La Isla de la Juventud y sus recursos hídricos
SparrowDJ👁️ESTE ARTÍCULO SE ENCUENTRA BAJO REVISIÓN ORTOGRÁFICA Y DE CONCORDANCIA👀
ISLA DE LA JUVENTUD
✔️RECURSOS HÍDRICOS
🔻Lagunas, ciénagas y depósitos de agua en general
En la Isla, a pesar de su poca extensión territorial existen numerosas corrientes fluviales; algunos ríos de cierta consideración y numerosos arroyos. Algunos con un caudal permanente, y la mayoría son de curso breve y de escasa profundidad; pero que en época lluviosa fluyen con una gran avalancha de corrientes superficiales por su sistema orográfico y a la impermeabilización de su suelo; aunque esto provoca un gran almacenamiento de agua subterránea que se puede acceder a través de pozos con perforaciones de poca profundidad.
Siguanea: Ciénaga que cubre la isla de oeste a este, formando separaciones entre el norte y sur.
Accedentes en la costa: Puntas, puertos, embarcaderos, y otros
Bibijagua: Celebrada playa de arenas negras.
Barcos: Punta en una pequeña península al noroeste de la isla.
Este: Punta al este en Isla de Pinos.
Francés: Punta a la entrada de la bahía de Siguanea.
Júcaro: Pequeño puerto en la jurisdicción de Nueva Gerona.
Piedras: Punta al norte de la isla.
Siguanea: Ensenada formada entre la punta del Francés y la costa sur de la isla en su parte oeste. Abierta hacia la dirección de la Ensenada de Cortés en la provincia de Pinar del Río.
Manantiales:
Manantial Agua Santa: Hacia este manantial se trasladó Claudio, el cual se encuentra situado a un lado de la carretera que va del reparto Panel I a la Casa de los Oficiales. En ese entonces esta agua se utilizaba como bebida refrescante y medicinal, y fue la continuó vendiéndose durante años por toda la isla de Cuba hasta que Claudio se trasladó definitivamente para La Habana, específicamente para el actual municipio de Guanabacoa, desde el cual continuó comercializando el agua "La Cotorra", aunque no ya la original. En estos momentos no se encuentra en explotación.
Manantial ESBEC No. 24: Existe un manantial medicinal en las cercanías de la antigua ESBEC No. 24, a la cual se debe su nombre. Este manantial es considerado como el mejor de América Latina, y el cuarto mundialmente, por su bajo porcentaje de minerales, además de ser una de las aguas más finas del mundo. El mismo expulsa a la superficie más de setecientos litros de agua por minuto. Según una entrevista hecha al periodista Wiltse Peña, actual encargado de la recuperación y mantenimiento de estos manantiales expresó: "...Si solamente se exportara el 10% del agua que este manantial expulsa, se recuperarían alrededor de 130 millones de dólares anualmente..." En este momento se trabaja en su recuperación. Ya está hecha la nueva fuente, que es de cerámica.
Manantial El Ferroso: A un costado del puente, a un lado de la turbina del agua, frente al restaurante El Ranchón, se localiza este manantial, el cual se encontraba atrapado bajo la tierra y la hierba. De las construcciones hechas para su aprovechamiento solo podemos ver el lugar. Esta agua puede ser utilizada para restablecer la hemoglobina, es decir, para las personas anémicas, debido a su alto contenido de hierro; pero es una lástima que se haya encontrado abandonado tanto tiempo. Es necesario señalar que en 1902, el primer alcalde de la Isla de Pinos, Juan Manuel Sánchez Amat logró un acuerdo de no cobrar el uso de estos tres manantiales mencionados; y a pesar del golpe de estado que intentaron darle los colonos norteamericanos, no se pudo eliminar este acuerdo. El acuerdo de Sánchez Amat evitaba que se repitiera el precedente de 1828. En aquel entonces eran numerosos los enfermos que acudían a curarse a la Isla, y el jefe militar de la misma. Don Juan Dovos López, aprovechó esta circunstancia para aprobar una real orden por la que se obligaba a tales desgraciados a pagar tres reales diarios, impuesto que se mantuvo durante veinte años. Debido a este acuerdo, Claudio Conde Cid se ve obligado a trasladar el embotellamiento del agua "La Cotorra" para el manantial Agua Santa.
Manantial La Magnesia: Frente al manantial Santa Lucía se encuentra este otro manantial, La Magnesia, de la cual se sabe que era embotellada como el agua "La Cotorra", que era enviada a toda la isla de Cuba desde 1905, por Claudio Conde Cid. Esta agua es de gran utilidad para los problemas digestivos y estomacales.
Manantial El Respiro: Este otro manantial es de aguas termales, su temperatura es de 40 grados, y se encuentra después del cementerio, por la carretera vieja de Gerona. Se sabe que este manantial se encuentra a dos metros de profundidad y aun así brota de la tierra el agua. Su empleo es generalmente para las diversas molestias relacionadas con el sistema óseo y muscular. Por lo dicho anteriormente, no está en explotación este manantial, su recuperación es sumamente costosa, pero se incluye en lo que será la futura Ciudad Balneario
Manantial Santa Lucía: Este manantial se puede localizar en calle 9, debajo del puente en el centro de Santa Fe. Existe allí una tubería de la cual brota el agua constantemente. Esta agua es acechada por las personas que viven en este poblado, así como por los que se encuentran de paso; esto se debe sobre todo a las propiedades de cura que posee, principalmente las de la vista, como por ejemplo la conjuntivitis. Es un agua refrescante, de la cual se han obtenido buenos resultados y ha sido de gran utilidad para la población. Es recomendable su uso, utilización y consumo.
El beneficio de esta agua puede ser satisfactoriamente utilizado si se lograra formar un círculo de interés, en el cual se agrupen estudiantes y demás organizaciones, apoyados por la dirección de sus centros y el Consejo Popular, para difundir la importancia del uso de esta agua para la salud, evitando que se propaguen los brotes de conjuntivitis que a menudo nos golpean, y que provocan en gran medida la ausencia de estudiantes a clase.
Manantial Santa Rita: Es el más importante en estos momentos y siempre ubicado a orillas del río Santa Fe. El primero en contar la historia de este manantial fue el pirata cirujano Alexandre Oliver Esquemeling, en 1772. En 1908 esta historia fue nuevamente contada por la norteamericana Irene Wright. "Cuenta la leyenda que existió una tribu de indios muy poderosa que habitó la Isla de Pinos, guiados por el cacique Tacamena. Su pueblo vivía en paz y plena prosperidad. Debido a la extrema vejez del cacique, se decide poner a prueba la valentía y el honor de su hijo Auquimairo, para comprobar si reunía las condiciones necesarias para relevar a su padre como cacique. Se decide enviarlo finalmente en una expedición a la isla de Cuba. Decidido esto, parten los guerreros en sus canoas, comandados por Auquimairo. Al llegar, decide explorar él solo el terreno, dejando a los guerreros a espera de un aviso. Transcurrido un tiempo y al ver sus hombres que no regresaban, el jefe decide mandar un grupo de exploración para averiguar lo que había sucedido; cuando lo encontraron lo vieron hablando de paz con los indios de Cuba. Enloquecidos, atacan por sorpresa y toman preso a Auquimairo, al sentirse traicionados. Regresan victoriosos en sus canoas para la Isla y al llegar, cuentan todo al viejo cacique, y el hijo, claro en sus ideas, le pide dar su explicación: '...por favor padre, déjeme explicarle...' - le dijo. ¡Habla desgraciado!- le respondió indignado el viejo cacique. '¿Ve usted padre, el árbol que está en la montaña en condiciones difíciles, en un suelo árido, los pocos frutos que da?; sin embargo, ¿ve usted en el llano el árbol que crece en suelo fértil y la naturaleza a su favor que da buenos frutos?. ¿No se da cuenta que es mejor vivir en la paz que en la guerra?. Pero el cacique no entendió las sabias palabras de su hijo; lleno de ira le clavó en el pecho una lama, cayendo el cuerpo en el suelo. Al marcharse de allí sopló una brisa caliente que enfermó a todos los indios. Mientras esto ocurría, los indios de Cuba que venían a vengarse, encontraron y reconocieron el cuerpo del indio que les había hablado de paz. El jefe indio decide enterrarlo en aquel lugar, y al levantarlo comenzó a brotar un manantial del lugar donde reposaba su cuerpo, al cual llamaron "El Manantial de la Paz", en honor a los ideales del indio muerto. Más tarde encontraron al resto de los indios, que estaban muy enfermos. Los llevaron al manantial y observaron como milagrosamente se curaban..."
Este Manantial de la Paz es el hoy llamado Santa Rita. La construcción de un local para su aprovechamiento se comenzó en 1853. El Dr. José de la Luz Hernández elogió a Manuel Calvo por haber formado el caserío de Santa Fe y haber acondicionado un tanto el baño del "Templado", otro de los nombres con él se conoció este manantial, con su correspondiente división para señoras y caballeros, resaltando la comodidad y la decencia que esto significaba.
"Desde 1857 hasta 1862 entraron a la Isla de Pinos 3409 soldados enfermos, de los cuales se curaron 3217, gracias a los efectos curativos de las aguas medicinales...", según el Dr. José de La Luz Hernández Sardiñas.
El agua del manantial Santa Rita posee numerosos componentes como: bicarbonato, cloruro, sulfato, calcio, magnesio, sodio y sales solubles. Además tiene un PH casi neutro (6.4), con una agradable temperatura de 32 grados aproximadamente; sus aguas son radioactivas. Aparte de tener una gran utilidad con relación a los problemas de la artritis y el reuma, ha curado múltiples enfermedades más; un escrito de 1865 del Dr. José de la Luz Hernández nos lo verifica: "...Se ha visto desaparecer como por encanto la tisis tuberculosa, la laringitis, la bronquitis, la cefalalgia y la esplenitis, la artritis y el reuma, la gastralgia y la gastroenteralgia, las amenorreas y las dismenorreas, las afecciones uterinas así como los lamparones; las obstrucciones glandulares y los dolores osteócopos, la neurosis y parálisis, la hipocondría y la lepomamaría, y finalmente, la ceguera, la clorosis y la anemia, y casi todas las afecciones dermoideas, desde los herpes hasta la elefantiasis, insipientes de los árabes, el asma, la oftalmía, la otitis, la eclansia y la epilepsia."
Como se puede apreciar, son muchas las enfermedades citadas que logran la más satisfactoria curación desde aquellos años. Gracias al viajero norteamericano Samuel Hazard, tenemos una idea de lo que se acostumbraba hacer cuando venían en busca de los baños del manantial:
"...La rutina general es darse un baño antes del almuerzo, bebiendo previamente un vaso de agua, permaneciendo en el baño un cuarto de hora; al salir de él se vuelve a tomar otro vaso de agua y se retoma al hotel. Por la tarde se repite lo mismo." Se conoce que en 1954 se restauró nuevamente el local donde se encuentran las dos piscinas terapéuticas; y un año más tarde, en 1955, fue inaugurado por el entonces presidente de la República Fulgencio Batista y Zaldívar, acompañado por su señora esposa.
Al triunfo de la Revolución, en 1959, el manantial Santa Rita prestó servicios como Casa de Descanso, pero poco tiempo después, con los sucesos de la década del 60, fue abandonado a su suerte. En 1964, el nivel de la presa Santa Fe subió y provocó que por más de 30 años este manantial estuviera bajo tierra. En Octubre de 1998, una vez más se comenzó su rescate, y actualmente se encuentra al servicio de la población, brindando su utilidad a los enfermos que allí acuden y a las personas que deseen darse un baño. Aún se guarda la costumbre de tomarse un vaso de agua antes y después del baño, el cual solo debe durar 40 minutos.
A mediados de 1997 se comenzó la revitalización de los manantiales, y a mediados del año 1998, comenzaron algunos pobladores, por su propia cuenta, el uso de estos manantiales. Otros asistían por indicación médica controlada, encomendados por médicos especialistas en ortopedia y el médico consultante de la clínica de Medicina Natural y Tradicional de Santa Fe.
En el año 1999 se atendieron 1006 pacientes y un total de 43 afecciones o dolencias. Se han aplicado dichos baños a pacientes de diferentes partes del país, como Santiago de Cuba, Guantánamo, Ciudad de la Habana, Villa Clara, Pinar del Río, así como pacientes de Nueva Gerona, que a pesar de las dificultades del transporte se trasladaban día a día hasta Santa Fe para mejorar sus dolencias.
Se plantea, por norma, que los pacientes deben mejorar con un total de 10 a 21 baños. No obstante, se ha podido apreciar que un 75% ha mejorado sus dolencias con la aplicación de solamente 10 baños, y un pequeño por ciento ha tenido que mantenerse con más de 10 sesiones para mejorar su patología.
Ríos y arroyos
La Isla, a pesar de su poca extensión territorial, existen numerosas corrientes fluviales de ríos y arroyos, que atraviesan la isla en todas direcciones. Algunos ríos tienen un caudal permanente, son los menos; la mayoría son de curso breve y poca profundidad y no siempre llevan agua; pero que en época de lluvia fluyen con una gran avalancha de corrientes superficiales por su sistema orográfico y a la impermeabilización de su suelo; provocando almacenamiento de agua subterránea, que se puede acceder a través de pozos con perforaciones de poca profundidad.
De estos ríos, solo cuatro son navegables: Las Casas, Las Nuevas, Santa Fe y San Pedro. El de mayor longitud y más caudaloso, es el de Las Nuevas.
Al norte se encuentran:
Rio Las Casas: Tiene una longitud de 16,68 km. Nace en la antigua hacienda Santa Rosalía, llanura ondulada de unos 20 metros de altura sobre el nivel del mar. Muy próximo a la carretera El Enlace y a la antigua I.P.U.E.C. Vietnam Heroico se forma el embalse Casas Dos.
Se desliza al nordeste hasta la desembocadura del arroyo Las Animas, y luego corre directamente al norte, dividiendo la ciudad de Nueva Gerona en dos partes.
Presenta 14 afluentes, 10 en la margen derecha y 4 en la margen izquierda. Los principales son: el arroyo Ocuje (represado) y el arroyo Asiento Viejo (presa El Abra). Recibe aguas de los arroyos Las Ánimas, Brazo Fuerte, Las Mercedes y otros menores.
Tiene poca pendiente, por lo que penetra las aguas marinas cuando sube la marea, hasta próximo al arroyo Las Animas. Es navegable durante 6 km antes de su desembocadura, que presenta un área cenagosa y un islote artificial producto del arrastre de residuos de naturaleza orgánica que arrojan diferentes industrias asentadas en sus márgenes, que hacen crear focos contaminantes.
Es el río más importante de la Isla; pues está vinculado a diferentes actividades, en sus márgenes se encuentran: puertos de transporte de viajeros, mercancía, deportivo, pesca, astillero para pequeñas embarcaciones pesqueras, así como otras actividades industriales.
Río Las Nuevas: Tiene una longitud de 28 km. Nace en la llanura noroeste de la Isla, a 30 metros de altitud, de los cerros La Natividad y San José; posee los siguientes afluentes: los ríos Del Medio, Las Piedras, Cisterna, Callejón y los arroyos Jatillo, Luis y Castañeda y otros menores. Desemboca en Punta de Terry, desde ahí es navegable hasta muy próximo a la unión con el río Del Medio. Ambos ríos están represados, formando uno de los mayores embalses de la Isla.
Río del Medio: Nace próximo al sudeste de la zona de Santa Teresa, siguiendo su curso al nordeste, desemboca en el río Las Nuevas.
Río Las Piedras: Nace del cerro La Cunagüa, fluyendo en dirección norte hasta cerca de la hacienda de San Francisco de Piedras. Continúa su curso al nordeste y luego tuerce al norte hasta la desembocadura del río Callejón, que uniendo sus aguas desembocan en el río Las Nuevas.
Río Callejón: Nace de la sierra de San José; continúa su curso hacia al nordeste, desembocando en el río Las Piedras.
En la costa este, se encuentran:
Río Santa Fe: Se origina en la loma del Caimán, al norte del cerro La Daguilla; corre hacia el noroeste, pasando a media legua al oeste de la ciudad de Santa Fe. Hasta este recorrido desaguan en él varios arroyos, como el de Frijoles que nace en los cerros del Ají, el arroyo Azul, el del Caimán y el de Juan Teodoro.
Continua su curso hacía el norte, aumenta su caudal con las aguas del río Los Almácigos, que nace en el cerro Mal País, y de los arroyos de Las Vinajeras, Ocuje y Aguardiente, para después continuar donde se le une el río Mal País (guarida del pirata Pepe El Mallorquín) y el río Júcaro, fluyendo al nordeste hasta su desembocadura al sur de la Punta de Fuera. Es navegable para embarcaciones pequeñas.
Río Guayabo: Se forma de los derrames de la laguna Caimán, y de algunas cañadas que nacen en las sabanas. Corre al norte y luego se desvía al nordeste desembocando en la ciénaga de Guayabo.
En la parte sur, están los ríos:
Río San Pedro: Nace en los cerros de San Pedro, corre al sudeste por toda la hacienda de San Pedro, y de allí al sur, hasta la ciénaga donde vierte sus aguas en dos desembocaduras al sudeste del cerro de Maniaderos. Sus riveras cercanas a la desembocadura están arraigadas de una densa vegetación de manglar que alberga una rica fauna y flora y es navegable hasta esta latitud. Fue a inicio del siglo XX puerto de exportación para los productos de los colonos norteamericanos, y desde donde llegaba el ferrocarril que se desplazaba en toda la zona de San Pedro, transportando las producciones agrícolas recogidas, que iban destino al sur de los Estados Unidos. Río La Sigüanea.- Nace al sudoeste de la sierra La Cañada, sigue este curso y luego en dirección sur, pasando entre los cerros de la Sigüanea y Maniaderos hasta la ciénaga occidental, formando varios esteros y lagunatos.
Arroyo Las Tunas: Nace entre los cerros de San Pedro y los del Monte, se dirige al sur formando el embalse Las Tunas, continuando esta dirección pasa cerca de la Granja Libertad. Durante todo este recorrido sus aguas sirven para regar las tierras de toda esta zona de San Pedro, para desembocar después en la ciénaga occidental.
Arroyo Grande: Nace de los cerros del Monte, corre al sur y desemboca en la ciénaga occidental.
Río La Jagüa: Nace a los pies del cerro La Cunagüa, corre entre el cerro del Monte y el de San Pedro, continua al oeste del cerro la Ceiba, corre hacia el sur por la hacienda La Jagüa y continua su curso al sudeste, pasando al oeste el caserío Julio Antonio Mella y desembocando en la ciénaga oriental de Lanier.
Arroyo Santiago: Nace entre los cerros del Ají, corre al sudeste hasta al pie del cerro la Daguilla, continua su curso al sur para desembocar en la ciénaga oriental.
Al oeste vierten los ríos:
Arroyo Guayabo: Nace al norte de cerro Cristal, muy próximo al embalse Del Medio Las Nuevas, al sur de batey Nuevo, se dirige al noroeste con dirección al norte de los esteros del Pino.
Río Pino o San José: Nace muy próximo al noroeste de la sierra de San José, sigue esta trayectoria y desemboca por los esteros del Pino.
Río Soldado: Nace muy próximo al sudoeste de la sierra de San José, pasa al norte del batey de La Mina de Oro, discurre al oeste por toda la llanura y desemboca por los esteros del Soldado, al sur de la punta de Buenavista.
Río La Majagüa: Nace entre los cerros de San José, al oeste del poblado de La Melvis, se dirige hacia el sudoeste, recibiendo las aguas de un arroyo que se encuentra represado en el embalse Cristal y desemboca por la ensenada de La Majagüa.
Río Los Indios: Nace al nordeste de la sierra de La Cañada, próximo a Sao del Indio; se represa en el embalse Los Indios; sigue su curso al oeste pasando por los lagunatos próximos a la costa cenagosa; desembocando muy próximo a la punta de Los Indios.
Arroyo Itabo: Nace en la sabana, al sudoeste del extremo sur de la Cañada y al nordeste del poblado La Victoria, luego se dirige al sudoeste y desemboca al norte del hotel El Colony.
Ciénagas
Ciénaga de Lanier: El Parque Nacional Ciénaga de Lanier es el segundo humedal en importancia del archipiélago cubano. Se encuentra ubicado en el extremo sur de la Isla de la Juventud, abarca una extensión de 126.000 ha. Y alcanza una longitud de 37 kilómetros entre las ensenadas de San Juan al este y La Sigüanea al oeste. Este lugar ha sido declarado sitio Ramsar; relativo a la conservación y uso racional de estos ecosistemas. Tratado sobre los humedales aprobado el 2 de febrero de 1971.
La Ciénaga posee evidencia de un sitio arqueológico importante de asentamientos de aborígenes.
Se encuentra dividida en dos partes: occidental y oriental. Están separadas de la parte norte por un puente calcáreo, conocido por el nombre de Cayo Piedra. El área donde hay agua dulce se encuentra ubicada en lagunas y pantanos, dispersos en el carso seco donde crece la yana y la cortadera; el resto está ocupado por una vegetación típica del humedal, compuesta por matorrales, sabanas inundadas, bosques semideciduos y de hoja perenne, que incluyen diversos hábitats, como lagunas arrecifales, pastizales marinos, manglares cerca de la costa y una planicie cársica.
Forma un área pantanosa, donde sobresalen zonas emergidas. Tiene un alto número de plantas endémicas y constituye un importante lugar de anidación de distintas especies de quelonios, anfibios, crustáceos, cocodrilos americanos, peces, aves acuática y terrestre.
Otras especies importantes de la fauna del lugar, son: la grulla, el catey, la perdiz y la cotorra; el cocodrilo cubano ha sido reintroducido para su conservación a mayor escala, como el venado introducido en el siglo XVII, los cuales se han integrado muy bien.
Su importancia radica en que es una zona que se conserva en su estado más natural, tiene una marcada atracción para el público y ofrece oportunidades educativas y de recreación ambiental y cultural, además de ser un reservorio de agua dulce.
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