FUBA World Cup '23

El pasado 16 y 17 de septiembre se celebró la VIII Edición de la FUBA World Cup en Helsinki.

FUBA es un juego de tablero que pretende simular un partido de fútbol de forma ágil y dinámica, y que una vez le coges el tranquillo puede jugarse prácticamente en tiempo real: unas 2 horas por partida.

Para entendernos deprisa y corriendo, es como jugar un partido desde la mente de un entrenador, eligiendo la formación más adecuada según tu estilo de juego (4-3-3, 4-4-2, 5-3-2, 4-5-1, etc.) y en el que maniobrar para obtener superioridad en las diferentes zonas del campo es una de las premisas fundamentales del sistema.

Cada jugador tiene entre 1 y 3 acciones por turno, dependiendo de su formación inicial y de dónde se encuentre el balón en el campo.

El lugar donde tuvo lugar el torneo era una auténtica maravilla: Una auténtica casa de madera de principios del siglo XX.

El espacio interior era también perfecto para jugar, con mucha luz y todo perfectamente organizado desde el día anterior.

Todos los partidos se jugaron con la versión customizada con miniaturas, y lo cierto es que los equipos y el estadio central eran todo un espectáculo para la vista.

Y al mando de todas las operaciones, el propio diseñador del juego: Hannu Uusitalo. Diseñador también de otra joya como el W1815 y todo un encanto de persona que siempre estuvo atento en todo momento para responder cualquier duda.

Pero vamos al turrón...

Yo llevé al Celta de Vigo de mis amores y elegí una formación inicial 4-5-1 en todos los partidos (se puede ir modificando según vas haciendo sustituciones o en el descanso).

Mi estrategia de inicio era clara: Dominar el centro del campo y jugar a controlar el balón y hacer llegadas rápidas desde medio campo a la frontal del área o directamente al área.

Lo cierto es que el sistema me funcionó bien en casi todos los partidos de la fase preliminar, salvo en uno que me vi sorprendido por una habilidad especial que me restaba continuamente acciones en el medio campo y que acabé perdiendo por 0-1.

Aún así, con dos victorias (5-2 y 2-0) y un empate (3-3) conseguí acabar primero la fase preliminar por diferencia de goles.

El sistema de puntuación utilizado para el torneo fue el suizo, jugando 5 rondas entre 9 jugadores. Podríamos decir que las primeras cuatro partidas fueron rondas clasificatorias y luego la quinta ya fue un partido entre 1º y 2º por el campeonato, entre 3º y 4º por el tercer puesto, etc.

Especialmente memorable fue mi empate a 3 contra la Roma en el minuto 92 del partido, gracias a que tuve la suerte de conseguir una habilidad extra que me permitió realizar una acción adicional a la salida de un corner y que mi portero (que había subido a rematar a la desesperada) metiera un golazo desde fuera del área.

En la final lo cierto es que no tuve ninguna opción ante un jugador bastante más experto que yo que de nuevo tenía como una de sus habilidades especiales la que más pupa hacía a mi estrategia de intentar dominar el medio campo, como ya me ocurrió en mi derrota de la primera fase.

Perdí 2-4, aunque después de llegar al descanso con un marcador adverso de 0-3 llegué a colocarme 2-3, pero el 2-4 a pocos minutos del final hacía prácticamente imposible la remontada.

En cualquier caso, tremendamente satisfecho con todo lo que aprendí y sobre todo con ver las enormes posibilidades que tiene el juego en todos los sentidos.

Es increíble lo bien que consigue transmitir la tensión que debe sentir un entrenador desde el banquillo, viendo cómo sus jugadores siguen con mayor o menor acierto su estrategia e indicaciones.

La tensión se masca en todo momento y puedes notar como los equipos van reculando a la hora de mantener un buen resultado mientras el oponente se lanza con todo sobre tu área para intentar empatar o remontar.

Con esto quiero decir que es un juego en que la psicología influye también lo suyo. Y, por supuesto, el azar. Si llegas cinco veces en una posición inmejorable para marcar y sacas siempre un 1 en la tirada de gol, no vas a marcar. Por contra, si llegas una sola vez al área contraria o sus cercanías y consigues generar una situación de juego en la que con un 6 sea suficiente para anotar, será gol si el dado te sonríe.

Mención aparte merecen los eventos y habilidades especiales de cada equipo, que aumentan la incertidumbre y pueden dar lugar a situaciones que te obligan a estar atento en todo momento y ocasión.

En cualquier caso, y más en un torneo, el mejor jugador acaba imponiéndose. Y así fue con Aki Levonius, más que merecido campeón.

Un servidor iba con la intención de no perder todos mis partidos, así que cómo os podéis imaginar me volví más que feliz con mi Celta de Vigo y su hinchada.

En resumidas cuentas, una experiencia espectacular y que si todo va bien se repetirá en septiembre de 2024 en Madrid.

Para entonces ya estará disponible la 4ª edición con manual multilingüe (inglés/español/italiano/alemán) que saldrá al mercado en los próximos meses.

Mi recomendación personal: Agarrad esa nueva edición os guste el fútbol o no porque vais a pasar un rato más que divertido. Y, quién sabe, incluso ganar el próximo Mundial!!