Beneficios de consumir pollo ecológico

Beneficios de consumir pollo ecológico



El pollo es una de las variedades más populares de carne casera. Quizás el más popular. Se contabiliza que en nuestro planeta existen alrededor de 3-4 pollos por persona. Y esta es una cifra que está en constante crecimiento, porque en relación con el aumento del precio de la carne de cerdo, la de vaca y la de cordero, la carne de esta ave es barata, lo que hace incrementar la demanda. En el planeta, hay docenas de razas de pollo domesticado, que difieren en proteínas y grasas en la carne. Además, hay razas criadas para la producción a largo plazo de huevos, mientras que otras se utilizan puramente para consumir su carne. Ante todo esto no debemos olvidar que la cría masiva de estos animales ha desatado ya voces críticas, no sólo por las condiciones inhumanas en las que viven y cómo son tratados, lo que provoca además que pierdan muchas de sus propiedades alimenticias. La mayoría de los pollos que ve en las tiendas hoy en día provienen de granjas en las que se les alimenta rápidamente y donde apenas pueden moverse. De este modo el precio es lo único que nos lleva a consumir este tipo de carne.

Sin embargo, más allá de dilemas éticos y morales, son varios los motivos que nos llevan a pensar que vale la pena invertir un poco más y consumir carne de pollo producida de forma ecológica y sostenible. Y es que en la mayoría de los casos, la carne de pollo producida de forma orgánica es la mejor opción. Por un lado se trata de un producto que garantiza altos estándares de bienestar animal, por el otro, en el estado de emergencia climática en que nos encontramos, garantiza el respeto por el medio ambiente. Sin embargo, todo depende del país individual y los requisitos de una organización de certificación independiente. Según los estándares europeos, el pollo orgánico debe cultivarse en un rango libre y debe tener al menos 81 días de edad antes de ser sacrificado.

Muchas veces los términos que se refieren a la calidad de la carne de pollo pueden confundir fácilmente al comprador. Además, los estándares de producción varían mucho según el país en el que operan. La forma más confiable de elegir una buena carne de pollo es aprender a leer las etiquetas correctamente, no confiar en el marketing engañoso y, siempre que sea posible, comprar la carne de pollo de la mejor calidad , lo que significa que será más cara. Sin embargo esto le reportará múltiples beneficios, y seguro que le habrá valido la pena.


La carne de pollo criado de forma ecológica es más tierna, melosa y rica en minerales y grasas saludables. Esto es totalmente opuesto a la carne de pollo no ecológico, en la que apenas podemos encontrar el sabor y suelta una gran cantidad de agua al cocinarla. Además, los valores nutricionales de ambas no tienen punto de comparación, siendo la ecológica mucho más sana y nutritiva.

Como ya hemos comentado, el origen de estas diferencias se encuentra principalmente en cómo se han criado los pollos ecológicos en comparación con los no ecológicos. Las condiciones de vida y alimentación de los animales son diametralmente opuestas. Para comenzar, la avicultura ecológica escoge razas de crecimiento lento y los pollos tienen que tener como mínimo 81 días antes de ser sacrificados. En el caso de las no ecológicas el proceso se ve mucho más acelerado.

Durante su tiempo de vida los animales ecológicos viven en sitios muy ventilados e higiénicos, con mucha luz natural y con posibilidad de salir al exterior, y son alimentados a base de cereales ecológicos. En cambio, los pollos no ecológicos se crían en grandes naves industriales y en unas condiciones de hacinamiento extremo, en las que ven altamente limitada su movilidad. En estas instalaciones, las aves son estresadas con luz artificial las 24 horas del día, para potenciar su alimentación, minimizar las horas de sueño y, se suelen alimentar con formulaciones nutritivas elaboradas a base de cereales de origen transgénico, suplementos de minerales y proteína proveniente de harinas de pescado, sangre y carne, para así acelerar su engorde.

La carne de pollo es una carne blanca, baja en grasas y rica en proteínas, lípidos, vitaminas y minerales. En cocina da mucho juego, y hay multitud de recetas que se basan en el pollo como ingrediente principal. Además es perfecta si se quiere seguir una dieta para control de peso o una dieta proteica. Su composición nutritiva difiere dependiendo de la parte del pollo de la que hablemos, no el lo mismo muslo que pechuga, con piel o sin, pero la gran diferencia viene del sistema de producción, ecológico o no ecológico. La pechuga de un pollo ecológico tiene casi un 27% de materia seca, un 2,4% de minerales y casi un 24% de proteína, mientras que un no ecológico tiene unas cifras correspondientes al 24%, el 1,1% y el 22,95%. Para que nos hagamos una idea. De este modo concluimos que 100 g de pechuga de pollo ecológico poseen un 4% más de proteína, más de un 54% de minerales totales y casi un 10% más de materia seca que un pollo de producción industrial. Si hablamos del muslo de pollo ecológico , este aporta un 10% más de proteína, un 46% más de minerales totales y casi un 6% más de materia seca. El pollo ecológico tiene menos agua, esto hace que apenas se encoja al cocinarlo, y por contra tiene más minerales y más proteínas.

Otra de las ventajas de comer p

ollo ecológico es la calidad de los ácidos grasos de la carne va ligada a la alimentación del animal. El tipo de alimentación que reciben los animales durante su crianza es la que hace que la grasa de la pechuga no ecológica tenga un 36.1% de ácidos grasos poliinsaturados. Esto se debe a la presencia de harinas de pescado en el pienso que toman los pollos no ecológicos. Por contra, la pechuga ecológica tiene un 37,37% de grasa saludable.

El pollo contiene una cantidad bastante grande de nutrientes diferentes. Entre ellos se encuentran proteínas, ácido linoleico. Este ácido estimula el sistema inmunitario, por lo que el consumo moderado de pollo contribuirá a una buena salud. Además de estas sustancias, también hay muchas vitaminas del grupo A, B1, B2 en el pollo.


La vitamina B6, que también se encuentra en el pollo, es especialmente útil y buena para el corazón. Esta vitamina es casi imposible de obtener de los alimentos vegetales, y el pollo es su fuente más barata y menos calórica. Además la carne de pollo sirve como estimulador del sistema nervioso, la carne de pollo aporta un conjunto de vitaminas y minerales útiles asegura el funcionamiento normal de las células nerviosas. El pollo es especialmente útil para aquellos que sufren de insomnio, estrés y depresión. Además del potasio y el fósforo, la carne de pollo contiene muchos otros componentes minerales y vitaminas. Estas son las vitaminas A y E, vitaminas del grupo B, hierro, magnesio. Prácticamente no hay carbohidratos en el pollo, que también es su ventaja.



Pero todos los beneficios que aporta la carne de pollo pueden ser contraproducentes si no cocinamos nuestra receta de pollo con una carne de calidad. Las histaminas que puede haber en carne de pollo industrial a causa de su alimentación pueden causar alergias. La salmonella está muy extendida entre los pollos de las granjas industriales. Según los expertos, estamos hablando de aproximadamente el 15,7% de la carne producida en Europa. Sin un tratamiento térmico completo, dicha carne es peligrosa para la salud. Además, puede producirse la contaminación de otros productos con los que la carne de pollo entrará en contacto durante el almacenamiento.

Queda claro que las ventajas de consumir pollo pesan más que los inconvenientes, y que consumir carne de pollo ecológico aportará un mayor beneficio a su vida y también al medio ambiente, eso sin entrar a valorar, como ya hemos comentado el problema ético que la producción industrial de carne supone. Incluso mirándolo solo desde la perspectiva económica, la carne de pollo ecológica es mucho más barata que la de ternera o cordero industrial, y le aseguramos que cualquier receta de pollo que elabore con este tipo de carne quedará mucho más sabrosa y espectacular que una receta elaborada con carne roja de procedencia industrial, y que además será más cara. ¿Necesita más motivos? Anímese a cocinar con carne de pollo ecológica.


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