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146. Fallout 3

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Fallout 3

Fecha de creación: 2008

Desarrollador: Bethesda Game Studios

Distribuidor: Bethesda Softworks

Género: Rol posnuclear

Plataforma: Xbox 360

Tanto Fallout (1997) como Fallout 2 (1998), ambos videojuegos creados por la compañía Black Isle, fueron títulos de culto entre buen número de jugadores debido a la gran variedad de situaciones diferentes que se podían plantear durante la aventura y la posibilidad de superar el juego sin necesidad de disputar combates.

La esperada tercera entrega de la saga, Fallout 3: Van Buren, comenzó siendo desarrollada por la misma compañía, pero las escasas ventas de los dos capítulos anteriores provocaron el cierre de Black Isle, por lo que la franquicia Fallout pasó a formar parte de Bethesda Game Studios. Este cambio de manos en la saga produjo sentimientos encontrados entre sus seguidores, por un lado contentos de disfrutar de una nueva entrega de la serie, mientras que por otro estaban temerosos del nuevo rumbo que podría tomar el juego. Finalmente, Fallout 3 sería la primera entrega de la franquicia creada en tres dimensiones, un juego ambientado en un mundo posnuclear en el que dispondremos de gran variedad de posibilidades y que, aunque no es posible superarlo sin enfrentarnos a nuestros enemigos, mantiene la esencia de las anteriores entregas.

Fallout 3 se sitúa en 2277, doscientos años después de una guerra nuclear que devastó el mundo. Todo comienza en el Refugio 101, un refugio nuclear donde ha nacido y crecido nuestro protagonista, de donde nunca ha salido hasta que su padre decidió abandonar el refugio y fue declarado proscrito. Aquí es donde realmente comienza la aventura, pues nuestro protagonista deberá buscar a su padre y salir por primera vez al mundo, un lugar devastado y hostil en donde sobrevivir no es una tarea nada fácil: mutantes, peligros radiactivos, escasez de alimentos y agua contaminada nos esperan.

Al contrario de lo que podría parecer a simple vista, Fallout 3 no es un juego de disparos, sino un juego de rol en el más estricto sentido de la palabra. Esto es debido principalmente a su libertad de acción, a la enorme variedad de misiones y posibilidades disponibles, tanto en la creación de nuestro personaje como en su posterior evolución, y a la posibilidad de disfrutar de combates en tiempo real o por turnos. Las relaciones sociales, tan presentes en los dos capítulos anteriores, aún siguen siendo de vital importancia en este juego: podremos averiguar el pasado y los anhelos de la mayoría de los personajes que encontremos en nuestro camino, y en lugar de la fuerza bruta podremos utilizar nuestro poder de convicción para conseguir objetos o beneficiarnos de algunas situaciones. A pesar de todo lo anterior, también tendremos a nuestra disposición un enorme arsenal, tanto de armas de fuego como de armas blancas, que se desgastan con el uso y pueden ser reparadas por nosotros o por alguno de los numerosos personajes que aparecen en la aventura.

Todo esto es solo una pequeña parte de las posibilidades jugables de Fallout 3, un juego profundo en el que los sentimientos juegan un papel fundamental y que toma prestado lo mejor de los juegos de rol clásicos para crear un videojuego brillante y lleno de posibilidades.

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