La ansiedad en los niños.

La ansiedad en los niños.

Crianza Respetuosa

La ansiedad es un estado emocional que provoca malestar psicológico caracterizado por inquietud y desasosiego. En los niños, ese malestar conduce a diferentes conductas como son: comerse las uñas, meterse las manos u objetos en la boca, intranquilidad, falta de concentración, alteraciones del apetito, miedos entre otros.

La ansiedad puede ser un estado transitorio, generado por alguna vivencia, algo que le está pasando al niño. O puede irse configurando como un rasgo que lo caracteriza de modo mas o menos estable. 

Una de las razones más frecuentes que provoca que los niños se vayan volviendo ansiosos, es la sobreprotección por parte de los cuidadores más cercanos. Cuando la persona que pasa más tiempo con ellos y quien debe proveerlos de seguridad, está todo el tiempo dándoles señales de preocupación porque advierte peligros en todas partes y les impide por eso, desarrollarse libremente, los va contagiando de esas preocupaciones; se acostumbran a vivir siempre con miedos de que algo le pueda suceder.

También un niño se puede volver ansioso si en el ambiente en el que vive no hay tranquilidad y sobre todo si el problema proviene de sus figuras referentes.

Por ejemplo cuando presencia regularmente conflictos entre sus padres, cuando hay violencia en el hogar (sea o no dirigida al niño). También cuando recibe malos tratos de modo sistemático, se regaña constantemente y se le hace ver que no cumple las expectativas de los adultos, todo el tiempo.

Ahora, la ansiedad como estado transitorio, puede ser una respuesta adaptativa del niño cuando ocurren cambios en su vida y le pasan cosas que le generan estrés y tensión.

Casi cualquier cosa nueva en sus vidas, puede provocarles un poco de ansiedad, pero se resuelve pronto si los adultos lo manejan bien y se recupera la estabilidad. 

Diversos eventos que son parte de la vida cotidiana, pueden generar respuestas ansiosas: nacimiento de un hermano, comienzo en el círculo o en la escuela, separación de los padres, hospitalización, mudanza, ausencia temporal de algunos de los padres, entre otros.

Un niño puede además experimentar un cambio de conducta con presencia de un estado sobreansioso si está viviendo una situación de alto impacto emocional: abuso sexual, acoso escolar, maltrato severo, entre otros.

Es importante que la familia sepa identificar si el niño se comporta de modo ansioso como característica desde hace algún tiempo, o si es algo que está ocurriendo hace poco. Corresponde entonces buscar las causas en cualquiera que sea el caso, para actuar sobre ellas.

El aislamiento físico en el hogar de modo prolongado, como medida de protección ante la COVID-19, ha alterado radicalmente la vida de los niños, por lo que la ansiedad se ha vuelto una conducta casi masiva en este grupo poblacional, el más vulnerable de todos. Estose ha estado expresando de diversas maneras.

El consumo excesivo de dibujos animados y videojuegos que se ha producido, dado por la reclusión en casa, está contribuyendo al incremento de la ansiedad, llegando a convertirse en afectaciones que son verdaderos problemas de salud mental en algunos niños. Por ello es muy importante que los adultos regulen esto.

Existen actividades que son muy recomendadas para disminuir la ansiedad: actividades manuales (dibujar, recortar, jugar con plastilina, colorear, etc.), el ejercicio o juego físico, los juegos musicales,los juegos con agua, entre muchos otros.

Además es muy importante que los pequeños cuenten con la compañía activa de un adulto cuidador.

El malestar que provoca la ansiedad afecta la calidad de vida de nuestros niños. Es nuestra responsabilidad ayudarlos.



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