Estemos pendientes de la proclamación de “paz y seguridad” (1 Tes. 5:3)

Estemos pendientes de la proclamación de “paz y seguridad” (1 Tes. 5:3)

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Leonard Myers

Estamos deseando que se cumpla lo que dice 1 Tesalonicenses 5:3, ¿verdad? Antes de que empiece el día de Jehová, las naciones anunciarán “¡Paz y seguridad!”, y entonces vendrá una “destrucción repentina”. Vamos a recordar esta mañana algunos puntos importantes de esta profecía, y veremos lo que significa para nosotros. Busquemos en la Biblia 1 Tesalonicenses 5. Esta profecía se la escribió el apóstol Pablo a los cristianos de Tesalónica alrededor del año 50. Primero veamos lo que dice Pablo sobre la actitud de estos cristianos en el versículo 1, 1 Tesalonicenses 5:1: “Hermanos, no necesitan que se les escriba nada sobre los tiempos y las épocas”. La actitud de estos cristianos fue ejemplar. Fueron un buen ejemplo para los cristianos de su época, y también lo son para nosotros hoy día. Podemos imitar a aquellos cristianos estando conscientes del tiempo en el que vivimos, estando muy pendientes de lo que Jehová hará y evitando distraernos. ¿Por qué es esto tan importante? Leamos el versículo 2: “Porque ustedes saben muy bien que el día de Jehová vendrá exactamente como un ladrón en la noche”. El día de Jehová es el periodo de tiempo que comenzará con la destrucción de la religión falsa y terminará en la guerra de Armagedón. “Como un ladrón en la noche” —o sea, inesperadamente—, la destrucción llegará cuando menos se la esperen. Hasta los cristianos verdaderos, que la están esperando, puede que se sorprendan cuando empiece. Pero estaremos preparados, ¿por qué? Porque, como somos cristianos verdaderos, nos mantenemos “a la expectativa”, como dice el comentario del texto de hoy. Por otro lado, para este mundo será mucho más que una sorpresa. Fíjense en lo que dice el versículo 3: “Cuando ellos estén diciendo ‘¡Paz y seguridad!’, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores de parto de una mujer embarazada, y de ninguna manera escaparán”. Esta idea de conseguir la paz mundial o de ir tras ella no es algo nuevo. ¿Qué pasó después de las dos guerras mundiales? Las naciones querían la paz. Por eso, después de la Primera Guerra Mundial, se formó la Sociedad de Naciones. Y, tras la Segunda Guerra Mundial, la gente confiaba en que las Naciones Unidas lograrían la paz. Los gobiernos y los líderes religiosos pensaban que estas organizaciones eran la solución. Muchos recordarán que en 1986 las Naciones Unidas declararon el Año Internacional de la Paz. Gobiernos y líderes religiosos se unieron a la Iglesia católica para orar por la paz. Pero ni aquella proclamación de “paz y seguridad” ni las siguientes han cumplido la profecía de 1 Tesalonicenses. ¿Por qué no? Bueno, por un lado, la predicha destrucción repentina no ha ocurrido aún. Además, el cumplimiento tiene que ser lo suficientemente llamativo como para que quede claro que se está cumpliendo una profecía inspirada por Jehová. La proclamación de “paz y seguridad” tiene que ser algo fuera de lo común, muy diferente a todos los esfuerzos que se hayan hecho por lograr la paz. Pero, independientemente de cómo sea la proclamación o de lo convincente que suene, la paz no será real. El mundo seguirá bajo el dominio de Satanás. Y la verdad es que las proclamaciones de paz no producirán cambios reales en las personas. No pueden hacer que se amen unos a otros, eliminar la delincuencia ni acabar con las enfermedades ni la muerte, cosas necesarias para lograr la auténtica “paz y seguridad”. La proclamación de “paz y seguridad” no significa que este viejo mundo vaya a mejorar. 2 Timoteo 3:13 dice que “los malvados y los impostores” irían ¿a qué? ¿A mejor? No. Irían “de mal en peor”. No se predice ninguna mejora. Es triste, pero muchas personas se dejarán engañar cuando escuchen “¡Paz y seguridad!”. La destrucción llegará cuando menos la esperen, cuando estén centrados en la esperanza de “paz y seguridad”. Pero a los siervos de Jehová no nos engañarán. ¿Se acuerdan de esta imagen? Apareció en <i>La</i> <i>Atalaya</i> de octubre de 2019. Y la descripción de la imagen nos cuenta lo que está pasando. Dice: “La noticia que aparece en la televisión de que se ha conseguido ‘paz y seguridad’ despierta el interés de los clientes de una cafetería”. Pero fíjense en el centro de la imagen, ¿qué está sucediendo? La descripción continúa: “Este anuncio no engaña a una pareja de Testigos que ha parado para descansar durante la predicación”. A nosotros no nos engañarán, porque cuando Dios habla lo escuchamos. Cuando él habla lo escuchamos. ¿Y qué nos dice Dios? En Salmo 4:8, David por inspiración escribió: “Me acostaré y dormiré en paz, porque solo tú, oh, Jehová, haces que viva seguro”. La auténtica paz y seguridad viene solo de Jehová. Cualquier declaración de “paz y seguridad” que no esté relacionada con el Reino de Dios es falsa. Vale lo mismo que el dinero falso. Con ese tipo de paz no se consigue nada en absoluto. ¿Cómo nos ayuda entender el significado de esta profecía? Veamos el versículo 4: “No están en oscuridad como para que ese día los sorprenda del mismo modo que el día sorprendería a unos ladrones”. A diferencia del resto del mundo, nosotros sabemos en lo que acabará todo esto. No estamos en oscuridad, Jehová nos ha dicho lo que va a pasar. De hecho, es todo un honor, que Jehová nos haya dado por adelantado una visión general de lo que sucederá en el futuro. ¿Verdad que esto es una muestra del amor que Jehová nos tiene? Creo que un comentario que apareció en la <i>¡Despertad!</i><i> </i>hace años destaca esto muy bien. Una sucursal recibió una carta de un monje católico de 77 años en la que decía: “No estoy de acuerdo con todo lo que […] creen, pero lo que he leído […] en <i>La</i> <i>Atalaya</i> me obliga a reconocer que le han tomado bien el pulso a los tiempos en que vivimos. […] Dan una explicación auténtica y valerosa de las palabras de […] 1 Tesalonicenses 5:3”. Y comentó algo más. Dijo que en su iglesia no se explica este texto. Y añadió: “Nadie puede discutir que el espíritu santo opera en los testigos de Jehová”. ¡Qué bueno es Jehová, que nos ha permitido saber lo que sucederá! Así que, como no estamos en oscuridad sobre lo que pasará en el futuro, ¿qué más tenemos que hacer?, ¿qué se espera de ti y de mí? Versículos 6 y 8: “No nos durmamos como hacen los demás. Quedémonos despiertos y mantengamos nuestro buen juicio”. Versículo 8: “Pero nosotros, que le pertenecemos al día, mantengamos nuestro buen juicio y pongámonos la coraza de la fe y el amor, y el casco de la esperanza de la salvación”. Cuando aquí dice “no nos durmamos”, Pablo se refiere a los cristianos verdaderos, a los que están al tanto de cuál es el propósito de Dios y están dispuestos a seguir su guía. “Los demás” de los que habla aquí, quizás supuestos cristianos, están dormidos espiritualmente y no creen que vendrá una destrucción. El versículo 8 compara a los siervos de Dios con soldados bien entrenados, que están atentos, que llevan puesta la armadura y que están listos para obedecer cualquier orden que les dé su superior. Nosotros no somos como los soldados que se quedan durmiendo en momentos de peligro y de urgencia. Y, aunque no sabemos exactamente cuándo será el anuncio de “paz y seguridad”, eso no significa que no tengamos que estar alerta. De hecho, con mayor razón todos nosotros tenemos que estar alerta, despiertos y listos. Como no sabemos el día exacto, tenemos que estar listos todos los días. ¿Qué hemos visto? Podemos imitar a los tesalonicenses estando conscientes del tiempo en el que vivimos, muy pendientes de lo que Jehová hará y evitando distraernos. Independientemente de cómo sea el anuncio de “paz y seguridad” o de lo convincente que suene, la paz no será real. No nos engañarán, porque cuando Dios habla lo escuchamos. Y, aunque no sabemos cuándo llegará la proclamación, seguimos alerta. No saberlo aumenta la necesidad de estar preparados. Que todos sigamos listos y alerta, porque la proclamación de “paz y seguridad” está cada vez más cerca.

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