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54. Secret of Monkey Island
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Secret of Monkey Island
Fecha de creación: 1990
Desarrollador: Lucasfilm
Distribuidor: Lucasfilm
Género: ¡Un mono de tres cabezas!
Plataforma: PC
Ron Gilbert fue el creador de esta auténtica obra maestra cuyas influencias son los libros En costas extrañas, de Tim Power, y La isla del tesoro, de R. L. Stevenson. The Secret of Monkey Island fue creado con el motor para aventuras gráficas SCUMM (de aquí proviene el curioso nombre de la taberna del juego: Scumm Bar), que ya había sido utilizado anteriormente en cuatro videojuegos de Lucasfilm y que fue diseñado originariamente para la creación de Maniac Mansion. Durante el desarrollo de The Secret of Monkey Island el equipo de trabajo no se ponía de acuerdo en cómo se debía llamar el personaje principal, así que finalmente optaron por llamarlo como el archivo en el que guardaban su imagen, «guy.brush» (chico.brocha), por eso a lo largo de todo el juego el resto de los personajes no pararán de señalarnos lo extraño de nuestro nombre: Guybrush Threepwood.
Y es que Guybrush Threepwood es un simpático muchacho cuyo mayor sueño es ser un temido pirata, y para ello se dirige a la isla de Mêlée, un nido de filibusteros donde deberá superar tres grandes pruebas para conseguir su preciado sueño. Estas tres pruebas son: vencer en un duelo a la Sword Master, descubrir un tesoro perdido y robar una estatuilla en la casa de la gobernadora. Estas pruebas se pueden superar sin ningún orden establecido, pero al cumplir la última de ellas Guybrush se enamorará perdidamente de la gobernadora, Elaine Marley. Lo que Guybrush no sabe es que el temible y difunto pirata LeChuck también está enamorado de la gobernadora y la secuestrará, obligándonos con ello a cambiar nuestros planes para rescatarla y embarcándonos en un disparatado viaje hacia la isla del Mono.
Si hay algo en lo que destaca The Secret of Monkey Island es en el humor, pues cada una de las misiones y rompecabezas está salpicada de situaciones graciosas, algunas de las cuales pueden a veces rozar lo absurdo, como los inolvidables duelos de espada escritos por Orson Scott Card. Todos los personajes, incluso los malos, son simpáticos y tienen una personalidad bien marcada y desarrollada aunque aparezcan únicamente durante unos breves instantes. Todos se mueven libremente por la isla de Mêlée, interactuando con nosotros y haciéndonos sentir parte de un mundo propio y real que funciona con sus particulares y extrañas normas.
Técnicamente el juego no deslumbra, pero no es necesario. Aun así, es fantástico comprobar cómo con una gama de tan solo 256 colores se puede crear un entorno tan detallado y cuidado como el que aparece en el juego, sin grandes efectos, pero con un uso sobresaliente de planos, perspectivas, luces y sombras…, consiguiendo transmitir diferentes sensaciones mediante la utilización del color. Lo mismo ocurre con el diseño de personajes, que a pesar de su simpleza consiguen transmitir perfectamente cómo son, ya sea por medio de su atuendo, sus gestos o su forma de hablar.
En julio de 2009 se lanzó una versión en CD-ROM del juego con mejoras gráficas, doblaje y una colección de nuevas melodías, por lo que ya no hay excusas para no descubrir cuál es el «secreto de la isla del Mono».