Carmina Burana
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<La alegría, el amor>
Con notable lirismo el poeta describe a su amada y la alegría a la que el amor le incita. Estrofas rítmicas. Cfr. C. B. 151.
1
Amor, tú eres[457] el arma de la ilustre Venus.
¡Moviendo las voluntades de los corazones inconstantes,
tú, de los amantes desconsuelo,
descubres las fibras íntimas del corazón y las deshaces!
A ti que superas a los demás por tu semblante sereno,
a ti rindo mis lares.
¡Defiéndeme para que no me envuelva la tormenta
que se agita tras el cerrado candado del corazón en la dulce doncella!
2
La fragancia de su boca, que a lirio huele,
es el primer indicio de que amor padeces[458].
A quien un beso le implora,
ninguna aversión causa[459].
Las cejas de su frente son graciosas,
reluce su boca rosada.
En ningún lugar se encuentra alguna que se le parezca.
¡Feliz quien sus besos de miel saborear pudiera!
3
¡Girando en corro[460] cantad a la par!
¡Moved alegres vuestros pies a compás,
llenos de regocijo, jubilosos,
haciendo sonar con aplausos las manos!
Sólo yo a ella sola con estas alabanzas la honro,
después de despejar las nubes de mi alma,
pues, al verla totalmente casta,
me invade una singular alegría deseándola como amada.