El principio de Dilbert

El principio de Dilbert


PROLOGO EL GRAN ESTRENO

Página 2 de 149


PROLOGO



EL GRAN ESTRENO


En estos tiempos que corren parece que cualquier imbécil con una computadora portátil es capaz de parir un libro y hacerse de oro. Y esto es precisamente lo que yo espero hacer. Sería una auténtica decepción que esta moda cambiara antes de que mi obra maestra llegue a la imprenta.

Como algunos de ustedes ya sabrán, me dedico principalmente a dibujar tiras cómicas. Para un caricaturista, escribir un libro entero supone un auténtico reto, ya que se nos entrena para ser breves. Todo lo que he aprendido a lo largo de mi vida se puede reducir a un puñado de chistes ingeniosos, varios de los cuales ya he olvidado.

Seguro que se sentiría algo inquieto si comprara un libro voluminoso y sólo encontrara en él una docena de chistes ingeniosos, y más todavía si algunos de éstos le parecieran «de relleno». Así las cosas, mi «plan maestro» consiste en repetirme hasta el hastío para ocupar más espacio. En el mundo del marketing esto se llama «valor añadido». Y para aumentar el placer de su lectura, incluiré un montón de metáforas traídas por los pelos y completamente innecesarias. De hecho las metáforas en este libro son tan inútiles como un cenicero en una moto [1].

Ir a la siguiente página

Report Page