150 videojuegos a los que tienes que jugar al menos una vez en la vida
76. Virtua Cop
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Virtua Cop
Fecha de creación: 1994
Desarrollador: Sega
Distribuidor: Sega
Género: Disparos virtuales
Plataforma: Arcade
A principios de los noventa Sega estaba dispuesta a revolucionar los salones recreativos de todo el mundo con su nueva placa Model 1, un nuevo hardware que permitía crear gráficos en tres dimensiones como nunca se habían visto. Por ello, en 1992 el equipo de AM2, con Yu Suzuki al frente, realizó una prueba para evaluar las posibilidades de la nueva placa… y los resultados fueron tan satisfactorios que se decidió lanzar la prueba en los salones recreativos, apareciendo ese mismo año con el nombre de Virtua Racing y con el aspecto de un simulador de carreras de F1 totalmente poligonal y en 3D. El éxito del primer juego creado para la placa Model 1 dio comienzo a la creación, por parte de la compañía japonesa, de una serie de programas cuyos títulos comienzan con la palabra «Virtua», entre los que hay que destacar Virtua Tennis, Virtua Striker, Virtua Fighter y, por supuesto, Virtua Cop.
La trama de Virtua Cop es bastante sencilla: un detective del departamento de Policía de Virtua City, que estaba infiltrado en una organización criminal, ha sido asesinado. La gran cantidad de pruebas reunidas por este agente ha provocado que un equipo especial sea enviado a detener a la organización…, por supuesto, nosotros somos el agente encargado del caso y de limpiar la ciudad de criminales.
Virtua Cop es un videojuego de disparos desarrollado en tres dimensiones y con una vista en primera persona. Una de las características más llamativas de la recreativa original es que en ella empuñamos una pistola de luz con la que debemos eliminar a los criminales que aparecen en la pantalla, intentando, a la vez, no herir a los civiles que se cruzan en nuestro camino. Al inicio de la partida se puede elegir jugar entre tres escenarios totalmente diferentes, cada uno de los cuales corresponde a un nivel de dificultad: principiante, medio y experto, y al final de ellos nos enfrentamos a un jefe final que derrotaremos tras suministrarle una gran cantidad de plomo. Por los niveles avanzamos a través de unos caminos predefinidos y de forma automática —lo que se denomina «sobre raíles»—, por lo que nuestra única preocupación es la de apuntar, recargar el arma y disparar, lo que consigue que el juego nos enganche desde el primer momento. A lo largo de las fases también podemos encontrar mejores armas y con la experiencia suficiente podremos realizar los denominados «disparos de justicia», es decir, desarmar a nuestros enemigos con un certero tiro en su pistola. Uno de los mayores alicientes de Virtua Cop es que permitía jugar a dos personas de forma cooperativa, siendo esta razón, junto con los impresionantes gráficos poligonales, uno de los motivos del éxito cosechado en las salas de juego.
La calidad técnica de la máquina es espectacular, no solo por el tamaño de la pantalla o sus fabulosos sonidos, sino por la simulación de texturas y sus efectos, como, por ejemplo, la posibilidad de disparar a través de cristales. Todo esto, unido a su ritmo de juego trepidante, hace que Virtua Cop sea reconocido como uno de los videojuegos más innovadores de su época, influyendo en sagas como House of the Dead y Time Crysis.