La doble moral del feminismo contrarrevolucionario protege a un depredador sexual 

La doble moral del feminismo contrarrevolucionario protege a un depredador sexual 

Karlito Marx

Aún están frescas las denuncias en la Universidad de Guanajuato contra Armando Chaguaceda por más de diecisiete muchachas que denuncian haber padecido vejaciones y relaciones abusivas de poder, basadas en la jerarquía académica de este señor. Dicho proceso, tapado por autoridades e impedido hasta el hartazgo por la jefatura del centro, no llegó a lo penal sino que se dirimió con una leve sanción (unos días separados de la docencia) para los profesores implicados. Chaguaceda es un pez gordo de la derecha que tiene escritos ensayos contra el chavismo y Cuba, y es actualmente uno de los ideólogos de la revuelta de colores que lleva tiempo fraguándose contra La Habana, por parte de la contrarrevolución.

Pero más aún, Chaguaceda, denunciado en esta página, en diciembre del 2021, y por la gran prensa mexicana en todos los medios, cuenta con el apoyo del supuesto feminismo cubano. Ni una sola, desde las más recalcitrantes hasta las más extremistas, ha levantado su dedo para anular la membresía de Chaguaceda en grupos de debate, proyectos, firma de acuerdos, revistas y ponencias.

Importantes "feministas" como Alina Bárbara López Hernández, Thais Pujol Acosta o la Aylín Torres no sienten remordimientos en declarar su amistad y su complicidad con un hombre acusado de ser un depredador de mujeres. ¿Hay entonces moral para que estos sujetos cuestionen la justicia cubana? ¿Cuán diferente es una mujer cubana de otra mexicana a los ojos del respeto de la igualdad de la mujer y sus causas emancipadoras? Sencillo de entender: el ex profesor de la universidad de la Habana, devenido traidor al marxismo y a Fidel, Armando Chaguaceda, tributa fundamentos ideológicos a favor de la hegemonía liberal, y la sarta de mercenarios quienes engrosan las nóminas de ONG pagadas por la NED. En este punto radica la cuestión.

Cierto juicio realizado en estos días dio cuenta de la falta de un hombre y se le aplicó una sanción. El dolor de las víctimas es entendible, así como las quejas de que una sanción nunca va a restituir lo perdido, por poco o muy severa que sea. Toda crítica al sistema legal, siempre que sea comedida y honesta, es bienvenida, pues de eso se trata, de participar desde la ciudadanía. Pero la crítica del feminismo contrarrevolucionario no va por ahí, sino por culpabilizar a Cuba de “patriarcal”. ¿En serio? Los mismos que le dan la mano a un tipo que dañó mujeres se erigen en jueces de nuestras leyes y procedimientos. Desde hace mucho tiempo llevamos alertando sobre este feminismo neoliberal que se nos quiere imponer desde plataformas vinculadas a la contra.

Ya desmontamos en su momento a la Negra Cubana, que se llevó una paliza de argumentos tal que jamás ha vuelto ni a hacer activismo en primera línea, ni a meterse con esta página. Lo mismo le pasó al connotado acosador Siro Cuartel, de larga data en sus historias como Robertico Mermelada en Cienfuegos. Y es que nuestra labor es denunciar el manejo interesado y doble de este tema, en contra de las instituciones. Porque el Me Too que se quiere impulsar no es por la causa de género, sino contra el comunismo.

De ahí que se haya querido posicionar desde diversos ángulos la narrativa de que Cuba es una nación “patriarcal”, regida por hombres que ningunean a las mujeres.

Ni Sandra Álvarez, Mónica Baró, ni Aylín Torres Santana, ni ninguna de las caras visibles de este feminismo ha acusado o separado de su puesto de ideólogo a Chaguaceda. Un hombre, por demás, que sigue siendo referente para todas ellas en su lucha contra lo que llaman dictadura. El manejo político del tema de las mujeres es sucio y denigrante en tanto solo le interesan a la contra por su color político. ¿Ya se nos olvidaron los linchamientos de Siro a mujeres periodistas, muchas de ellas de prestigio, solo porque profesan el socialismo? ¿Tendremos que poner aquí las pruebas de las mentiras regadas, muchas de estas tremendamente sucias y bajas?

Si algo hemos aprendido en estos años de lucha desde la página es la bajeza de estos personajes y la baja ralea de que están hechos.

Es bueno que se sepa que nosotros no hemos puesto todo lo que sabemos de este falso feminismo, o de sus integrantes. Mucha paciencia hemos tenido para no usar el material que puede poner en evidencia aun a más a hombres y mujeres de la contra que tienen tejado de vidrio en cuanto a género y violencia. Sobre todo porque como seres humanos contamos con una ética que nos impide comportarnos como la contra.

A Mónica Baró, quien dijo que es posible alentar desde España el Me Too en Cuba, le decimos que cuando repudie a Chaguaceda serán creíbles ella y su periodismo. No se nos olvida cuando dijo que el depredador era un hombre decente o cuando Sandra declaró no tener dudas de la integridad del susodicho.

Después no se quejen de que no tienen seguidores, que quedaron en solitario por su manía mitómana de mentir, manipular, agredir y chantajear personas. Ese otro agresor de mujeres con el cual ustedes se pavonean en las redes sociales sin que les tiemble ni un pelo de su falso feminismo oportunista.

Karlito estará en las redes y en su momento puede echar manos al arsenal de reserva, siempre que sea óptimamente necesario.

¿Leyeron bien esto? También contigo, Siro Cuartel (Robertico Mermelada).

Seguimos.

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