DICTAMEN DESDE EL PUNTO DE VISTA BIOLÓGICO ACERCA DE LA VACUNA CONTRA EL COVID

DICTAMEN DESDE EL PUNTO DE VISTA BIOLÓGICO ACERCA DE LA VACUNA CONTRA EL COVID

Dr. Francisco Molino Olmedo

Dr. Cum Laude en biología por la universidad de Granada, Ex-Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, colaborador científico para la C.E., Gobierno Vasco, CSIC y de Patrimonio Nacional, Participante en varios congresos iternacionales como el World Congress of Amber Inclussions, o el International Congress of Enthomology, cuenta en su haber con alrededor de 50 publicaciones cientificas en revistas de impacto como Cretaceus Research, y articulos citados por organismos como la FAO o la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth, entre otros.

publicado por ralazzadi@protonmail.com

En resumen voy a llegar a la conclusión por lo seguidamente expuesto que actualmente la vacuna propuesta por los laboratorios con tecnología ARN no sólo no son seguras sino que efectivamente pueden llegar a interactuar con los distintos elementos del génoma del vacunado pudiendo ocasionar reacciones imprevisibles a corto, mediano o largo plazo.


RAZONES CIENTÍFICAS


1 Modelo de transformación por incorporación de sistemas complejos

La teoría evolutiva de Darwin, elaborada por éste palomero su sucesora el neodarwinismo no puede explicar mucho de lo observable en el surgimiento de nuevas taxones (especies), en particular la rápida y casi súbita aparición de los mismos, la ciclicidad de esas apariciones cada aproximadamente 27 millones de años (Labandeira, 1994; Molino Olmedo, 1999). tampoco puede resolver el que a lo largo de la historia muchos taxones permanezcan inalterados mientras otros de su mismo entorno sufran grandes modificaciones, ni el hecho de que grupos tan separados como escorpiones, onicóforos, tiburones y mamíferos desarrollen placenta o que las alas de los insectos se desarrollen velozmente a partir de las branquias de crustáceos, en fín, no puede explicar la aparición de taxones o de estructuras o mecanismos fisiológicos por la vía de la selección natural aleatoria, muy lenta, ni por los mecanismos de la genética clásica argumentados en el neodarwinismo.

Para solventar y superar la clásica y afianzada teoría darwinista y neodarwinista se elabora el modelo de transformación por incorporación de sistemas complejos (Sandín, 2010) que explica maravillosamente las transformaciones de los organismos mediante incorporación de sistemas complejos como células enteras, virus, ADN, ARN o proteínas. Hay dos ejemplos conocidos y consensuados por todos expuestos en la teoría endosimbiótica de Margulis (viuda de Sagan, 2012): las mitocondrias y los cloroplastos son bacterias simbióticas; puede que incluso los propios ribosomas sean virus endosimbiontes. Cada día aparecen, como expondré a continuación, ejemplos de órganos, estructuras y funciones que son producidas y reguladas por genes incorporados a nuestro genoma y que tienen origen vírico o bacteriano, apoyando el modelo de Sandín. En tanto, las modificaciones del ADN perfectamente temporizadas en los relojes moleculares, y alejadas del modelo darwiniano y neodarwiniano por su poca aleatoriedad son utilizadas para temporizar los saltos que crean nuevos taxones y estructuras o funciones (Mckenna & Farrell, 2009; Molino Olmedo et al., 2020).

resumen

la evolución de organos, orga nismos y elementos fisiologicos se debe a la incorporación del genoma de virus y bacterias en otros genomas ya sea del ser humano o de cualquier otra especie.

La vacuna

2 ¿Son los virus tan malos?

La visión de virus y bacterias por parte de médicos, farmaceuticos y muchos biólogos, especialmente los biólogos moleculares y parasitólogos, está muy sesgada por la formación recibida y por los intereses económicos y de ego personal. Esa visión hace aparecer a los virus como entes ocasionantes de enfernedades a los que hay que combatir a toda costa y con cualquier medio. Por desgracia esa visión es la trasmitida a la población general a través de los medios de comunicación, las consultas o los trabajos publicados en revistas de “impacto”.

La realidad es bien distinta. Se ha calculado que hay un nonillón (un 1 seguido de 30 ceros) de bacterias en la Tierra y entre 5 y 25 veces más virus. Como he comentado antes y comentaré después, los virus (y las bacterias) son de suma importancia en la evolución de la vida y los organismos, pero, además, juegan un papel esencial en la ecología del planeta y en el beneficio de nuestra salud.

En aguas marinas superficiales se han contado hasta 10.000 millones de virus por litro. Su función es el control de la base de la red trófica marina. Cuando las colonias de bacterias y algas crecen desmesuradamente, pudiendo llegar a impedir el paso de los rayos del sol a los fondos marinos, los virus las destruyen hasta que su densidad hace posible el paso de los rayos de sol. Por cierto, los productos sulfurosos derivados de este proceso contribuyen a la nucleación de las nubes, produciendo la lluvia (Fuhrman, 1999). En los suelos su número es variable, en todo caso astronómico, En un estudio han arrojado cifras medias de 5,3-10e8 m3 y también están implicados en el control de las comunidades bacterianas (Williamson et al., 2003).

En lo referente a nuestro organismo el número de virus completos que realizan funciones esenciales para nuestro organismo es de tal dimensión que sorprende. Miles de millones (más bien billones) de virus bacteriófagos coexisten con los billones de bacterias de nuestro tracto intestinal que son esenciales para nuestra vida. Los bacteriófagos o fagos regulan las poblaciones de bacterias e intercambian información genética entre ellas. Es decir, los virus controlan las bacterias que controlan nuestro organismo (Barr et al., 2013). Una enorme cantidad de bacteriófagos adheridos a las mucosas del organismo impiden que penetren bacterias externas, que no deberían estar ahí, es decir también protegen nuestro organismo.

Resumen

los virus son esenciales no solo para el funcionamiento de los ecosistemas sino de nuestro propio organismo y sus procesos de protección y equilibrio.

3 Interacción ADN-ARNs-Proteínas.

Continuamente se nos está bombardeando con la información de que el ARNm de la vacuna no alterará el ADN de la célula huesped. Esto es radicalmente falso como voy a argumentar.

Los diferentes ARNs que pueden encontrarse en una célula tienen como función tanto la síntesis de las proteínas como la regulación de la propia expresión de los genes, junto con las proteínas.

Las proteínas son esenciales para el funcionamiento y estructura celular y para la defensa y comunicación del organismo y a nivel intra e intercelular. La célula prende o apaga la lectura de los genes formadores de proteínas de acuerdo a sus necesidades. Este apagado o encendido se debe a los denominados operones de expresión regulada por inducción o por represión debido a la presencia de determinadas circunstancias o elementos (por ejemplo proteínas extrañas) en el medio extra o intracelular. La regulación puede realizarse a nivel de la transcripción y sobre el ARNm o a nivel de la traducción del ARNm en el ribosoma. De esta forma, las moléculas presentes en el medio intracelular pueden interactuar con proteínas reguladoras específicas para cada sistema de cada operón o de cada grupo de operones y, a su vez, las proteínas reguladoras interactúan con una zona del operón cercana al promotor (secuencia de ADN situada antes de la secuencia de nucleótidos que va a ser transcrita )

El intermediario utilizado por el ADN para leer los genes y traducirlos a proteínas es el ARNm, como el utilizado en estas vacunas. Los retrovirus (virus con ARN, grupo al que pertenece la familia Coronaviridae) son una excepción por presentar una enzima llamada transcriptasa inversa que permite transcribir en sentido contrario, de ARN a ADN si es necesario (Malajovich, 2020). Aunque la transcriptasa inversa es típica de los retrovirus, en células eucariotas hay enzimas con función de transcriptasa inversa, tal es el caso de la telomerasa que adiciona desoxiribonucleótidos a los telómeros, pero esa adición está dirigida por un ARN

Contrariamente a lo estipulado por la genética clásica con su modelo un gen una proteína, la moderna genética y, más aún, la epigenética ha demostrado que un mismo gen puede codificar varios polipéptidos o proteínas según las necesidades celulares, la propia lectura del gen o las interacciones con genes vecinos.

Las secuencias codificantes de proteínas en el genoma humano suponen el 1,5% del total, constituyendo nada menos que el 98,5% de dicho genoma lo que se ha denominado ADN basura simplemente por no conocerse aún su función, aunque, realmente, la célula no puede permitirse mantener tanto ADN sin función por cuestiones espaciales, energéticas o por razones de supervivencia y perpetuación, lo cual es lógico si vemos una célula como una empresa o industria altamente eficaz (Bueno Campos, 2004).

Las proteínas pueden reconocer el ADN y el ARN gracias a los dominios de unión al ADN (DNA binding domains) (Harrison, 1991); aminoácidos tan comunes en las proteínas como Asn, Gln, Glu, Lys y Arg pueden establecer puentes de hidrógeno entre sus cadenas laterales y los pares de bases del ADN y/o ARN. Los dominios son un elemento estructural evolutivo común en las proteínas reguladoras de la transcripción de ADN a ARN. Las mutaciones y polimorfismos (múltiples formas de un mismo gen) pueden originar distintas lecturas de los genes, con consecuencias desconocidas, y las proteínas pueden originar, mediante los dominios indicados, esos polimorfismos, teniendo el ADN la capacidad de tener no solo la típica estructura helicoidal doble típica, sino que puede adoptar tres organizaciones espaciales diferentes (A, B y Z) con gran plasticidad y capacidad de adaptación en función de factores ambientales (incluidas proteínas extrañas en el interior celular) y capacidades internas y, al igual que en las organizaciones sociales, el ADN puede verse sometido a perturbaciones internas y externas de diferentes tipos que afectan sus relaciones con el ARN y por consiguiente generan cambios en el cumplimiento de sus propósitos poniendo en riesgo la misma vida (Ostos Ortiz, 2009).

Existen trabajos en los que se ha utilizado ARN complementario con ARNm introducido en una célula para producir la desactivación de un gen de forma que la mezcla del ARN y ARNm produjo un ARN híbrido que anuló la expresión del gen, dando lugar al denominado ARN interferente (ARNi) dando una nueva dimensión al ARN en la regulación de la expresión génica y como herramienta experimental y terapeutica (Gómez, 2006) demostrándose, en contra de lo que se pensaba y se cree y dice habitualmente que no solo las proteínas regulan en interacción con el ADN la expresión génica y la lectura del propio ADN, sino que también los ARN pueden interactuar para regular esa expresión y lectura del ADN en el interior de la célula.


RESUMEN

Un nuevo tipo de ARN desconocido hasta 1998 denominado ARN interferente que es un híbrido de ARNm con otro tipo de ARN ha demostrado en contra de lo que se pensaba y se dice habitualmente que no sólo las proteínas regulan en interaccion con el ADN y la expresión génica y la lectura del propio ADN sino que también los propios ARN pueden interactuar para regular ésa expresión y lectura del ADN en el interior de la célula.


Así pues el ARNi muestra cuan equivocado es el dogma central de la biología molecular según el cual la información codificada en nuestros genes se transcribe a una cadena de ARNm que es traducido a la proteína final correspondiente, de esta forma, al inhibir la expresión de un gen se bloquea la producción de la proteína final; en el caso del ARN interferente, la inhibición génica tiene lugar mediante la degradación selectiva del ARN mensajero que, como consecuencia, no podrá ser traducido a la correspondiente proteína (Somoza, 2010).

Es decir que el ARN de la vacuna puede degradarse e hibridar con ARN de la célula y transformarse en ARNi que como hemos visto puede afectar a la lectura del ADN teniendo consucuencias imprevisibles.


Por otro lado, los ARNs no codificantes están surgiendo como factores de comunicación en estados fisiológicos y patológicos y se ha informado que actúan como esponjas de ARNmi, que interactúan con ARNmi y modulan la disponibilidad a ARNm; es importante destacar que los ARNsinc pueden tener un patrón de expresión específico de tipo celular, habiéndose propuesto que las interacciones ARNinc-ARNmi, análogas a las interacciones receptor-ligando, son responsables de los resultados específicos de tipo celular. La unión específica de los ARNsmi a los RNAsinc puede conducir a las cascadas de señalización específicas del tipo celular y modular los circuitos de retroalimentación bioquímica que en última instancia determinan la identidad celular y la respuesta a los factores de estrés (Ramón y Cajal & Hümmer, 2018).

RESUMIENDO

Los ARN procedentes del ADN basura

En los últimos años se ha resaltado la importancia de las variantes genómicas que alteran el procesamiento o maduración del pre-ARNm y que causan diversas enfermedades. Se estima que, aproximadamente, el 15% de las mutaciones causantes de enfermedad afectan el proceso de maduración del pre-ARNm (González Paredes, 2011).

Teniendo en cuenta que las vacunas utilizadas se basan en ARNm del coronavirus y en la ortodoxia dogmática de la biología molecular según el cual la información codificada en nuestros genes se transcribe a una cadena de ARNm que es traducido a la proteína final correspondiente, descabezada por el descubrimiento del ARNi, de las complejas interacciones del ADN, los ARNs y las proteínas, no bien entendidas del todo, con contínuos y nuevos descubrimiento, y no solo del ADN-proteínas de la ortodoxia dogmática de la biología molecular y de la plasticidad funcional y tridimensional del ADN en función de las complejas interacciones ADN-ARNs-Proteínas y de los compuestos propios exógenos y endógenos en la célula, considero que estas vacunas no son seguras y no permiten aseverar al 100% que no habrá interacción del ARNm introducido y las proteínas fabricadas por los ribosomas con el material genético de las células hospedadoras humanas.

4 Epigenética

El dogma genético, como el del palomero Darwin en la evolución, no puede explicar el desarrollo celular ni su fenotipo atendiendo a los genes en la forma clásica como se sigue utilizando y como se toma como base en las vacunas ARNm. La genética no puede explicar cómo a partir de una célula se pueden diferenciar células de diferentes tipos si todas llevan el mismo material genético ni tampoco como caracteres adquiridos por los padres después de la formación de los gametos (especialmente en el caso de óvulos en mamíferos) pueden transmitirse a las generaciones filiales o cómo gemelos procedentes del mismo zigoto pueden ser diferentes llevando la misma carga genética.

La respuesta radica en que el comportamiento celular puede ser modificado sin necesidad de alterar el ADN. Estas modificaciones de la fisiología y estructura celular sin cambios en el material genético son estudiadas por la relativamente reciente epigenética. La genética mendeliana no puede explicar todas las observaciones de expresión fenotípica y de herencia de caracteres adquiridos tras la gametogénesis parental y que no siguen las reglas de la genética básica, lo que llevó a pensar que no toda la información está recogida en los genes. Los mecanismos epígeneticos principales son la metilación del ADN, la modificación de las proteínas histonas y otras proteínas encargadas de regular la lectura y transcripción de ADN a ARNm y los ARN no codificantes como el ARNi (Delgado Coello, 2011) producido, como se ha dicho antes, por hibridación de ARNs con ARNm. Existe evidencia de que existen interacciones ADN-ARNs que pueden dar lugar a modificaciones epigenéticas que producen modificaciones en el fenotipo pero no en el genotipo y esas variaciones pueden transmitirse vía mitosis y meiosis (Delgado Collo, 2011) lo que puede producir enfermedades y modificaciones hereditarias de tipo lamarkiano, pero no darwiniano ni neodarwiniano. Esto apoya por un lado el modelo de transformación Lamark-Sandín y deja inutilizado al palomero Darwin y por otro, que pueden existir interacciones ADN-ARNs que producen modificaciones fenotípicas sin necesidad de alterar el genoma.

En consecuencia, lo dicho en medios de comunicación y elementos gubernamentales farmaceuticos y sanitarios de que el ARN de la vacuna no altera nuestro código genético no implica que no se produzcan alteraciones fenotípicas desconocidas, máxime teniendo en cuenta que no se conocen a la perfección las interacciones de los ARN y las proteínas con el ADN.


5 Retrovirus y sus implicaciones en la evolución, creación de estructuras biológicas y actividades fisiológicas de las células y organismos.

Se considera que un 10% del genoma humano está compuesto por retrovirus endógenos, es decir, virus que a lo largo de la evolución han ido insertando sus secuencias génicas en nuestro genoma. Pero si tenemos en cuenta las secuencias derivadas de virus (elementos móviles como trasposones y retrotrasposones , elementos repetidos cortos y largos, intrones…) nos encontramos con que la inmensa mayor parte de nuestros genomas están constituidos por virus y sus derivados que controlan la expresión de los genes codificantes de proteínas y lo que se consideraba el genoma, es decir los genes codificantes de proteínas, que constituyen el 1,5% de la totalidad del genoma está constituido por virus y sus derivados (Britten, 2004).

Desde hace tiempo se sabe que los virus endógenos se expresan como parte constituyente de los genomas, es decir, son el genoma. Este hecho es de una gran trascendencia ya que retrovirus endógenos o partes de ellos se expresan en procesos tan importantes como producción de enzimas fundamentales (Dunn et al., 2003) o la formación de la placenta durante el embarazo (Dunlap et al., 2006).

En los tejidos embrionarios se expresan (participan en el desarrollo) una multitud de retrovirus endógenos. Como se puede ver, se expresan en placenta, cortex adrenal, riñones, lengua, corazón, hígado, y sistema nervioso central así como en el resto de los tejidos y en individuos adultos normales los retrovirus endógenos se expresan en todos los tejidos confirmando que son componentes permanentes del transcriptoma humano. (Andersson et al., 2002; Seifarth et al., 2005M; Saito et al., 2008).

Una importante función, inherente al ser humano, es el almacenamiento del recuerdo en el cerebro. En mi época de estudiante de licenciatura, mi catedrático de fisiología, el Dr. Manuel de la Higuera, ya nos apuntaba que la memoria se guardaba posiblemente en forma de ARNs o de proteínas. Pues bien, muy recientemente, en 2017 se comprobó que la memoria y los recuerdos se almacenan y conservan mediante una misteriosa proteína llamada Staufen homolog 2 (Stau2) unida a un ARN y es precisamente un ARNm el encargado de ir a sitios específicos del cerebro para programar las proteínas específicas que guardan esa información y que es la proteína citada la que dirige al ARNm hacia las sinapsis (Berger et al., 2017). En 2018 se descubre el gen responsable, el Arc y resulta ser un gen procedente de un retrovirus integrado en nuestro genoma y, además, ese gen es capaz de autoensamblarse en cápsides semejantes al virus que produce ARNm que media la transferencia a otras neuronas en una nueva ruta de señalización y comunicación entre neuronas similar al proceso por el que los virus infectan las células (Pastuzyn et al.. 2018).

Vemos que no solo los retrovirus juegan un importantísimo papel en el desarrollo y funciones de órganos y organismos sino que se desconoce exactamente la forma de actuar de los retrovirus endógenos y el papel del ARNm producido por ellos, como se ha podido comprobar con el almacenamiento y transmisión de la memoria y recuerdos. Un motivo más para desconfiar de las vacunas realizadas a partir de ARNm.


RAZONES HISTÓRICAS Y DE SEGURIDAD MEDICAMENTOSA

Aunque en la historia oficial de la ciencia las cosas se “visten de bonitas” la realidad oculta, especialmente para el público en general pero también a los no introducidos en la historia de la ciencia es diferente. Pocos saben, por ejemplo, que el padre de la genética, Gregor Mendel, falseó los datos de sus estudios en los guisantes para que cuadraran con sus leyes o que los premios nobel Watson y Crick no son los verdaderos descubridores de la estructura en doble helice del ADN sino que fue un logro de la científica Rosalind Franklin y Watson y Crick fueron acusados de robar sus estudios.

Cuando uno mira la historia de las vacunas solo ve el logro de Pasteur en su vacuna contra la rabia aplicada al niño de 9 años Joseph Meister en 1885 ve que fue un éxito y que previamente se ensayó vacunas con animales como gallinas. La realidad es otra y las pruebas se realizaron también con personas, causando muertos que se ocultaron y se ocultan por razones obvias.

Las vacunas clásicas con virus o microorganismos atenuados han fallado en proporcionar con éxito vacunas eficaces contra la mayoría de los patógenos. Surgen así las vacunas inversas basadas en las secuencias del genoma del virus, bacteria o parásito, mediante el uso de herramientas de bioinformática que permiten identificar los antígenos más probables a ser candidatos vacunales. Aunque se ha dicho que la vacunología inversa ha tenido éxito por primera vez contra Neisseria meningitidis serogrupo B, abriendo camino para su aplicación contra otros patógenos humanos como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) entre otros (Ferreira y Porco, 2008) es más que notorio que el supuesto éxito brilla por su ausencia.

Recientemente la bioquímica húngara Katalin Kariko, vicepresidenta de BioNTech RNA Pharmaceuticals crea vacunas utilizando el ARNm de los patógenos. Obviando los intereses económicos subyacentes de esa empresa de la que es vicepresidenta, este tipo de vacuna es el que se va a utilizar.

De acuerdo con los medios oficiales y los medios de comunicación estas vacunas son seguras. Pero la industria farmaceutica y médica comete errores que suelen ser ocultados por diversos motivos. Un ejemplo bien conocido, de entre otros muchos, de los cuales la mayoría son ocultados, es el de la Talidomida que produjo a lo largo de su utilización graves problemas teratológicos en niños cuyas madres la tomaron durante el embarazo. La compañía farmaceutica que la descubrión y comercializó no pidió perdón ni reconoció los efectos adversos hasta 2012, 50 años después de haberse descubierto los efectos teratológicos del medicamento (Papaseit et al., 2012). En los últimos años se ha reconocido que las reacciones adversas a medicamentos (RAMs) causan importante morbilidad. Su importancia ha sido determinada en diferentes trabajos. En el año 1994 se estimó que las RAMs constituyeron el 4,7% de los ingresos hospitalarios y se encontraban entre las seis primeras causas de muerte en EE.UU (Lazarou et al., 1998) y, por mucho que las compañías farmaceuticas se esfuercen en identificar los efectos adversos antes de comercializar los medicamentos, los estudios se realizan en un número limitado de sujetos seleccionados -una muestra- sin patologías concomitantes, a dosis y condiciones controladas lo que hace que el espectro completo de efectos adversos sea desconocido (Valencia et al., 2004). Un elevado número de medicamentos, por ejemplo, producen efectos hematológicos graves como diferentes tipos de anemias, aplasias en glóbulos rojos, problemas de inmunidad, etc. (Mintzer el al., 2009). Una gran cantidad de medicamentos, algunos de uso frecuente producen enfermedades de muy diverso tipo como hematológicas, hepáticas, dérmicas, gástricas, respiratorias... calculándose que las reacciones son muy comunes en la práctica de la medicina y se cree que afectan al 7-8% de los pacientes ingresados en un hospital; de ellas, alrededor del 10% son mortales (Elservier Connet, 2018).

En lo que nos ocupa, los virus, en este siglo XXI, las vacunas y los antivirales serán los productos estrella de la industria farmaceutica. Pero veamos algo de historia. Uno de los primeros antiretrovirales (recordemos que los retrovirus son el grupo al que pertenece Coronaviridae y que, como hemos visto son esenciales psara el funcionamiento de los organismos) fue el Tamiflu, medicamento que inhibe la neuramidasa, uno de los antigenos de superficie; esta enzima está relacionada con la formacióm de la mielina, por lo que la inhibición provoca que no se forme mielina y, en consecuencia, origina graves enfermedades neurológicas, como así ocurrió en niños y personas que recibieron el tratamiento contra la gripe A basado en ese inhibidor (Agencia EFE, 2009).

Es lógico, a la vista de esto, que me ocasione poca credibilidad la seguridad de esta novedosa técnica de vacuna, aún no bien estudiada ni comprobada por mucho que oficialmente se diga lo contrario.

TENIENDO EN CUENTA LOS EFECTOS SECUNDARIOS DE DIVERSOS MEDICAMENTOS, VACUNAS Y ANTIRETROVIRALES CON SUPUESTA SEGURIDAD MERECE POCA CREDIBILIDAD LA SEGURIDAD DE ÉSTA VACUNA.


RAZONES ÉTICAS

Aunque la ley de bases de sanidad nacional de 1944 y la ley orgánica 3/1986 de medidas especiales para la salud pública dan cobertura a una posible vacunación obligatoria del coronavirus, algunos juristas llaman a introducir nuevos instrumentos para hacer más efectivo el cumplimiento. Las provisiones aprobadas en el siglo pasado en España para la difteria y la viruela, incluida la posibilidad de declarar obligatoria la vacuna, facilita el camino legal para que en su caso se pudiera obligar a la vacunación, una medida que si bien se ajusta a Derecho no es la más popular entre el colectivo médico por el efecto "contraproducente" que pudiera acarrear y, si bien la ley de 2002 sobre autonomía del paciente apunta a que la persona afectada puede aceptar o rechazar algunas terapias, ese derecho a decidir tiene algunas excepciones, principalmente el riesgo a la salud pública. Ese riesgo está desarrollado en la ley orgánica 3/1986, que en su artículo 2 declara la posibilidad de que las autoridades tomen cualquier medida necesaria para preservar la salud pública.

Para el jurista, el asunto de la vacunación obligatoria es, finalmente, la colisión de dos derechos, el derecho a la protección de la salud, que prevalece en el caso de una pandemia como la covid-19, y el derecho a la intimidad y privacidad (Malvesi, 2020).

Una cuestión ética que no se comenta, o de la que se habla poco, es la utilización de células fetales humanas en la fabricación de las vacunas. El cultivo de virus humanos en embriones de otros animales hace que se puedan expresar multitud de virus endógenos, lo que conduce a que se produzcan hibridaciones con sus virus correspondientes dando lugar a que se produzcan virus inefectivos de características diferentes a las originales. La utilización de embriones humanos para la fabricación de vacunas ha sido reconocida por la web de la International Federation of Pharmaceutical and Manufaturers & Associations (http://www.ifpma.org/influenza/index.aspx?47), aunque, por razones obvias, la página fue retirada de la web. La utilización de embriones de pollo para cultivar virus de la fiebre amarilla con el objeto de fabricar vacunas muestra evidencias de dos tipos de partículas retrovirales, el retrovirus aviar endógeno (EAV) y el virus endógeno de la leukosis aviar (ALV-E), partículas que contaminan las vacunas de la fiebre amarilla (Hussain et al., 2003).

En resumen podemos concluir por lo anteriormente expuesto que actualmente la vacuna propuesta por los laboratorios con tecnología ARN no sólo no son seguras sino que efectivamente pueden llegar a interactuar con los distintos elementos del génoma del vacunado pudiendo ocasionar reacciones imprevisibles a corto, mediano o largo plazo.




Referencias


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