El horror según Lovecraft (vol. I)

El horror según Lovecraft (vol. I)


Rudyard Kipling

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Rudyard Kipling

EL «RICKSHAW» FANTASMA

(The Phantom Rickshaw, 1888)

Dentro de la vasta obra narrativa de Joseph Rudyard Kipling (1865-1956), ampliamente difundida a raíz de que se le concediera el Premio Nobel en 1907, probablemente lo mejor resida en sus numerosos cuentos, entre los que no faltan algunos del género espectral, de tanta tradición en las islas británicas. Casi todos ellos formaron parte de la serie de cuentos primerizos acerca de la vida y costumbres de la India, que escribió en sus años mozos de aprendizaje literario a su regreso al país que le vio nacer. Lo fantástico surge en ellos del enfrentamiento de dos mundos tan opuestos y de tradiciones y presupuestos éticos tan diferentes: lo que Louis Vax llama «culminación natural de una tensión insoportable».

«El “rickshaw” fantasma», incluido por vez primera en la colección de relatos «Wee Willie Winkie», combina astutamente el cuento de fantasmas Victoriano con el relato psicológico moderno. La acertada síntesis de pasado y futuro es lo que le confiere al cuento, pese a los «omnipresentes manierismos» que Lovecraft le recrimina sin menoscabo de su maestría, ese tono tan convincente que bascula sutilmente entre la interpretación patológica (alucinaciones y obsesiones de un maníaco) y la meramente fantástica. El fantasma que en él nos propone Kipling es bien diferente de los habituales. No solamente se aparece a plena luz del día, con total desprecio a todas las normas clásicas, sino que presenta un aspecto insólito: es el espectro recompuesto de un objeto destrozado, mucho más terrorífico e inquietante que cualquier otra aparición humana a la que estábamos acostumbrados.

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