Don Juan
ACTO TERCERO » Escena II
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Escena II
DON JUAN, SGANARELLE y un mendigo
SGANARELLE: Indíquenos el camino que lleva a la ciudad.
FRANCISCO: No tenéis más que seguir esta carretera, señores, y torcer a mano derecha cuando lleguéis al final del bosque; mas os aconsejo que vayáis alerta, ya que hace cierto tiempo hay ladrones por estos alrededores.
DON JUAN: Te quedo reconocido, amigo mío, y te doy las gracias de todo corazón.
FRANCISCO: Si quisierais socorrerme, señor, con alguna limosna….
DON JUAN: ¡Ah, ah! Tu aviso es interesado, por lo que veo.
FRANCISCO: Soy un pobre, señor, retirado a este bosque desde hace diez años, y no dejaré de pedir al Cielo que os conceda toda clase de bienes.
DON JUAN: ¡Ah! Pide al Cielo que te dé un traje, sin preocuparte de los asuntos ajenos.
SGANARELLE: No conocéis a este señor, buen hombre; sólo cree en que dos y dos son cuatro, y en que cuatro y cuatro son ocho..
DON JUAN: ¿Cuál es tu ocupación entre estos árboles?
FRANCISCO: La de rogar al Cielo todos los días por la prosperidad de las gentes de bien que me den algo.
DON JUAN: ¡Tienes entonces que estar muy contento!
FRANCISCO: ¡Ay, señor! Me encuentro en la mayor necesidad.
DON JUAN: Te chanceas; a un hombre que ruega al Cielo todos los días tiene que irle muy bien en sus asuntos.
FRANCISCO: Os aseguro señor, que la mayoría de las veces no tengo un trozo de pan que llevarme a la boca.
DON JUAN: Cosa rara, y mal te agradecen tus afanes. ¡Ah, ah! Voy a darte un luis de oro ahora mismo con tal de que accedas a jurar.
FRANCISCO: ¡Ah, señor! ¿Quisierais que cometiera tal pecado?
DON JUAN: Sólo tienes que decidir si quieres ganar un luis de oro o no; aquí tienes el que te doy, si juras. Ten, hay que jurar.
FRANCISCO: Señor….
DON JUAN: Si no juras, te quedas sin él.
SGANARELLE: Anda, anda, jura; no hay mal en ello.
DON JUAN: Ten, cógelo, te digo: pero jura ya..
FRANCISCO: No señor; prefiero morirme de hambre.
DON JUAN: ¡Vaya, vaya! ¡Te lo doy por amor a la Humanidad! (Escudriñando el bosque) Más. ¿Qué veo allí? ¡Un hombre atacado por otros tres! La contienda es demasiado desigual, y no puedo tolerar semejante cobardía (Echa mano a su espada y corre hacia el lugar del combate)