Eran como estrellas
Juan Mt
Este obsequio no es un remedio para las tristezas y tampoco un amuleto que mantenga el miedo a raya ¡y qué bueno! Porque se necesita saber de la aflicción y el temor para sentir al corazón, al nuestro, que late bonito.
Hoy durante el día vi el cielo como nunca antes. Tenía la costumbre de notarlo azul; a veces con nubes blancas, a veces con aves presurosas, incluso con tímidas estelas de avión pero hoy la historia de mi cielo tuvo un cambio en su narrativa viva porque tuve que agregar un par de estrellas a plena luz, a total brillo.
En un principio creí que alucinaba, que me faltaba agua o que debía tallar mis ojos, ¿había sido presa de un espejismo? Parecía que no, puse un poco más de atención y ahí seguían esas estrellas refulgentes y cálidas con el color capturado de granos de café tostado. Formaban constelaciones entre polvo estelar y de césped, mientras titilaban entre un ir y venir de mariposas con alas de metal.