Cross
CUARTA PARTE Matadragones » 103
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¿Cómo dice ese verso de una vieja canción, o nueva canción, o lo que sea? ¿«La vida es lo que ocurre mientras estás ocupado haciendo otros planes»?
Volví a Washington aquella misma noche porque quería ver a los críos, y por Mamá Yaya, y porque tenía pacientes que dependían de mí y tenían cita para el día siguiente.
Yaya siempre ha afirmado que para mí es importante ayudar a la gente; dice que es mi maldición. Probablemente, está en lo cierto.
Recordaba con toda nitidez la cara de Michael Sullivan, su pequeña reverencia, y me desesperaba al pensar que seguía por ahí suelto.
Según el FBI, la Mafia ya había ofrecido una recompensa de un millón de dólares por su cabeza, y un millón más por las de su familia. Yo todavía sospechaba que pudiera ser confidente del FBI o de la policía, y que unos u otros estuvieran contribuyendo a protegerlo, pero no lo sabía con certeza, y era posible que nunca lo supiera.
Una noche, después de escaparse Sullivan, víspera de colegio para los críos, me senté en el porche acristalado y toqué rock and roll al piano para Jannie y Damon. Estuve tocando hasta casi las diez.
Después hablé a los chicos de su madre. Iba siendo hora.