'El Rey de La Habana'

'El Rey de La Habana'

Tito Rodriguez

Hoy hablaremos de un drama sobre la Cuba del los años noventa (de alrededor de 1997) basada en la novela homónima del relevante escritor cubano, periodista, pintor, poeta, referencia del realismo sucio cubano: Pedro Juan Gutiérrez (n. Matanzas, Cuba, 27 de enero de 1950) quien en 1998 diera vida a su libro Trilogía Sucia de La Habana convirtiéndose en un éxito de crítica y público.
El rey de La Habana es una coproducción española-dominicana del 2015, dirigida por el español Agustí Villaronga e interpretada por Maikol David, Yordanka Ariosa y Héctor Medina.

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Sinopsis
En la Cuba de los años noventa, Reinaldo "El Rey" (Maykol David Tórtola) trata de sobrevivir en las duras calles de La Habana tras escapar de un centro correccional. En su pelea diaria conoce a Magda (Yordanka Ariosa) y Yunisleidy (Héctor Medina), dos supervivientes de la calle como él, en quienes encuentra cobijo entre los brazos de la una y la otra. Mediante la esperanza, el amor, el ron, la pasión y el sexo desenfrenado Reinaldo tratará de evadirse de la miseria material y moral, así como de los desencantos de la vida.

Héctor Medina//Maikol David

La opinión
La ironía y la comedia funcionan bastante bien en este filme una vez memorizado su título, que recurre constantemente al inconsciente a partir de cada escena donde los personajes pretenden buscar qué hacer, para eventualmente volver a caer en la miseria. Una fórmula continua que se sopesa con una estructura narrativa correcta, con líneas de guión memorables que emanan verdades, no como las del retrato de La Habana Vieja (arreglado de modo remarcable por la dirección artística de Alain Ortiz) prácticamente irreconocible si no se mencionase su nombre.

Aún cuando la dirección cumple a su modo mediante una tibia adaptación del libro homólogo (suponiendo), cabe destacar lo reluciente, cual verdadera reina en modo actuación magistral, de Yordanka Ariosa, metida completamente en su papel brindando un aire de naturalidad y resaltando, de lejos, lo más cubano del filme.

La poesía visual se hace presente en no pocas escenas y ciertos diálogos revelan aspectos de la cruda realidad en la vida del cubano de a pie en esos años tan difíciles que pudieran tener vigencia hoy día. No obstante no se trata de un mero repaso a algo tan trillado como la crítica social y política, como parte de una reinterpretación del movimiento del nuevo cine latinoamericano, sino de un trasfondo psicológico marcado por una infancia de padres ausentes sumándole una predisposición a la violencia y el afán de posesión, desencadenada a raíz de eventos traumáticos relacionados con la muerte, lo que explicaría el comportamiento del protagonista cuya evolución en pantalla se deja notar muy a pesar de las apariencias (algo tímidas pero justificables) y provocaciones extras que su director decidió añadir.

El Rey de La Habana no es más que la odisea delirante de un joven cuya mentalidad pesimista se ve agitada por factores externos a medida que se pierde dentro del mar de la propia miseria humana en la búsqueda de un propósito en la vida.

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