Crece presencia militar de Estados Unidos en Perú.

El pasado 28 de diciembre, el Congreso de la República autorizó el ingreso de tropas militares de Estados Unidos a varias regiones del Perú por un periodo de un año (2021).

Lo sorprendente de la iniciativa es que fue aprobado y publicado de manera muy veloz; el día 28 de diciembre por la noche el Pleno del Congreso acordó aprobar, el día 29 se promulgó la Resolución Legislativa N° 31102 y el 30 de diciembre salió publicado en el diario El Peruano, es decir, en menos de dos días.

La resolución autoriza el ingreso al territorio peruano de personal militar con armas de guerra (decenas y cientos de fusiles M4, cañones cortos, pistolas, ametralladoras, lanza granadas, morteros, fusiles tiro de alta precisión y escopetas), del 1 de enero al 31 de diciembre de 2021. Asimismo, autoriza al Poder Ejecutivo para que pueda modificar la ejecución de las actividades militares cuando existan causas imprevistas. El ingreso del personal militar de los Estados Unidos tiene por finalidad desarrollar actividades de entrenamiento con las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú (en Lima, Callao, Loreto, San Martín, Santa Lucía, Huánuco, Ucayali, Paseo, Junín, Huancavelica, Cusco, Ayacucho, lquitos, Pucusana y Apurímac).

Cada año, al menos en tres ocasiones ingresan tropas militares al territorio peruano. Se justifica que es con fines protocolares de entrenamientos y operaciones combinadas, diurnas y nocturnas, contribuyendo a la interoperabilidad de las Fuerzas Especiales con los sistemas y la doctrina OTAN, entre ellas, el del terrorismo y la defensa ante posibles ataques contra los recursos energéticos.

1.

Ante la ausencia de conflictos bélicos en América, las amenazas hacia los Estados provienen ahora, en particular de actividades ligadas al tráfico de drogas y a fenómenos como “la pobreza”, “las migraciones”, “el populismo”, “el terrorismo”. Por eso Estados Unidos insisten en que las Fuerzas Armadas deben ser reentrenadas para enfrentar estas cuestiones. Hace par de años, el control militar de la cuenca amazónica, los principales puertos peruanos (Callao, Salaverry, Paita, Chimbote e Ilo), desde donde se embarca el petróleo, gas y minerales. Según algunos especialistas, de hace años, la VI Flota de los Estados Unidos usa los puertos peruanos como centro operativo en la costa del Pacífico de América del Sur, para abastecer sus navíos y para el descanso de sus tropas. Hay una creciente presencia militar de Estados Unidos en el territorio peruano: 43,779 militares estadounidenses ingresaron al Perú en 2004; 12,511 militares ingresaron en 2006; 5,117 en 2007, 5,516 en 2008. Entre 2003 y 2010 ingresaron un total de 87,516 militares estadounidenses; entre 2011 y 2018 ingresaron 23,122 militares estadounidenses para realizar ejercicios de entrenamiento militar en mar, tierra y en ríos; entrenamiento anti-subversivo y de inteligencia en conjunto con las fuerzas armadas y policiales.

En la actualidad, existen 10 bases militares estadounidenses en todo el territorio peruano instaladas en módulos particulares o en bases militares o de la marina de guerra peruana. Están ubicas en puertos estratégicos de energía. Entre las bases militares más conocidas tenemos:

1. Palmapampa - VRAEM.

2. Mazamari - VRAEM.

3. Pichari - VRAEM.

4. Puerto de El Callao.

5. Ancón.

6. Pucalpa.

7. Equitos.

8. Teniente Clavero - Putumayo.

9. Santa Clotilde - Loreto.

10. El Estrecho - Putumayo.

2.

El pretexto de políticos y sectores del ejecutivo para autorizar el ingreso de tropas extranjeras al territorio peruano ha sido la lucha contra el “narco-terrorismo” en zonas fronterizas como el VRAEM, las mismas que están controladas con el apoyo de Estados Unidos, y todo lo que se hace ahí cuenta con la autorización y apoyo diplomático, militar e ideológico de Estados Unidos.

En cuanto a la guerra contra la droga, tiene muy poco que ver con la reducción del consumo de droga en Estados Unidos y tampoco tiene ningún efecto sobre él. Consiste fundamentalmente en una guerra química contra los campesinos del VRAEM que destruye sus cosechas (ya lo hemos viso en el Valle de Monzón) y los expulsa de sus tierras a los suburbios de las ciudades del valle, lo cual provoca trata de personas, prostitución y otros crimines. Recogí testimonio de los campesinos y nativos del VRAEM. El gobierno ha destrozado la vida destruyendo sus tierras con insumos químicos, obligándoles a trasladarse, muchos de sus hijos están en las cárceles de Ayacucho, Andahuaylas, Cusco y Lima. En efecto, según el censo penitenciario, la mayoría de los jóvenes internos de los penales en mención, son jóvenes, pobres, “mochileros o cargachos” de todo el territorio que rodea el VRAEM que terminaron como burriers. La ruta de la coca está llena de jóvenes muertos. Como señala una entrevista en el diario La República (arrieros de la cocaina); a diferencia de los desaparecidos de la guerra interna, los habitantes del VRAEM y de las zonas aledañas no reclaman a los desaparecidos de la coca.

Los estudios demuestran que, si la intensión fuese reducir el consumo de droga en Estados Unidos, sería mucho más barato recurrir a la prevención y al tratamiento. Lo mismo pasaría si la intensión fuse erradicar el terrorismo. Pero no. Las medidas policiales y militares son mucho más caras y menos eficaces. Y aún más cara y menos eficaz son las operaciones militares fuera del país violando la soberanía, restringiendo derechos bajo estado de emergencia y destruyendo los cultivos, lo cual significa una guerra química y sicológica. Los militares “gringos” no vienen para aprender de los soldados peruanos ni para reducir el consumo de drogas ni combatir a los rezagos del terrorismo. Algunas cifras son sorprendentes. La ayuda que entrega el gobierno peruano a los cultivadores de coca para cultivos alternativos es mucho menor que la que destina a todo el aparato militar y ejecutivo en el VRAEM, por ejemplo. El Proyecto Especial conformado por Funcionarios del Ejecutivo, pero sobretodo, conformado por fuerzas especiales combinadas para realizar estrategias y operaciones de “lucha contra la droga y el terrorismo”, más conocido como “CORAH” creado para acciones en Huallaga – San Martín, se ha invertido anualmente alrededor de S/232 millones de dólares por 10 años consecutivos. DEVIDA ha señalado que para fines del 2016 tuvo un presupuesto total de 121 mil millones de soles, para el 2017 tuvo un presupuesto de 267 millones de soles. El mismo año del 2017, el Ejecutivo transfirió más de 13 millones soles a DEVIDA y éste a la Embajada de Estados Unidos para que ejecuten acciones erradicación de cultivos de coca. En el 2019, el Ejecutivo trasfirió 110 millones de soles a favor de la Embajada de los Estados Unidos. Para el 2020 se tuvo previsto transferir; 47 millones para erradicar ilegales de hoja de coca; 226 millones para acciones de "Reducción del tráfico ilícito de drogas" y 171 millones de soles para incorporar a familias al desarrollo alternativo y dejen coca ilegal o actividad ilícita. Lo más escandaloso es que el dinero se pierde en los altos ejecutivos militares, policiales y funcionarios de programas y proyectos.

En 2021, los militares estadounidenses ingresarán con armamentos de guerra, serán subvencionados por el Estado peruano y usarán todo el aparato militar (helicópteros, vehículos, infraestructura, etc. que incluye gastos de combustible y otros) con presupuesto del Estado Peruano.

3.

En el Congreso de la República, las Bancadas o Partidos políticos que solicitaron se agende en el pleno del Congreso fueron Acción Popular, Alianza para el Progreso, FREPAP, Fuerza Popular, Podemos, Partido Morado y Nueva Constitución. La iniciativa fue promovida por el congresista Daniel Urresti, Presidente de la “Comisión Defensa Nacional, Orden interno, Desarrollo alternativo y Lucha contra las Drogas”, apoyado con voto favorable en el Pleno por el congresista Perci Rivas Ocejo, presidente de la “Comisión Especial Multipartidaria a Favor de los Valles de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro para Estudiar, Monitorear, Evaluar, Proponer y Promover el Cumplimiento de las Políticas, Planes, Programas, Proyectos, Estrategias, entre otras acciones dadas por el Poder Ejecutivo a favor del VRAEM”.

‏Source huambar.lamula.pe