O.; Carmona, E. y Izquierdo, L. (2021). Ministra de Comunicaciones: Apostamos por una sociedad digital justa, sostenible y que aporte al desarrollo del país. Cubadebate, 17/8/2021. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/08/17/ministra-de-comunicaciones-apostamos-por-una-sociedad-digital-justa-sostenible-y-que-aporte-al-desarrollo-de-la-economia-video/#anexo-1605483

Ciudad, F. (2019). Apuntes para la enseñanza de la Ingeniería y la Gestión de Software: Un cambio de paradigma educativo centrado en el proyecto de desarrollo de software. Editorial Académica Española: Mauritania. ISBN: 978-613-9-43463-3

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