LOS TESTIGOS DE JEHOVA Y LA TRINIDAD (segunda parte)

LOS TESTIGOS DE JEHOVA Y LA TRINIDAD (segunda parte)

Frank Morera


6. Argumentos de falsa causa: Reclamar que la doctrina de la Trinidad deriva de fuentes paganas, de la filosofía griega, del emperador Constantino, etc. Estaremos tratando con estos argumentos más adelante en este trabajo.

ALGUNOS ARGUMENTOS BASICOS DE LOS TESTIGOS DE JEHOVA

1. La palabra “Trinidad” no está en la Biblia. Con este tipo de afirmación expresado en varias de sus publicaciones, la Watchtower inyecta en sus lectores la idea de que si la palabra no se encuentra en la Biblia, entonces la idea que la palabra transmite no puede estar presente. Ya el argumento ha sido refutado con cosas por este estilo:

“Omnisciencia” tampoco está – sin embargo, ningún sectario va a negar que Dios es omnisciente, porque la Biblia lo afirma con otras palabras, de modo que no hay ninguna duda. “Teocracia”, que significa “gobierno de Dios”, es la forma en que Dios gobernó a Israel desde la salida de Egipto hasta el final de la época de los jueces (450 años aprox.), tampoco está en la Biblia — Los Testigos de Jehová dicen que ellos forman una organización teocrática.

Todas estas palabras expresan conceptos claramente definidos a través de la Biblia aunque las palabras en sí no están plasmadas en la Escritura. Esto rinde el argumento de los testigos de Jehová a merced de la ridiculez.

2. Si la Trinidad fue enseñada por Jesús y sus discípulos, hubiera aparecido totalmente formada (la doctrina) en el primer siglo.

El desafío anterior aparece en la revista Atalaya de noviembre 1, 1991, p. 21. El reto continúa en la misma página, exigiendo que el cristiano les muestre dónde en el Nuevo Testamento, la doctrina de la Trinidad es expresada sistemáticamente o definida en su forma final.

La trampa está en demandar o exigir que la doctrina de la Trinidad aparezca en el Nuevo Testamento totalmente formada. Si no es así, entonces la doctrina no aparece para nada. Lo que se evita discutir es si la doctrina puede o no encontrarse en el Nuevo Testamento en la etapa de su “infancia”.

El objetivo final de argumentos como estos es hacerle pensar al lector que la Trinidad no está en la Biblia y que fue inventada o creada por la iglesia católica.

Es la misma falacia cometida por el liberal Alvan Lamson en 1869. Por supuesto que Lamson, así como los Testigos de Jehová, no tenía el menor concepto del comienzo y el desarrollo de la doctrina.

El Surgimiento y Desarrollo de la Doctrina

La Teología es el lenguaje vivo de la iglesia. Este se profundiza y se enriquece con el paso del tiempo. La revelación progresiva encontrada en la Biblia requirió, naturalmente, una progresión de doctrina en la historia.

La gente de Dios siempre buscó profundizar en lo que Dios ha revelado. Esto significa que los formulaciones post–bíblicas de la Trinidad deben ser apreciadas como parte de la progresión histórica de la doctrina que fue revelada originalmente en el Nuevo Testamento. La formulación de la doctrina de la Trinidad es la flor que se abrió del capullo que se encuentra en la Biblia.

Como en todo proceso, tenemos un comienzo y luego el desarrollo. La Trinidad no fue una doctrina tardía. La Iglesia siempre creyó en la Trinidad — ¿Por qué lo comenzó a declarar oficialmente en el concilio de Nicea? Porque hasta ese entonces no fue necesario hacerlo oficial.

Cuando los errores se introducen, los concilios se tienen que reunir para definir las doctrinas. La persona de Cristo estaba siendo atacada en su deidad y entonces se convocó el concilio. Si un grupo de teólogos hubiera atacado la persona de Adán, la Iglesia hubiera respondido con una doctrina acerca de quién es Adán bíblicamente. La persona de Jesucristo fue atacada, la iglesia defendió la deidad de Cristo, y por consiguiente, la doctrina de la Trinidad comenzó a ser definida, bien sencillo.

Otros atacan la doctrina diciendo que la Trinidad no surgió hasta el Concilio de Constantinopla, en 381 d.C., otros van más adelante, hasta el credo de Atanasio. Cometen el fatal error lógico de confundir el origen de una doctrina con sus formulaciones posteriores. Algunos llegan a argumentar que la doctrina fue inventada cuando la palabra “Trinidad” se usó por primera vez. En realidad, hasta demandan que los autores del Nuevo Testamento tienen que haber usado terminología aun no desarrollada en sus días. Esto es ridículo. Es ingenuo esperar encontrar la terminología final de la formulación de la doctrina en las páginas del Nuevo Testamento.

Al decir que la doctrina de la Trinidad fue creada en cierto punto de la historia y que no existió hasta ese entonces, los Testigos de Jehová cometen el argumento del suicidio. Paso a explicarme, para que la doctrina de la Trinidad fuera definida o formulada y defendida contra herejes que la atacaban, es obvio que la doctrina ya existía.

¡Los herejes primitivos estaban atacando algo! Estaban, obviamente, desafiando doctrinas (Trinidad, Deidad de Cristo y Espíritu Santo) que ya estaban en existencia. En otras palabras, los herejes estaban poniendo objeciones a algo que la Iglesia ya creía. El hecho de que la Iglesia

defendió la Trinidad al definirla detallada y cuidadosamente a los efectos de responder a los herejes, y al desarrollar terminología nueva como parte de la defensa, prueba que la Iglesia creyó en la Trinidad desde el principio.

3. Como el Concilio de Nicea no declaró que el Espíritu Santo es una persona o es Dios, es obvio que la Iglesia primitiva no creía que el Espíritu Santo era una persona o era Dios (o la tercera persona de la Trinidad).

Este es un argumento basado en el silencio. Partiendo del silencio, todo lo que se puede probar es el silencio. Reclamar que la iglesia no creía en la deidad del Espíritu Santo porque no trató con el tema en particular, es lógico.

Sin embargo, debemos señalar que el Credo de Nicea luego de expresar a creencia en el Padre y en el Hijo, continúa diciendo “Creemos en el Espíritu Santo”. Obviamente, el Espíritu Santo fue afirmado como parte de las creencias centrales del cristianismo.

Debido a que lo que motivó el llamado al concilio fue la negación de la deidad de Cristo, la reunión no trató con el tema del Espíritu Santo. Una vez que el tema central que convino el concilio fue resuelto, más adelante en el Concilio de Constantinopla se reafirmó que la Iglesia siempre creyó y adoró al Espíritu Santo como la tercera Persona de la Santa Trinidad.

4. La doctrina de la Trinidad es de origen pagano.

En los últimos 200 a 300 años los antitrinitarios, al unísono, han argumentado que la Trinidad tiene su origen en creencias paganas. Sostienen que varias nociones religiosas de culturas paganas influenciaron a los cristianos — citan a los babilonios, los egipcios, asirios, hindúes y budistas, y dicen que todos ellos tenían en su sistema de creencias tríadas de dioses que eran los primeros en rango de una serie interminable de dioses.

Es cierto que estas religiones tenían triadas de dioses, pero todas estas tríadas eran constituídas por tres dioses separados, lo que es diferente a la doctrina de la Trinidad, que afirma que existe un solo Dios, pero existen 3 personas dentro de la deidad. La diferencia entre los conceptos es tan grande que a uno se le llama politeísmo (creencia en varios dioses) y al otro se le llama monoteísmo.

El argumento de los Testigos de Jehová está basado en las arenas movedizas de dos falacias lógicas. Primero, cometen la falacia de equivocación al usar la palabra “tríada” como sinónimo de “Trinidad” (¿Debería creer usted en la Trinidad?, p. 9). La palabra “Trinidad” en la teología cristiana se refiere al Dios infinito/personal y eterno existente en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. La palabra “tríada”, usada por los arrianos, significa cualquier grupo de tres dioses o diosas paganos y finitos. No existe relación ninguna entre el Dios infinito de los cristianos y los dioses finitamente limitados de los paganos. Segundo, al pretender establecer la relación, los testigos cometen la falacia de categoría.


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