La España de Sánchez se debate entre pobreza energética, tarifazos y la ola de calor

La España de Sánchez se debate entre pobreza energética, tarifazos y la ola de calor

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La imposibilidad de mantener la casa a una temperatura adecuada representa riesgos para la salud, como así también los meses con las temperaturas más altas

Los astros se han alineado en el reino de España. Los tarifazos energéticos, con el consentimiento del Gobierno que lidera Perdro Sánchez, han coincidido sospechosamente con la tremenda ola de calor que cubre la península y gran parte de Europa. Hoy miércoles, gracias a la coalición gobernante, la energía eléctrica ha batido su propio récord histórico al situarse en casi 114 euros el megavatio hora (MWh). Es el tercer máximo histórico consecutivo y pulveriza el récord de 111,88 euros alcanzado ayer martes y los 106,74 euros/MWh  alcanzado el lunes, 9 de agosto. En esta alineación, la energía hidroeléctrica está siendo la clara dominante esta semana del mercado mayorista de electricidad, que determina una parte de la factura de la luz. Toda esta alineación "astral" la encabeza la pobreza energética a la que el Estado español a empujado a sus ciudadanas y ciudadanos, en un contexto pandémico

Pobreza energética y ola de calor

La realidad de muchas españolas y españoles es que en sus casas les da el sol todo el día y les es imposible mantener la temperatura por debajo de los 30 grados. Como es el caso de Marieli de Sevilla, o de Pako en Getaria, de Carlés en Vic, y de tantos otros cientos de miles que tienen como único ingreso mensual la Renta Garantizada de Ciudadanía. La sociedad todavía ve la posibilidad de poderse aclimatar en verano como un lujo", explica Maribel del barrio de Usera en Madrid. Ellas son algunas de las tantísimas personas que ven limitada sus capacidades para mantener los hogares a una temperatura adecuada. Una realidad que a menudo se visibiliza más en invierno pero que también existe en los meses de temperaturas más altas, especialmente en la devastadora ola de calor que ha comenzado este miércoles. 

Según la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, la pobreza energética es "la situación en que se encuentra un hogar en el que no pueden ser satisfechas las necesidades básicas de los suministros de energía, debido a un nivel de ingresos insuficiente", el que se ha visto agravado bajo el paraguas "protector" del Gobierno más "progresista delos últimos tiempos. Pero además, el documento apunta a que la situación de pobreza se ve agravada en aquellas viviendas ineficientes energéticamente hablando. La portavoz de la Alianza contra la Pobreza Energética, María Campuzano, ha reconocido que el fenómeno se visibiliza más en invierno pero reclama que en verano se deben exigir las mismas responsabilidades. "Con las olas de calor se agrava el hecho de no poder pagar facturas y mantener las casas a temperaturas adecuadas", afirma.

Esto todavía se hace evidente en la actualidad, una época con los precios de la luz batiendo sucesivos récords históricos en los días con temperaturas más altas. Hasta el punto de que este miércoles han tocarado techo por tercer día consecutivo, coincidiendo con el inicio de la preocupante ola de calor. Quienes más sufren ésta situación son las personas más pobres, pauperizadas en estos últimos tiempos, y no sólo por su nivel de ingresos. "Las personas con renta baja suelen vivir en edificios poco eficientes", intenta explica.

Muchos, y cada día más, no se pueden permitir el lujo de enchufar un aire acondicionado pero tampoco ni comprarse un toldo. En este sentido, como a muchos les da el sol todo el día, por la noche el piso o la casa sigue siendo una hoguera y les cuesta, hasta conciliar el sueño. dormir. Estos casos son trasladables a aquellas personas que viven en entornos urbanos con mucha concentración de edificios. "Es lo que se conoce como islas de calor'. Los materiales de construcción se calientan durante todo el día y esto hace que si uno vive en calles estrechas, por ejemplo, y con pocos espacios verdes, la temperatura no pueda bajar por la noche", dice Campuzano.

La portavoz del APE insiste en la necesidad de que las administraciones velen por los derechos de las personas que sufren pobreza energética también durante los meses de calor. En este sentido, recuerda el convenio firmado entre la Generalitat de Catalunya, las administraciones y Endesa -en marzo- para evitar los cortes de suministros a personas vulnerables. 

El acuerdo catalán incluye que Endesa deberá responsabilizarse como mínimo del 50% de las nuevas deudas generadas a partir del 1 de enero de 2021. La otra mitad deberá ser asumida por la Generalitat. Se creará un Fondo de Atención Solidaria para evitar la generación de nuevas deudas que dará cobertura en forma de ayudas, atención y apoyo a las personas y hogares acreditadas con informe vigente de servicios sociales como vulnerables económicos o con riesgo de exclusión residencial, con el objetivo de que no se genere deuda.

Efectos sobre la salud y el medio ambiente

La posibilidad de enchufar electrodomésticos para combatir el calor -sobre todo en el caso del aire acondicionado- también abre otro debate: los efectos sobre el medio ambiente. Una preocupación generada en estos últimos tiempos. El consumo de energía eléctrica hace que se libere más dióxido de carbono a la atmósfera y puede contribuir al calentamiento global. "Es un debate que no tenemos resuelto, pero sí tenemos claro que la gente tiene que poder tener su casa a una temperatura adecuada", dice Campuzano. 

La portavoz del APE hace hincapié en los efectos sobre la salud que representa la imposibilidad de alcanzar este objetivo. El calor excesivo y sostenido comporta un aumento en la mortalidad, especialmente en los ancianos, bebés y las personas que tienen patologías crónicas, señala un informe de 2020 de la Agencia de Salud Pública de Catalunya. "El calor elevado y sostenido durante unos días provoca un exceso de mortalidad que varía entre el 12% y el 40% en los países desarrollados", apunta el estudio, que pone como ejemplo la ola de calor que sufrió Catalunya en 2003, entre el 3 y 16 de agosto, donde se superaron en un 53% los valores de mortalidad comparados con los registrados durante las mismas semanas del año 2002.  

La permisividad de un Gobierno

Es evidente, que mientra gran parte de la sociedad sufre los embates de los tarifazos energéticos, de la ola de calor, y en el marco de una pobreza energética hacia donde han sido arrojados, el Gobierno permisivo mire hacia otro lado, y su única preocupación en agenda sea la mesa del diálogo mientras que la multinacionales hacen su agosto.

Y es que el precio al que las multinacionales eléctricas venden cada kW-h no tiene nada que ver con el coste de generación de ese kW-h. Fijan el precio especulativamente para forrarse a costa de las familias vulnerables y de los pequeños negocios. Esto, el progresismo lo sabe y mucho.

Qué ocurre, en paralelo, mientras los vecinos se meten en las fuentes de las plazas para paliar el calor y contraen abultadas deudas inasumibles por las boletas de luz, agua y gas?. Pos bien, es que la energía hidroeléctrica está siendo la absoluta dominadora esta semana del mercado mayorista de electricidad, y que es quien determina una parte de la factura de la luz.

Este miércoles, 11 de agosto, mientras llega la primera ola de calor del año, el precio medio del denominado pool ha alcanzado un récord de casi 114 euros por megavatio hora (MWh), tercero consecutivo, con la hidroeléctrica como tecnología predominante en esta orgia tarifaria.

La espectacular escalada del precio de la luz está discurriendo en paralelo a la subida del gas y los derechos de emisión, los vectores que explican esta subida. El rally se ha agudizado desde que a finales de mayo el Gobierno de coalición progresista propuso un anteproyecto de ley para drenar los beneficios excesivos de hidráulica y nuclear por el encarecimiento del CO2, que estas dos tecnologías no soportan, a diferencia de los ciclos combinados.

En realidad, mis estimadas, el coste del gas y del carbono “son solamente una excusa para que tecnologías que tienen unos costes mucho más reducidos encuentren su oportunidad de fijar elevadísimos precios, que les reportan unos beneficios extraordinarios, propios de un oligopolio y contrarios a un mercado real competitivo. Como decíamos, todo esto ocurre mientras el Señor Sánchez hace que mira hacia otro lado.

Es que además, esta espectacular escalada se ha comido el efecto de las medidas aprobadas por el Gobierno hasta ahora -rebaja del IVA del 21% al 10% en la factura eléctrica y la suspensión temporal en el tercer trimestre del impuesto a la generación eléctrica (7 %)-.

Cuando un oligopolio secuestra un bien de primera necesidad y se pone a especular con él para enriquecerse al tiempo que empobrece a la mayoría del país, el Gobierno tiene la obligación de intervenir. Pero, cuando esas obligaciones son redireccionadas, vulnerando los derechos del Pueblo en pos de intereses empresariales y multinacionales, el Gobierno pasa a ser socio y cómplice del saqueo especulativo.

Es por esto, que el precio de la luz seguirá batiendo récords hasta final de año y la cotización de la electricidad en los mercados mayoristas se disparará a niveles históricos, con previsiones alcistas a corto y medio plazo por la dependencia del gas y por un sistema tarifario que premia las maniobras usurarias de las compañías en connivencia con un Gobierno genuflexo.

Fuentes: Público/elDiario/Nació Digital/


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