ANÁLISIS HÍBRIDOS: El Secreto De La Receta Para Una Guerra Al Estilo Arroz Con Mango

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Advertencias: Si usted se siente cómodo con la realidad que actualmente tenemos, detenga aquí la lectura. Pero si al finalizarla se siente incómodo con la realidad que actualmente tenemos y un profundo deseo de cambiarla, significa dos cosas; no ha perdido totalmente su humanidad y cordura, y que los argumentos de este escrito son ciertos.

¡Arroz con mango!

Expresión de origen caribeño que simboliza la incoherencia de un fenómeno. Se refiere a una extraña mezcla de alimentos que no tiene ningún sentido. Se utiliza para expresar situaciones confusas e incongruentes, de difícil comprensión. También se suele decir: "Se hizo un buen arroz con mango" o "Se hizo un arroz con mango".

Rompiendo el síndrome del traje del emperador

La respuesta de las élites globales a la crísis económica que inicia en 2008 y que más recientemente ha logrado impactar la dimensión ideológica, ha propuesto grandes retos, no sólo para los ricos y poderosos que en su desesperación se inclinan por las opciones más drásticas y violentas, sino que también debe ser enfrentada por el resto de la humanidad, principalmente los más excluidos y pauperizados; pero, enfrentar cualquier problema exige tener mínimamente la capacidad para comprenderlo, tarea difícil normalmente, pero más en una época dónde en vez de información existe un ruido y saturación informativa.

Tanto esa desesperación elitesca, como la forma tan acelerada en que se han desarrollado los avances tecnológicos recientes han venido a complejizar nuestra realidad y con ello dificultar aún más nuestra comprensión y capacidad de responder ante ella, en tal situación los eventos actuales retan a la imaginación, siendo que tal vez debamos actuar de la misma manera que Copérnico y sus logros científicos o Julio Verne desde la ficción literaria retaron a la realidad de su tiempo, siendo que evidentemente transitamos épocas similares a las de ambos, de cambios y quiebres de paradigmas que exigen no sólo ampliar nuestras perspectivas sino cambiar el enfoque de las mismas, por ello intentaremos develar un poco de nuestra extraña realidad, en particular la venezolana.

Por alguna extraña razón, en occidente tenemos la idea de que las guerras son un fenómeno que sólo se ejecuta por militares y que es un hecho regulado por leyes escritas; pero, el pensamiento oriental nos brinda una perspectiva más realista y es que en la guerra no hay reglas y justamente por eso es guerra. Sumado a esto, gracias a Clausewitz y otros más, sabemos que guerra y política están en la misma moneda y si una no tiene reglas, en la otra, que se supone las tiene, no la respetan.

Ahora bien muchos hablan de una guerra de “nuevo tipo” contra Venezuela, con variedad de apellidos; de “x” Generación, Asimétrica, No-Convencional, Híbrida y hasta si la llamasen Cuántica sería creíble por la magnitud de sus efectos. El caso es que en lo que respecta a la agresión a Venezuela muy pocos la han caracterizado a profundidad más allá de las medidas coercitivas unilaterales, el bloqueo y sus efectos, siendo menos los que se atreven a intentar expresar las relaciones con la delincuencia, corrupción, narcotráfico y los efectos psicológicos en la población, que en realidad son hechos simples y evidentes por si mismos, pero que, los que poseen el método y el conocimiento parecen temer decir y los que no, o lo hacen sin bases científicas o con una oscura intencionalidad, pues ciertamente; corrupción hay de sobra, pero es un problema estructural histórico, la delincuencia que hoy es un desparpajo no es algo reciente, o la situación de Apure y la Cota (temas para otra ocasión), son cosas que sufren la mayoria de los países latinoamericanos y que hasta un niño puede ver, quizás sufrimos de una especie de “síndrome del traje nuevo del emperador” que nos limita a ir públicamente tras la verdad a toda costa e intentar comprender ésto y aquí intentaremos ese tipo de atrevimiento.

Más que una respuesta a la realidad venezolana intentaremos dar una “patadita” de impulso a hacerse los cuestionamientos necesarios para movernos, en tal sentido nos parece conveniente ir de atrás pa´lante, para agarrar un impulso indetenible.

El tema del que partiremos es el del papel moneda, tanto el bolívar como el $angriento dólar, son ambos uno de esos “trajes invisibles” a nuestro entender. Primeramente aclaremos que nos interesan más como recurso explicativo qué por su valor nominal como mercancía o su función en la economía formal.

Tras cada billete hay un valor simbólico que no se reduce al fetiche de “su peso en oro pagadero al portador”, o el metal del que está hecho (cabe recordar el contrabando de extraccion de monedas hechas de níquel en 1988 tras la perdida de valor nominal de cono monetario), en gran medida el bolívar no sólo por poseer el nombre de Él Libertador es parte de la identidad simbólica nacional, como en la mayoría de las naciones el papel moneda cumple esa función en la subjetividad, ya que posee un vínculo convencional único entre su significado y la identidad psicológica del sujeto. 

Entre los países bolivarianos somos de los pocos que no utilizó por mucho tiempo el “peso” como moneda, hecho que ayudó a construir una identidad nacional tal vez mucho más fuerte. Ahora bien, teniendo en cuenta lo anterior, consideramos que no ha sido valorado ni el impacto, ni el significado que ha tenido éste desplazamiento traumático del papel moneda nacional y la imposición violenta de una moneda que representa al “enemigo” ideológico de gran parte de la población además de económico de la totalidad de ésta.

Justo aquí nos interesa destacar un aspecto de lo simbólico, en cierta forma, el símbolo nos permiten manipular la realidad sin afectarla totalmente, en el caso del fenómeno que tratamos, sin ser abiertamente militar representa una invasión, sin ser evidentemente psicológico descompone nuestra construcción identitaria, sin estar explícito en su presencia en el mercado nacional implica una relación con la idea de “fracaso” del proyecto nacional bolivariano que tanto fomentan los medios de desinformación, el símbolo no tiene necesariamente que transformar la realidad material concreta, pero si la psicológica y através de ella, la material, pero en éste caso en particular, sí hay una afectación material directa. 

Si tenemos en cuenta que la relación entre el símbolo y la psíque resulta fundamental para la construcción de nuestra identidad individual y colectiva como una conexión de pertenencia con la historia y que a su vez ofrece un asidero de futuro o la proyección de continuidad, las implicaciones y el significado de que circule más una moneda que se impuso de facto y de manera inconstitucional a través de una estrategia (que consideramos) militar de extracción y por otra parte económica de depreciación que se vio fortalecida por políticas un tanto imprecisas que no serán facilmente comprendidas en lo inmediato.

Mientras el bolívar es parte de nuestra identidad simbólica, el dólar resulta casi su alter ego, su antítesis y enemigo natural, cualquier nacionalista o patriota siente distintos niveles de indignación por la circulación de “los verdes” en el mercado nacional, esto sucede porque dejando a un lado su significación monetaria, el papel moneda es un lenguaje de los valores de intercambio de una Sociedad o Nación, es nuestra narrativa mercantil cotidiana, una convención metalingüística que garantiza la comunicación valorativa del trabajo y su representación adquisitiva de mercancías, lo que devela que éstas prácticas parten de una concepción clasista burguesa y su objetivo ulterior es atentar contra un aspecto fundamental de la condicion humana, como es el trabajo que no es otra cosa que la vida digna.

Pero, que le sucede a un sujeto o varios si se les inhibe el lenguaje o se le impone un lenguaje ajeno por medio de la violencia psicológica o física (sobre la ontología de la fuerza trataremos en otra entrega), sucede lo que vivieron los pueblos conquistados, ya que el lenguaje, los símbolos y códigos sirven para expresar y comprender nuestra realidad, en síntesis, compartirla y es necesaria para relacionarse de manera eficiente con nuestro entorno (de ahí que el genocidio de los caribes dejó un profundo trauma simbólico en estos territorios).

Por ejemplo, si a un Inuit o un Finés se le prohibiese utilizar su lenguaje propio, que posee una variedad de palabras que expresan distintos tipos de nieve (investigaciones recientes las han reducido a 3 palabras en el caso de los inuits y 40 en finés) y se le reduce a una sola, “snow”, se vería afectada su relación con su entorno, su comprensión de la realidad, su psique y finalmente su identidad, estos procesos han sido objeto de estudio de una cantidad incontable de pensadores, filósofos, psiquiatras, antropólogos y psicólogos entre otros, algunos con buenas intenciones, pero nos centraremos en aquellos que tuvieron las peores.

Antes de seguir debemos hacer una aclaración metodológica, tradicionalmente el concepto de arma ampliamente aceptado lo podemos sintetizar como; cualquier objeto que sirva para agredir o defenderse dependiendo de cómo se esgrima, pero en el desarrollo de las concepciones que sostienen éste proyecto colectivo y el equipo de trabajo, descubrimos la ineficacia de ese concepto para explicar nuestra actualidad, ya que la idea de “objeto” por su relación intrínseca con algo físico es insuficiente para describir como son utilizados conceptos y datos para agredir o someter países enteros (nos resultó esclarecedor comprender la violencia estructural contra la mujer, tema para otra entrega), lo que nos llevó a ampliarlo a cualquier objeto, concepto o dato que sirva para agredir o defenderse dependiendo de las capacidades de quién lo utilice para tal fin, lo que nos permitió comprender y describir los fenómenos de operaciones psicológicas de guerra, la manipulación de la información para agredir y generar conflictos, así como el uso de lo simbólico para los mismos fines, todos estos son fenómenos nada recientes en la historia humana pero ocultos por las limitaciones de éste y otros conceptos, dicho esto...

La complejidad de lo que sucede no solo en Venezuela sino en el área mundial que la administración de Bush Hijo señaló como objetivo a controlar o caotizar y prequisito para el “Proyecto Para El Nuevo Siglo Estadounidense”, el cual reformas demócratas más y contrareformas republicanas menos sigue teniendo el mismo objetivo con distintos métodos (garantizar la hegemonía mundial del modelo estadounidense) pero que geopolíticamente choca tanto con los intereses rusos como con el proyecto chino de La Franja y La Ruta.

Es en esta zona geográfica del proyecto estadounidense que abarca el hemisferio Sur de América, el continente africano, y el sur de Asia, donde hemos visto desplegarse todas las formas existentes de agresión imperialista; intervenciones económicas, diplomáticas, legalistas, militares directas y militares tercerizadas o revueltas de colores. Las que en un principio y hasta finales de siglo tenían al comunismo como su chivo expiatorio (es parte del proyecto histórico sustentado en el Destino Manifiesto) pero luego el nuevo siglo exigió nuevos fantasmas: primero el terrorismo, luego el socialismo bolivariano, el narcoterrorismo y finalmente en su desesperación cualquier cosa que signifique algo distinto al “american way of life”, incluida toda forma de organización popular, protesta social etc, el enemigo interno de la Doctrina de Seguridad Nacional ahora es “trasnacional”, “sin dirigencia” y cuyo único requisito para hacer de alguien un objetivo militar es organizarse, disentir o cualquier forma de libre expresión y autodeterminación.

¿Qué pitos toca todo ésto en lo que parece ser un arroz con mango de país? se preguntaran, o más difícil de conectar aún; qué relación existe entre la caída del muro de Berlín, la balcanización yugoeslava, las revueltas de colores, y todas éstas con la doctrina del shock económico y el primer presidente de la Asociación Americana de Psiquiatría, sí, justo esa que regula que es o no un trastorno mental. Pues todas tienen mucha relación y son un mismo proceso “oculto” tras décadas de tergiversaciones y desinformación.

Lo primero que debemos revisar es que los métodos estadounidenses “no violentos de intervención” amalgamados tras la figura de Gene Sharp y el Instituto Albert Einstein, estudiados y muy bien explicados por la documentalista francobritanica Manon Loizeau en su trabajo “Los Estados Unidos a la Conquista del Este”, no son necesariamente un método que se haya aplicado por primera vez en el desmembramiento de Yugoslavia, ya que con la información actual y gracias a investigaciones que como la de Loizeau se han publicado y recopilado, podemos identificar los mismos patrones de coordinación de redes sociales de inteligencia y acción (antes de las digitales), estructuración centralizada del contrabando y la delincuencia, y participación de operativos de las agencias de seguridad occidentales en guerra con su contraparte soviética, como una serie de fenómenos que, bajo la fachada de una protesta de descontento social, nos hacen dudar de su espontaneidad, si bien tal vez sea osado académicamente decir que el muro de Berlín cae por una “revuelta de colores” (lo de revolución de colores se lo dejamos a la derecha y amigos) podemos decir sin duda alguna de que es el antecedente directo de éstas.

Ciertamente los venezolanos ya hemos tenido una aproximación a estos métodos de intervención “no-violenta”, de las más de cuatro ocasiones que se han desplegado, donde las guarimbas del 17 se destacaron por ser “rojas y amarillas”, por la sangre y las victimas incineradas, los varios y fracasados intentos de implementación de parte de las derechas estadounidense y local ya han generado una capacidad de respuesta institucional y popular que la descarta por sí misma como una ruta viable para lograr un cambio social y de Gobierno en Venezuela, pero para nada descartables para una mentalidad desesperada.

Lo que no es en sí misma una noticia positiva, ya que al cerrarse este tipo de opciones solo quedan las vías abiertamente militares y en extremo violentas, que siempre presententes y subterráneas adquieren protagonismo cuando las sutiles fallan, que precisamente es lo que pretendemos traer a la luz.

Teniendo en cuenta (a) la circulación del dólar como expresión superficial y pública de un proceso simbólico profundo que trae consigo un cambio que no se limita al cambio de Gobierno con el que se amenaza abiertamente, sumado al hecho de que existe (b) un acumulado documental e histórico de la existencia de un constructo empírico, metodológico y teórico de formas de intervención indirectas y veladas del imperialismo estadounidense y (c) una larga tradición guerrerista de intervenciones abiertas, sólo nos faltaría profundizar en cómo se articulan éstas situaciones en el marco de una agresión de amplio espectro o guerra total, cuya motivación es un castigo ejemplificante al resto de los países que opten o pretendan tomar vías de transformación social o relaciones con procesos socialistas o comunistas.

El rompecabezas

Hay tres eventos que rara vez son conectados entre sí para explicar fenómenos sociales, el primero son las investigaciones “científicas” del psiquiatra Ewen Cameron realizadas en Canadá, seguido de las “Políticas” Económicas de Milton Friedman de la Escuela de Chicago y las críticas realizadas a éste último de parte de Naomi Klein, episodios hístoricos y datos que parecen mucho más relacionados en los últimos años por las situaciones vividas en países como Siria, Ucrania, Yemen y Venezuela.

Ciertamente las investigaciones del proyecto MKultra realizadas por Cameron gracias al financiamiento de la CIA están difuminadas bajo la misma sombra que oculta los hechos más oscuros de la agencia, pero que entre las pocas revelaciones existentes podemos rescatar varios elementos útiles para nuestra “especulación”, ya que el Dr Cameron realizaba una serie de experimentos que originalmente (versión oficial) ofrecerían métodos de control mental efectivos para interrogatorios, pero los “hallazgos” fueron abriendo un vasto campo de posibilidades de implementación y desarrollo a sus investigaciones, principalmente la transformación de la personalidad de un sujeto a través de diversos métodos que lo reducían a un estado de shock que facilitaba la manipulación de su psique.

Siendo que en las memorias publicadas por una enfermeras y paciente de Dr Shock (como se le conocía a Cameron) así como en las múltiples demandas posteriores de sus víctimas, se develó cómo logró crear nuevas personalidades en sus pacientes luego de sus “tratamientos”. Aquí debemos hacer una pausa, para aclarar que éste episodio de la historia no es ciencia ficción ni una elaboración conspirativa, eso sería preferible a lo que en realidad sucedió, pero la magnitud de éste evento en particular es crucial para entender la realidad actual.

"Pero los pacientes del Dr Cameron seguían aferrándose a sus personalidades, así que el Dr Cameron empezó a investigar como funcionan los mecanismos de defensa psicológica ante la tortura (aunque él jamás utilizó esta palabra). Llegó a la conclusión de que, para destruir sus defensas, era vital desorientar a sus víctimas, y para ello recurrió a cócteles de drogas que mezclaban alucinógenos, con antidepresivos, ansiolíticos… Kastner fue sometida a varios comas inducidos y se pasó días enteras bajo efectos de distintas drogas. Para intentar reconstruir una mentalidad sana en sus pacientes, el Dr Cameron utilizaba métodos tan infantiles como obligarles a escuchar mensajes del tipo «usted es una buena persona». Al menos en una ocasión, el Dr Cameron obligó a un paciente a escuchar una cinta durante 101 días consecutivos." Hágase de esto una comparación con el comportamiento social de un país sometido a un proceso de shock como venezuela (Para más detalles en)

La mayoría de los documentos del proyecto MKultra que poseía la CIA fueron “destruidos” pero luego de más de 20 años de proyectos, al menos 150 líneas investigación subalternas y evidentemente un fuerte inversión económica, es poco creíble que los “avances científicos” logrados hayan quedado en el olvido o fuesen descartados para su uso. La realidad es otra y así lo revelan investigaciones recientes sobre algunos detenidos en Guantánamo en el marco de la “Guerra Contra el Terrorismo”, dónde sus testimonios sobre las torturas sufridas concordaban con los de las víctimas demandantes de las prácticas de Cameron en Canadá, similares testimonios salen a la luz luego de una investigación en la Unión Europea sobre prisiones clandestinas de la CIA en Europa.

Ahora bien, entre los primeros alcances de la investigación del MKultra y en particular las de éste psiquiatra, está que bajo un proceso traumático de gran intensidad la mente de un individuo como mecanismo de defensa para conservar la integridad de la personalidad psicológica, puede suprimir algunos recuerdos del evento, ciertamente en las teorías epistemológicas y psicológicas no resulta novedoso, pero es destacable la idea de “intensidad” en el proceso, que permite entender prácticas como; el aislamiento social y sensorial, saturación sonora, electro choques, reducción parcial o total de alimentación.

En síntesis en el proceso de tortura individual desarrollado a partir de MKultra para el desplazamiento de la personalidad de las víctimas y la posibilidad de insertar una nueva, se fundamenta en qué nuestro cerebro evolucionó de una manera tal que buscamos la felicidad y evadimos las experiencias negativas, a menos que éstas tengan un valor para garantizar la subsistencia, posiblemente el valor de las experiencias negativas reside en que nos obligan a mejorar, en ese sentido la noción de crisis en Einstein es esclarecedora, en gran medida un sistema fundado en la violencia ha naturalizado una perspectiva que va en contra de esa búsqueda de la felicidad. ¿Qué pasa si los eventos relacionados al daño implican a los que constituyen la personalidad misma del sujeto? Aparentemente la respuesta a esa pregunta sí existió, ya que hay datos de que luego del proceso de despersonalización (trauma), se implementaron en varios “sujetos de estudio” otras etapas como la reprogramación y asentamiento, pero el desarrollo de éste proceso lo dejaremos para más adelante.

Otro eslabón nos lo ofrece Naomi Klein en su Libro Doctrina del Shock, dónde denuncia la relación existente entre Cameron y Friedman en la cual no vamos a ahondar directamente, sólo destacaremos que en escencia la neoliberal “Doctrina del Shock Económico” se sostiene en la idea de que ante el impacto a nivel psicosocial de un estado de conmoción producido por desastre naturales o no naturales, se pueden implementar políticas que podrían ser vistas como impopulares en circunstancias normales y podrían generar resistencia. Cabe señalar que desde el punto de vista de la estructura lógica tenemos los mismos elementos constitutivos del método de Cameron; por un lado un hecho traumático lo suficientemente intenso, y por el otro, la imposición de una voluntad que atenta en contra de los intereses y deseos de las personas sometidas a tal evento.

En otras palabras de Cameron a Friedman, la teoría de la tortura psicológica individual adquiere un nivel social y una dimensión económica. Vale recordar que entre las primeras ocasiones que se implementó, la víctima fue Chile bajo control de Pinochet.

Ahora cabe imaginarse que implicaciones, desarrollos y avances que puede haber sufrido esta teoría de dominación en tiempos de las redes sociales, los metadatos, la desinformación masiva y la capacidad de control, supervisión y seguimiento que ofrecen las nuevas tecnologías, donde todo dato se procesa y cada celular es una cámara.

Siendo que en un principio la doctrina del Premio Nobel Friedman se pensó para aprovechar desastres naturales y situaciones inesperadas, pero que luego éstas fueron generadas intencional y sintéticamente, debemos recordar que Friedman como decendiente de Askenazis (judios europeos) muy probablemente tuvo una conexión o lo hayan marcado las secuelas del nazismo, por lo que debió conocer como el fascismo se instalo en Alemania, en gran medida gracias a la profunda crisis económica que lo precedió, esa idea pudo ser el origen de su método.

Éste conocimiento más el intercambio con Cameron pudieron llevar fácilmente a la conclusión de que tales situaciones pueden servir para direccionar una sociedad hacia un objetivo espesifico si se posee el poder suficiente generar tales situaciones de manera sintética, con lo que no habría que esperar desastres naturales como sucedió en Haití, o descargarle descaradamente dos bombas nucleares para traumatizar un país como el caso de Japón, ¡siempre se puede ser mas sutíl, para guardar apariencias! Con la tecnología, el poder y control político-economico-militar suficientes, se pueden generar situaciones que aparenten ser procesos naturales e inevitables, a los que “hipoteticamente” (lea con ironía) podríamos sumar fenómenos de saturación informativa y desinformación para darle un marco justificativo creíble, o algo más o menos así pudo ser la reflexión de Friedman o cualquier otro economista, político o militar, imperialista de los que nos tiene en nuestra situación actual, o mejor dicho así es como se construye el inevitable y natural "fracaso" Socialista.

Para comprender cómo a partir de una técnica individual fue posible el desarrollo de una estrategia a nivel social debemos revisar con mirada crítica el concepto de inconsciente colectivo de Gustav Jung, uno de los psicoanalistas más grandes y referente obligado para estudio de la mente. En líneas generales se refiere a la existencia de una dimensión psicológica en común más allá de lo individual que abarca a toda la humanidad, no sólo a una sociedad en particular, éste implica símbolos, imaginarios y estructuras que tracienden la experiencia subjetiva y que él intenta explicar por medio de figuras aquetípicas las cuáles han sido criticadas y señaladas de estar impregnadas de cierto misticismo, pero que cuando uno se aproxima a ésta teoría sin prejuicios encuentra que los elementos primigenios que constituyen ese Inconsciente Colectivo responden más a estructuras lógicas determinadas por las formas y límites dentro de los que evolucionó nuestra especie y su realidad, en otras palabras son las únicas formas posibles en las que se puede organizar una expresión no física como aparentemente lo es la mente. El caso es que sólo si existe y se entiende la teoría de un inconsciente colectivo es posible extrapolar fenómenos individuales de la psique a niveles sociales así como sus técnicas, efectos y resultados.

Ahora bien, si a través de los símbolos, más allá de que se comprendan a cabalidad o no, se puede influenciar a un individuo como en cierta medida logra hacer Cameron, pensemos que no pudiese lograr a nivel social una estructura de poder como la existente tras la figura de los EE.UU., si se comprenden las relaciones entre las estructuras simbolicas primigenias (arquetipos) y su influencia en la psique individual, pudiesen generarse procesos colectivos similares a los descubrimientos del Psiquiatra del Mkultra, lo que permitiría explicar algunos fenómenos de transformación social traumática, bajo esta mirada habría que revisar una y otra vez la caida del bloque soviético, el muro de Berlín, todas las intervenciones que hemos mencionado previamente y hasta la funcion social del ataque las torres gemelas en 2002.

Por otra parte podría hasta ser comprensible los tan criticados por occidente “niveles de control de la información en China” que tal vez responden a una forma de protección de su población a éstas estrategias que intentamos develar. Cuando uno adquiere éstas perspectivas, en gran medida se entiende el porque Jung y su teoría han sido objeto de tanta marginación.

Es comprensible que aún luego de lo expuesto no se visualice con suficiente claridad lo vulnerable y manipulable que puede llegar a ser la psique humana, pero otra teoría que aporta elementos interesantes a ésta explicación y que tambíen ha sufrido bastante marginación es la del exocerebro de Roger Bartra, quién considera que la conciencia no se limita a la cavidad craneal y que nuestra comprensión de la mente es imposible sin tener en cuenta su relacion con lo que el denomína "prótesis culturales", los objetos con los que nos relacionamos. Entonces sí los objetos de nuestro entorno pueden influenciar o complementar nuestra consciencia, ¿seria posible al modificarlos influenciar en ella?

Queda claro en la era digital cómo los niños que desde sus primeros años se relacionan con aparatos de última generación expresan una forma de conciencia diferente a generaciones anteriores, fenómeno que puede ser más evidente si imaginamos un entorno primitivo sin electricidad en comparacion con el actual y su luz artificial, evidentemente debe haber un cambio y si el entorno ayuda a expandir nuestra conciencia pudiese darse un proceso inverso al suprimir instrumentos naturalizados y cotidianos, de ser posible ello concordaría con el asilamiento sensorial practicado por Cameron en sus oscuros experimentos.

Para entender un poco mejor como opera el proceso de la tortura psicológica y tal vez hasta dónde se ha desarrollado la doctrina del shock económico hay que revisar por lo menos superficialmente la teoría del cerebro triuno de Paul McLean, el cual divide el cerebro en tres niveles; (a) el complejo-R o cerebro reptil el cual es la zona evolutiva más primitiva del cerebro humano y controla los procesos más básicos como la respiración, palpitaciones, instintos y procesos de supervivencia en situaciones extremas. (b) el área del límbico, donde suceden nuestros procesos emocionales, la memoria y relaciones sociales. Y (c) el área neocortéx donde se dan las funciones cognitivas más complejas, matemática y lógico-espaciales. Si bien es una síntesis muy somera, es cierto que la teoría triúnica ha sido sometida a muchas críticas que le han restado importancia y los últimos avances demuestran que las relaciones entre estos niveles explicadas en ésta teoría no son tan distantes entre sí o etapistas y lineales si se prefiere, a pesar de ello no ha sido descartada del todo y para efectos de esta explicación es suficientemente accesible, metodológicamente comprensible y útil.

Entonces la teoría triúnica nos sirve para explicar cómo pasamos dependiendo del entorno, a operar con distintos niveles de nuestro cerebro, de allí que si enfrentamos una situación que requiere solucionar un problema complejo lo hacemos a nivel de nuestro neocortex, o si enfrentamos un problema interpersonal usamos nuestro “límbico para tomar las riendas del asunto”, ahora bien cuando enfrentamos una situación extrema como una agresión o un naufragio es allí dónde nuestra área primitiva (reptil) entra a escena, casos de fuerza histérica como los de una madre haciendo un uso casi sobrehumano de su cuerpo para rescatar a su hijo son algo más que una leyenda urbana, ciertamente para sobreponerse a una situación extrema no se racionaliza o se trabaja emocionalmente, si eso sucede muy probablemente se fracase en el intento.

Ahora bien hay que agregar que tanto en los deportes y principalmente en las artes militares los procesos de entrenamiento se basan en lograr hacer instintivos (área del complejo-R) los movimientos y tácticas necesarios para tener éxito en el trabajo físico que se realice y son bastantes los avances en el entrenamiento a niveles del complejo-R, especialmente en el área militar, dónde en su versión más simple y básica se expone a los sujetos a niveles intensos y prologados (más lo segundo que lo primero) que si bien no generan grandes traumas ayudan a que el aprendizaje quede anclado en el nivel instintivo, el cual se activará ante las situaciones que les compete.

Con todos estós descubrimientos e hipótesis podríamos suponer perfectamente que éste tipo de proceso de formación militar puede generar una especie de “fortalecimiento del dominio o influencia” del complejo-R en los niveles límbicos y neocortex, al punto nada improbable de generarse una nueva personalidad, lo que ofrecería un perspectiva mas profunda de lo que respecto a los cuerpos militares se conoce como la “identidad de cuerpo” o sentido de pertenencia a una fuerza.

La suma de todas las teorías citadas nos permite evidenciar que no sólo es posible desarrollar cambios en la personalidad individual sin grandes traumas o estrés de alta intensidad (teoría del cerebro triuno), así como también generar cambios de personalidad o aún más profundos (desaparición total) a través de procesos más intensos o prolongados como los logrados por Cameron (Proyecto MKultra), también teniendo en cuenta el inconsciente colectivo, o las posibles implicaciones de la teoría del exocerebro es factible llevar a cabo procesos similares a niveles sociales partiendo de la manipulación del entorno físico (socio-económico) como lo desarrollado por Milton Friedman (Doctrina de Shock Económico).

Pero lo alertante de todo esto es que en general esas teorías fueron desarrolladas antes de la existencia de las redes sociales digitales, el internet y los teléfonos inteligentes, lo que nos permite pensar que no es tan descabellado ni parte de la ciencia ficción; que en la actualidad fenómenos sociales como las revueltas de colores, la lucha contra el terrorismo, el surgimiento del DAESH (Estado Islámico) o la “crisis Humanitaria” en Venezuela puedan explicarse desde una articulación de lo que hemos descrito hasta el momento.

Ahora bien, a esta altura es de esperar que la curiosidad del lector esté algo más que despierta e igualmente que aún no se vea con claridad cuál es la receta de nuestro “arroz con mango”, porque ante la inverosimilitud de un fenómeno recurrimos a explicaciones que sean más “creíbles” y simples; si alguien se salva de una situación en la que por nuestra tradición empírica o nuestra capacidad conceptual “era imposible que se salvara”, automáticamente se lo adjudicamos a un hecho más cómodo, comprensible y sin menos problemas, fue un milagro decimos, lo que se traduce en un reforzamiento de la fe o algo por el estilo, si bien la fe es un hecho respetable, no es hacia allá donde necesitamos llegar con ésta reflexión.

¿Y entonces qué suceden en Venezuela?

Veamos pues:

1. Primero enfrentamos un intenso proceso de deterioro económico sustentado en nuestras limitaciones estructurales historicas; las vulnerabilidades del modelo rentista y la tradicion politica y empresarial corrupta impregnada del facilísmo, que en conjunto busca generar condiciones materiales en extremo adversas al desarrollo social que se ha dado en los últimos años.

2. Tales condiciones adversas buscan reducir a la población a sus impulsos y procesos psicológicos más primitivos (nivel reptil del cerebro), generando a escala social fenómenos que emulan los métodos de Cameron: carencia económica, desarticulación interpersonal y de las relaciones sociales, reducción del descanso (sueño) por las complejidades de la crísis (transporte, sevicios), molestia constante que fortalece, sostiene y eleva los niveles de estrés (desgaste), en tal sentido identificamos que:

a. Para generar la despersonalización, se fomenta la evasión, ante la realidad estresante se buscan refugios que se expresan como; desinteres en lo social, indolencia ante el sufrimiento ajeno (antipatía), que impulsan hacía dinámicas asociales y de odio a los que nadie escapa y afectan según su personalidad.

Esos “lugares de refugio” son contrarios a las dinámicas positivas que fortalecen el tejido de lo social como; la solidaridad, politización, el debate, la tolerancia y el repeto que nos ha caracterizado en las últimas décadas, en ésta etapa el papel del dólar y el peso, así cómo todos los efectos que se desprenden de ellos son fundamentales ya que por su ilegalidad favoreció la descomposición de las relaciones laborales reguladas por el Estado. 

b. este proceso de despersonalización culmina en la negación identitaria colectiva, lo que nos define; una sociedad bolivariana, de profundos valores humanos y liderazgo moral, se transmutan en el “orígen” de nuestro sufrimiento actual y como respuesta natural para conservar la integridad psicológica se negará y rechazará a cualquier persona o símbolo que lo represente, fenómeno que se puede generar a la inversa, tomando un objeto físico (como el papel moneda) y deteriorar un elemento que lo constituye (su valor comercial) al punto de que genere rechazo y al rechazarlo también se rechaza el elemento simbólico que lo constituye (El Libertador y la identidad nacional) de ésta forma se ancla el sentimiento de aversión hacia la identidad histórica que opera en el inconsciente colectivo como una vacuna inversa, generamos una especie de "anticuerpos simbólicos" hacia los elementos que representen nuestra identidad nacional, histórica y política, en la misma dimensión operó para intereses externos el haber presionado a que se diera el enfrentamiento entre las FANB y las FARC-D, para luego haber difundido informacion muy manipulada y malintencionada. 

c. En el punto entre la despersonalización y la reprogramación se requiere una transición profundamente traumática y violenta, que no desarrollaremos acá.

1. Observemos como el constante bombardeo de concepciones negativas, criminalizantes y culpabilizadoras hacia la figura de Chávez, el Gobierno, al bolivarianismo, la izquierda y el comunismo, pertenecen al desgaste (goteo) a nivel social lo que en la tortura psicológica es la saturación sonora. Una táctica errada desde el Gobierno ha sido intentar “cabalgar” estos efectos, suavizando su imágen, moderando el discurso, distanciándose del “chivo expiatorio histórico” (los comunistas), cambiando de interlocutor político tratando de salvar lo acumulado institucional a costa de perder potencialmente su base social, contradictoriamente valorando el poder constituido por encima del poder real constituyente del Pueblo en su conjunto, la trampa allí reside en que es una metodología estratégica a nivel social diseñada a la medida, para demoler al Estado Nación Burgués Dependiente venezolano, por lo que éstas "acciones evasivas" suceden dentro de los parámetros esperados por el ente agresor, explotar las tensiones y contradicciones internas tal como sucedió en el Plan Yakarta (contra Sukarno).

Si nos concentramos en defender lo que se ataca y no lo que puede reconstruirlo una y otra vez, es como si ante un ladrón con un arma que te amenaza la vida para que le entregues el celular, la respuesta sea, primero muerto antes que darte el teléfono, creo que no hace falta explicar que igual el celular termina en manos del ladrón. Muchos analistas vimos en la constituyente una estrategia en extremo inteligente que potencialmente desestructuraba toda la agresión previa y lo que posteriormente se desplegó, pero se utilizó sólo como disuasión, siendo que su mayor potencial era la transformación radical del Estado cambiando totalmente el objetivo a destruir por la obvia estrategia que que se despllegaba y de la que intentamos exponer una pequeña parte.

2. Pero la afectación psicológica requiere de un correlato fisiológico, que va; desde desaparecer las marcas comerciales de consumo a las que estaba aconstumbrada la sociedad o el encarecimiento de éstos para limitar su acceso, la afectación nutricional por medio de la reducción especifica de rubros escenciales a cantidades de subsistencia e igualmente la limitación al acceso de medicinas con énfasis en las necesarias para atender enfermedades crónicas, la saturación del mercado de narcóticos, tabaco y bebidas alcoholicas. 

3. A su vez el deterioro moral generado por la afectación en la dimensión psicológica favorece que aumenten los niveles de corrupción, violencia, avaricia e inmoralidad lo que convierte a un amplio sector de la sociedad en oportunistas que alimentan el círculo vicioso del conjunto de afectaciones fisiológicas (corrupción, contrabando, delincuencia y narcotáfico), generando a su vez fenómenos que son potenciados informativamente por otro grupo de oportunistas, los operadores psicológicos, lo que en conjunto es un torbellino social que se retroalimenta constantemente, en ese ciclo la sensación de orfandad colectiva es expresión del nivel de deterioro psicosocial al igual que la muy tergiverzada nostalgia.

3. La reprogramación y el asentamiento son procesos que no caracterizaremos ya que estamos a mitad de camino de la primera fase.

4. En síntesis todo éste entorno estresante que emula a los métodos del MKultra, apunta a la descomposición de nuestra identidad colectiva, que requiere que nos neguemos escalonada y progresivamente ya sea como Chavistas, Comunistas, Bolivarianos, Patriotas y finalmente como Venezolanos. Vale destacar que entre menos elementos constituyan la conexión entre la identidad individual y la simbólica mas fácil es afectar a ese individuo, por ello los sectores menos nacionalistas y mas “cosmopolitas” son de los primeros en caer en el odio, la violencia y el extremismo.

A modo de cierre no concluyente:

Ciertamente es un tema tan extenso como es compleja la situación, del cual podríamos escribir decenas de artículos y no terminar de abarcarlo en su totalidad, peor aún sería un esfuerzo vano al no poder impactar a la población con la misma intensidad que lo hacen los que implementan la estrategia que intentamos exponer brevemente.

La intención es ofrecer una perspectiva distinta de los eventos que se desarrollan en Venezuela, particularmente porque la voragine que se vive no da lugar a reflexión alguna, tanto por la vertiginosidad como por la intensidad de los eventos.

Hemos estudiado y tenemos la certeza de que no es fácil para un individuo sometido a éstas grandes presiones psicológicas, económica y físicas, el tratar de analizarla críticamente, pero a pesar de que no se tenga una solución, una comprension o explicación clara de la enfermedad que afecta a un paciente, el médico tiene la obligación profesional de informar con veracidad lo que sucede al enfermo, es por una motivación ética que escribimos este tipo de artículos, porqué es necesario, a pesar de que no podamos explicar en su totalidad el fenómeno, o que no podamos ofrecer una solución fácil, que sinceramente sólo puede ser construida por un esfuerzo colectivo inmenso.

Ante ésta agresión hay que ser profundamete valientes, eso significa resistir, hay que recuperar el diálogo social, la crítica y la tolerancia, en el útero del proceso social bolivariano se concibió un nuevo modelo de Estado, una nueva forma de ejercer la política, un hecho cuya existencia no depende de gustos o caprichos polítiqueros, está ahí atrofiado por los interesados en conservar el estado actual de cosas y el franco retroceso.

El esfuerzo que se realiza en contra de Venezuela es tán inmenso económica, histórica e ideológicamente, que resulta inocente creer que culmine con un simple cámbio de Gobierno, constitución o modelo político, se ha trastocado tan profundamente la composición de la sociedad que dificilmente uno puede pensar que no se apunte a generar un desenlace fatal aún mayor, porque el chavismo y la revolución bolivariana es parte de la identidad de la sociedad y la reconducción conductual colectiva es insuficiente, cosa historícamente comprobada.

Igualmente ningúna de las víctimas de tortura psicológica que se conocen han superado esos episodios, terminan siendo personas disociadas, improductivas y con severas psicopatologías, con esto queremos señalar que con lo que conocemos de estas etrategias militares a nivel social, el desarrollo de las nuevas tecnologías y lo que se puede inferir en relación con el nivel actual de la agresión es inviable tanto política, como económicamente (no es rentable para el agresor) conservar la identidad psicosocial, ni políticoterritorial de Venezuela, todo señala a que éstas acciones culmina a largo plazo en una balcanización o descuartizamiento del país.

Los niveles de deterioro en todas las dimensiones implican la generación de una sociedad traumada e improductiva, la cual no sería tolerable en el concierto de naciones que giran al rededor de los EEUU, se pudiese argumentar que Haití es ejemplo de que es viable mantener a una sociedad en tales condiciones, pero no es ni medianamente comparable con la cantidad de recursos existentes en Venezuela.

El llamado es a pensar y recuperar un poco el orgullo de ser quienes somos, asumir la realidad y sus consecuencias, ni siquiera es un llamamiento político a la participación electoral o la defensa de las individualidades que ostentan cargos, ya que a falta de coheréncia histórica muchos son parte del problema, el llamado es a sobrevivir luchando, estamos en una etapa dónde el aún jóven siglo XXI empieza adefinirse, las complejidades y amenazas que se enfrentan exigen maduración colectiva, viejos prejuicios no tienen cabida, la vieja política está seníl y moribunda, comprender que el daño ecológico requiere un giro drástico eleva a otro nivel lo Político, por poner un ejemplo, las premisas “útopicas” del marxismo ya no deben entenderse solamente como una cuestión de clases sociales, porqué los logros que se proponen son hoy una necesidad y una urgencia de la especie humana por ser los más incluyentes en el abanico de lo político.

En definitiva el cambio de paradígma y la amplitud de perspectivas definirá quienes guien los próximos años, fenómenos como el que actualmente transitamos deben ser derrotados y para ello además de tener la mente despierta se requiere una inmensa voluntad de vivir.

Si logró llegar a este punto de la lectura y usted se siente embriagado de sentimientos negativos y confusos significa que lo descrito aquí es cierto y es una víctima de una forma de hacer la guerra diseñada para no parecer tal, similar a la violencia hacía la mujer, que no es visible sino hasta que es irreversible, pero si se queda anclado en esos sentimiento o los fortalece vuleva a leer despues de un tiempo y deje que su inconsciente ordene los eventos de la realidad por usted, luego se esclarecen las cosas.

Gracias y seguiremos reflexionando.

Por Y13