Danielle
Agradecimientos
Página 16 de 18
Agradecimientos
Con esta última entrega llegamos al final de la serie Y llegaste tú, una aventura literaria que me ofreció dar un paso más dentro de esta profesión tan caótica que es la de escritora. Paso a paso, libro a libro, he ido adentrándome un poco más en un género como es el new adult, que solo conocía a través de la lectura y que, si no hubiera sido por esas personas que creyeron en mí desde un principio, que me animaron para que lo escribiera, nunca me habría atrevido.
Se lo debo, sobre todo, a tres personas que puedo llamar amigas.
Esta serie nació gracias a Moruena Estríngana, una gran escritora y mejor amiga que siempre creyó en mí y que desde el otro lado del teléfono me insiste una vez y otra para que siga escribiendo. Ella cree en mí más que yo misma y solo por eso le debo mucho.
Ade, mi editora en Click Ediciones, hizo el trabajo más fácil de lo que parece. Confió en una historia loca y rocambolesca en la que, a pesar de preguntarme si la novela de Raquel y Tony acabaría bien, y yo asegurarle que sí, creo que hasta que no leyó la segunda parte no respiró tranquila. Es una editora que puede llevar con orgullo sobre sus hombros su profesión y que logró que volviera a confiar en ese trabajo que muchas veces vemos desde la distancia. Gracias por apostar por esta serie y por mis letras.
Y, por último, pero no menos importante, Laura. Mi lectora cero, la persona que lee capítulo a capítulo todo lo que voy escribiendo, a pesar de las horas intempestivas a las que se lo mando, y que, con sus consejos o sus regañinas, demandándome más lectura, me ha hecho llegar al final de una serie que, como ya he dicho, me ha cambiado la vida.
Gracias a ella os he conocido a muchos de vosotros, lectores que entrega a entrega habéis confiado en la serie, que en origen se iba a llamar Puede ser, título que, tras los consejos acertados de mi editora, cambiamos a Y llegaste tú.
Paradójico, si nos paramos a pensar…
Seguiremos en esta brecha, en esta línea que se ha vuelto adictiva en mi vida y en la que mi familia, y por supuesto Juan y Gaby, me apoyan para que continúe cada día.
Gracias por vuestro amor.
Estoy deseando saber qué os ha parecido toda la historia, por lo que no dudéis en buscarme por las redes sociales. Allí estoy más que dispuesta a escucharos… o, mejor dicho, a leeros.