150 videojuegos a los que tienes que jugar al menos una vez en la vida
83. Wipeout
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Wipeout
Fecha de creación: 1995
Desarrollador: Psygnosis
Distribuidor: Psygnosis
Género: Velocidad futurista
Plataforma: PlayStation
PlayStation, la consola gris con que Sony debutó en el mundillo de los videojuegos, apareció por primera vez en Japón en diciembre de 1994, aunque no aterrizó en Europa hasta el 29 septiembre de 1995. Sony tenía las cosas difíciles por aquel entonces, se incorporaba a un sector que durante años había sido dominado prácticamente en su totalidad por dos únicas compañías: Nintendo, que estaba aún desarrollando su nueva videoconsola Nintendo 64, y Sega, que tenía más experiencia que Sony y lanzaba ese mismo año su videoconsola Saturn, convirtiéndose así en el principal competidor de PlayStation y en la favorita para ganar la carrera de los 32 bits.
Ante esta situación, Sony debía de irrumpir en todos los mercados con títulos de gran calidad, por ello, a los lanzamientos como Battle Arena Toshniden en Japón o Destruction Derby en Norteamérica, hubo que sumar la aparición en Europa del primer videojuego no japonés para la nueva consola de Sony: Wipeout, un juego de carreras futuristas cuya trama se sitúa en el año 2052. En él, nos debemos poner a los mandos de una nave aerodeslizadora para competir en carreras de alta velocidad a través de siete circuitos de trazados imposibles y con todo tipo de armas a nuestra disposición: misiles, minas, ondas de choque, escudos…, los cuales iremos adquiriendo a lo largo de los circuitos…, pero antes de comenzar la competición debemos unirnos a uno de los cuatro equipos disponibles, cada uno de los cuales posee una nave con diferentes características, velocidad, aceleración, capacidad de giro, peso, diseño…
Los aspectos técnicos de Wipeout eran de una calidad nunca vista hasta entonces, con gráficos en tres dimensiones a los que se les añadieron texturas, transparencias y efectos de luces y sombras…, aunque, sin lugar a dudas, lo más impresionante era la sensación de velocidad, y es que retar a la gravedad manejando vehículos a más de 300 kilómetros por hora a través de circuitos con túneles, continuos cambios de rasante, saltos, aceleradores de velocidad e increíbles curvas de 180 grados, sin que la consola sufriera la más mínima ralentización, hacía que la adrenalina corriera por nuestras venas sin cesar. El aspecto sonoro del juego acompañaba perfectamente a la increíble sensación de velocidad y desenfreno que desprendía todo el conjunto gracias a temas de estilo techno, algunos de los cuales están interpretados por grupos de la talla de The Chemical Brothers o Leftfield.
El aspecto técnico más destacable en Wipeout, como cabe esperar en un juego de carreras en que competimos con vehículos que alcanzan velocidades increíbles, es la jugabilidad. En este aspecto Wipeout presenta, por un lado, un control de la nave suave y sencillo, pero por otro, y debido a la alta dificultad de los circuitos, encontramos una profundidad en su manejo que requería un largo aprendizaje, ya que el más mínimo impacto contra cualquier elemento supone una considerable disminución de la velocidad. Wipeout fue sin duda alguna una de las bases que afianzó el éxito de PlayStation en Europa y Norteamérica, todo un referente de los videojuegos de velocidad.