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61. The Legend of Zelda: A Link to the Past
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The Legend of Zelda: A Link to the Past
Fecha de creación: 1991
Desarrollador: Nintendo
Distribuidor: Nintendo
Género: Aventuras en el pasado
Plataforma: SNES
Después del maravilloso The Legend of Zelda, aparecido en la videoconsola NES, Shigeru Miyamoto comenzó a trabajar en la que sería su continuación, Zelda II: The Adventure of Link, que apareció en 1987 también en la misma consola. Este segundo título de la saga supuso un cambio de concepto al mezclar la vista cenital para las fases de exploración con una vista lateral en los combates aleatorios y en las localizaciones, encontrándonos con un desarrollo más típico de los juegos de plataformas que de los juegos de rol. Este giro en el concepto de la saga Zelda supuso que muchos seguidores de la primera entrega se sintieran defraudados en cierta forma, aun a pesar de que el resultado final de la segunda aventura de Link es bastante satisfactorio.
Ya en 1988 comenzaría a fraguarse un nuevo capítulo de The Legend of Zelda para NES, pero el proyecto fue finalmente retrasado y comenzó a desarrollarse para la nueva videoconsola de Nintendo, la SNES. Miyamoto volvió a retomar el concepto del juego original y en noviembre de 1991 aparecía en Japón el que para algunos es el mejor episodio de la saga Zelda jamás creado: La leyenda de Zelda: La trifuerza de las diosas. Este nombre sería modificado en la versión norteamericana, pasando a ser The Legend of Zelda: A Link to the Past, para omitir las referencias religiosas conforme al deseo de Nintendo America. Este cambio afectaría principalmente al título, pero también se pueden encontrar otros cambios en las localizaciones y en los nombres de los personajes: el sacerdote Agahnim pasó a ser un mago.
The Legend of Zelda: A Link to the Past sorprendió a todo el mundo, y es que realmente posee razones de sobra para ello. Técnicamente impecable, los gráficos alcanzaron un gran nivel debido a su alta definición, su amplia gama de colores y variedad de enemigos. Pero si hay algo que destaca en el apartado visual son los escenarios, su lograda ambientación, los efectos de lluvia y luz y la recreación de lugares hermosos, tétricos e inolvidables. La banda sonora del juego está considerada como el mejor trabajo del maestro Koji Kondo, que recuperó la melodía del primer título de la saga y creó nuevas melodías para los principales personajes del juego, que son utilizadas cada vez que estos aparecen.
La aventura se vuelve a desarrollar en una perspectiva cenital, recuperando toda la esencia del Zelda original, pero ampliándolo y mejorándolo hasta llegar casi a la perfección. Aparecen nuevos objetos que se convertirán con el tiempo en clásicos de la saga, como el gancho o la vara que nos permite crear bloques y plataformas. Hay doce mazmorras repartidas entre dos mundos paralelos, mundos semejantes pero diferentes entre sí, que son en su concepción un elaborado e intrincado rompecabezas que debemos resolver. En las mazmorras, que esta vez tienen varios pisos de altura, los puzles se vuelven más complejos y exquisitos, con gran cantidad de interruptores y artilugios diferentes, todo ello unido a una jugabilidad perfecta, como es habitual en esta saga. En tres palabras: una obra maestra.