Azul
34
Página 43 de 69
Ella se volvió a la puerta del balcón y levantó un poco la cortina. Una bofetada de agua y viento se estrello en el cristal, tan sorpresiva fue que la hizo saltar hacia atrás. Podía escuchar el bramido del océano y el reproche del viento, como si se hubieran puesto de acuerdo para recriminarle los besos de la biblioteca y la cocina.
O sería tal vez, que le estaban dando un ultimátum.
Mar, viento y cielo no aceptarían ninguna clase de traición.
Lo dejaron muy, muy claro.