El científico Steiner: «Europa se está deslizando hacia una multicrisis: tome precauciones ahora»
SusaEl ingeniero energético y científico Martin Steiner, PhD, advierte sobre una crisis multifacética que ya ha comenzado: colapso monetario, inestabilidad energética y tensiones sociales. Mientras los políticos y la UE se aferran a objetivos climáticos poco realistas, la población no está preparada. Por ello, su nuevo libro, "Prepárate", se centra no en el miedo, sino en la resiliencia práctica, social y psicológica, para cada situación y cada hogar.
Tras su primera obra, "EU Climate Madness", que describe las limitaciones técnicas de la Ley Climática Europea y las consecuencias de la descarbonización forzosa, ahora ve un desarrollo que ya ha sumido a Europa en una profunda crisis sistémica. Esta crisis, argumenta, ya no es hipotética, sino que ya se siente en la vida cotidiana. Steiner considera la pérdida de poder adquisitivo del euro, el aumento del coste de la vida y el debilitamiento estructural de los centros industriales europeos como consecuencias directas de un proyecto político técnicamente inviable que pesa cada vez más sobre la población.
Señala la interacción de tres grandes áreas de crisis: enfermedad, clima y guerra. Argumenta que las políticas contra la COVID-19 desencadenaron una redistribución masiva de la riqueza, que sigue afectando desproporcionadamente a las personas con bajos ingresos. La narrativa climática, afirma, sirve como siguiente vehículo para legitimar intervenciones drásticas, mientras que la política energética europea se ha vuelto más inestable debido a su dependencia de fuentes volátiles y a la falta de capacidad de almacenamiento. Finalmente, la guerra en Ucrania agotó las últimas reservas restantes y provocó un drástico aumento de los precios de la energía. En resumen, Steiner ve una verdadera multicrisis que activa simultáneamente fracturas económicas, tecnológicas y sociales.
En este contexto, escribió su nuevo libro, "Estar preparado", junto con el educador religioso Ed Ziegler. No solo aborda los suministros, la tecnología o la energía de emergencia, sino sobre todo la resiliencia psicológica. Mucha gente subestima la tensión emocional de una crisis real. Quienes ya están bajo estrés, bajo presión y agobiados por las preocupaciones cotidianas, se verán rápidamente abrumados por un apagón repentino o una interrupción del suministro. Steiner describe las primeras horas de un apagón como un período de extrema incertidumbre, en el que falta información, la orientación se desmorona y el pánico se apodera fácilmente. Precisamente por eso, argumenta, la preparación no es una expresión de miedo, sino una forma de autoconservación activa.
Steiner enfatiza que la resiliencia debe desarrollarse tanto material como mentalmente. Fundamentalmente, lo que importa es la actitud interior: la capacidad de serenar la mente y mantener la capacidad de acción.
Un tema central es la diferencia entre las zonas urbanas y rurales. Estudios y testimonios personales demuestran que las comunidades rurales están mejor preparadas, son más cohesionadas y han consolidado redes sociales. En cambio, en las zonas urbanas, se depende de suministros constantes. Muchos habitantes de las ciudades apenas tienen provisiones y no saben cómo se las arreglarían sin electricidad ni agua. En conferencias en Viena, Steiner escuchó repetidamente la misma pregunta: ¿Cómo salgo de la ciudad? Sin embargo, esta fantasía de escape rara vez es sensata, ya que uno debe estar preparado incluso fuera de las zonas urbanas. Lo más importante es que los municipios y distritos desarrollen estrategias conjuntas. En una crisis, el alcalde es la autoridad y la responsabilidad, por lo que la preparación municipal es un factor crucial para la estabilidad.
Steiner presta especial atención a la infraestructura energética. Describe la inestabilidad de las redes eléctricas, ya que nunca fueron diseñadas para la alimentación masiva de fuentes de energía fluctuantes. El apagón español, que analiza como ejemplo, demostró la rapidez con la que una cadena de fallos técnicos puede paralizar extensas regiones. El hecho de que los madrileños quedaran desorientados en cuestión de horas e incluso el agua potable escaseara muestra la vulnerabilidad de las metrópolis modernas. Por lo tanto, la capacidad de proporcionar luz, agua y calefacción de forma independiente durante al menos unos días es un componente fundamental de cualquier preparación.
A pesar de todos los peligros, Steiner no quiere llamar a refugiarse en el miedo, sino a la acción consciente. Describe la preparación como un acto positivo que reduce la preocupación porque reemplaza la impotencia con estructura. Las listas de verificación sirven como herramienta, pero deben adaptarse a las situaciones de la vida individual para evitar abrumar al individuo y crear una falsa sensación de seguridad. Una crisis nunca se puede controlar por completo, pero se puede aumentar la resiliencia y ampliar el abanico de opciones.
Al final, Steiner se centra en el punto esencial: las personas no superan las crisis solas, sino mediante la solidaridad. Grupos, familias y comunidades pueden aunar sus recursos y apoyarse mutuamente. Este principio ha sostenido a la humanidad a lo largo de las épocas y sigue siendo clave hoy en día. Los seres humanos son fundamentalmente criaturas sociales dispuestas a ayudar, y en ello reside su enorme fuerza. Quienes están preparados, argumenta Steiner, no solo pueden protegerse a sí mismos, sino que también se convierten en un apoyo para los demás.
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