Aforismos

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Reconocimientos

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RECONOCIMIENTOS

La traducción de los Aforismos de Lichtenberg se realizó, en gran parte, gracias a una beca concedida por la Delegación Cuauhtémoc, de enero a junio de 1988 (el jurado estuvo integrado por Adolfo Castañón, Elsa Cross y Guillermo Sheridan).

Descubrí a Lichtenberg entre los muchos asombros del Manual del distraído, de Alejandro Rossi; Joel Peha, auténtico lichtenberólogo, me puso en contacto con las ediciones de los Aforismos de Promies y Rychner; Carlos Pereda me guió entre el laberinto de libros de la Universidad de Constanza hasta el estante decisivo (y durante varios días se convirtió en mecenas del proyecto); Ludwik Margules me descubrió el notable texto de Jeleński y lo tradujo con exacta rapidez; Ruth Netzcker me ayudó a resolver problemas de traducción; Alejandro Rossi, Adolfo Castañón, José Enrique Fernández, Alejandro Sandoval y, por supuesto, Déborah Holtz, me apoyaron tanto que también yo acabé por convencerme de que ésta no era una tarea mítica.

“Somos los libros que nos han hecho mejores”, dice Borges. Lo mejor de este libro son los amigos que lo hicieron posible.

J. V.

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