El "Castillo Ambulante" de Shandong - China

El "Castillo Ambulante" de Shandong - China

Mister Roboto
Se alquila séptimo piso sin ascensor

Hoy vamos a hablar de la conmovedora historia de Hu Guangzhou, un granjero chino que padece una extraña enfermedad mental y que construyó una casa de 7 pisos con sus propias manos en la provincia de Shandong, al este de China.

Cuando era joven, Hu era un chaval sano y cuerdo con un gran apego por sus dos hermanos, sin embargo contrajo una grave fiebre que lo dejaría trastornado (e incapacitado) el resto de su vida. Desde entonces, Hu vive de unos subsidios gubernamentales que recibe cada tres meses y de los panecillos gratis que le proporciona un comercio local.

Unos años más tarde sus hermanos decidieron irse a la ciudad para buscar nuevas oportunidades. Antes de partir le prometieron a Hu que iban a ahorrar dinero cada mes y que una vez hubieran ganado suficiente, regresarían para construir una casa en la que vivirían todos juntos y formarían una gran familia.

Como un juego de jenga, la casa de Hu crecía a lo alto aprovechando su pequeña parcela de tierra

Mientras Hu esperaba pacientemente su regreso en su aldea natal, el menor de los hermanos murió en un accidente de tráfico. Una mañana llegaba tarde a su trabajo y se saltó un semáforo en rojo. El otro hermano también murió de una enfermedad poco después. A pesar de que informaron a Hu de su muerte (repetidas veces), éste no quiso creer las malas noticias y siguió esperando su regreso. 

Pasaron diez años y en 2006, Hu ya tenía 55 años y se había cansado de esperar, así que comenzó a recoger trozos de arcilla, ladrillos, madera y rocas que iba encontrando por su pueblo. Una vez que reunió suficiente material comenzó a construir la casa, pero no una casa cualquiera, sería un edificio de 7 pisos (otro día comentaremos la fascinación de los chinos por construir en altura). Hu seguía convencido de que sus hermanos seguían vivos y cualquier día se presentarían en su casa.

Los andamios revisten la torre durante su construcción

Algunos de sus vecinos fueron suficientemente intrépidos (o locos) como para vivir en el quinto piso durante una temporada. Una mañana lluviosa Hu se resbaló al salir de su destartalada torre y cayó desde el segundo piso. Sufrió graves heridas y tuvo que ser hospitalizado durante dos meses, pero tan pronto como recibió el alta siguió con su construcción.

Los aldeanos, conmovidos por su dedicación, le echaron una mano para terminar los dos últimos pisos. En 2016, diez años después de su comienzo, la casa se terminó y Hu, al ver su sueño cumplido lloró de la emoción y gritó: "¡Padre, madre, hermanos, lo he hecho, regresen rápido!". 

La imagen de la casa Frankenstein se hizo popular incluso fuera de China, donde muchos la comparaban con el Castillo Ambulante de Hayao Miyazaki.

El gobierno local sin embargo no estaba muy convencido de la habitabilidad de esta inestable torre en la que Hu seguía viviendo y realizando labores de mantenimiento. Con el tiempo el edificio se convirtió en una insospechada atracción turística por lo que las autoridades locales no tuvieron el valor necesario para derribar el popular engendro. Lo que si hicieron fue convencer a Hu para mudarse a una residencia de ancianos mientras los vecinos del pueblo le construían una nueva casa menos propensa al drama.

+ info: DailyMail

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