Game

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No soy muy fan de los juegos, pero acompañando a mi novia en una clínica en Barranquilla (ella se fracturó el tobillo), me aburría entre visitas y esperas. Me puse a buscar cosas en el celular y caí en mines demo. Me pareció relajante, algo que no exige estar horas frente a la pantalla. Tuve una racha curiosa: tres pérdidas, luego cinco aciertos seguidos. Lo suficiente para pagar el taxi de regreso y el almuerzo. No es para volverse rico, pero entretiene bien.

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