HASTA EL ÚLTIMO UCRANIANO
REDCOM
El excomandante de las tropas yankys en Europa, Ben Hodges, ha declarado durante una entrevista, que Ucrania debe movilizar al mayor número posible de ciudadanos: tanto a los que se han quedado en el país como a los que se han asentado en Europa.
"En este momento, hay demasiados hombres y mujeres en edad militar paseándose por Ucrania que deberían estar en el Ejército. Y hay otros miles de ucranianos, hombres en edad militar, que se han asentado en Alemania, Polonia y Rumanía. Ucrania tiene que ajustar su sistema de reclutamiento y llamar a esos hombres y mujeres, sanos y físicamente capacitados, al servicio", sentenció Hodges.
Paralelamente, el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umérov, anunció que Kiev tiene planeado reclutar a los ucranianos que actualmente viven en el extranjero.
"Queremos que se haga justicia para todos porque se trata de nuestro país. Les enviaremos una invitación", dijo el ministro, subrayando que las autoridades ucranianas todavía están discutiendo qué va a suceder si los destinatarios no se presentan voluntariamente.
Mientras tanto, en las redes sociales ucranianas se difunde la información de que los tres hijos de Rustem Umérov son ciudadanos estadounidenses que evidentemente no serán movilizados. Además, a la familia del ministro de Defensa de Ucrania le pertenece un apartamento de 137 metros cuadrados en el estado de Ohio.
Esta información surgida en RRSS no condice con las propias palabras del Ministro de Defensa ucraniano, quien ha asegurado que: "quien no cumpla con la solicitud se enfrentará a sanciones".
Lo cierto, es que el ejército ucraniano quiere movilizar entre 450.000 y 500.000 soldados más para contrarrestar el avance constante de las Fuerzas de la Federación Rusa. Sin embargo, las condiciones marco financieras y políticas son prácticamente nulas en estos momentos. El Congreso de los EEUU ha negado rotundamente la ayuda financiera a Ucrania.
Por su parte, el presidente Volodymyr Zelensky calificó la movilización como un “tema delicado”, dada la falta de presupuesto genuino para tamaña movilización.
Con este pedido de nuevos reclutamientos, a como de lugar, queda evidenciada la pérdida no blanqueada de una fortísima cantidad de mano de obra ucraniana en el frente de combate. Algunas fuentes cifran las pérdidas de fuerzas ucranianas en un número que se aproxima al millón de soldados, Otras rondan los 800.000, 600.000 y las más conservadoras, como el Pentágono, en 150.000. Si esta última cifra fuera verdad, ¿por qué la necesidad de llamar a filas a 500.000 nuevos reclutas sin adiestramiento previo? Quizás, la política estadounidense de exterminar hasta el último ucraniano, tenga otras razones ocultas.