150 videojuegos a los que tienes que jugar al menos una vez en la vida

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111. The Sims

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The Sims

Fecha de creación: 2000

Desarrollador: Maxis

Distribuidor: Electronic Arts

Género: Simulador de la vida real

Plataforma: PC

Tras el éxito cosechado por Sim City, Will Wright, su creador, continuó ampliando su particular forma de entender los videojuegos con títulos como SimEarth, en el que asumíamos el control completo sobre la Tierra utilizando la hipótesis de Gaia de James Lovelock, o SimAnt, en el que tomábamos el papel de una hormiga dentro de una colonia. Pero no fue hasta que Electronic Arts adquirió la compañía Maxis cuando Wright pudo comenzar a desarrollar un videojuego en el que pudiéramos crear una familia virtual y asumir su control, guiar sus destinos y ayudarles a calmar sus necesidades.

Así fue como apareció ante el mundo The Sims, título que, como suele ser habitual en Will Wright, carece de un objetivo predeterminado, siendo el propio jugador quien debe definirlo: conseguir que tu personaje triunfe en su trabajo, tener la casa más grande del vecindario o hacer que tu sim conozca el sentido de la palabra amor… The Sims es un simulador de la vida real y, como tal, tú escribes su guión.

El juego transcurre en un vecindario virtual dentro del cual podremos elegir una de las casas ya existentes para controlar a sus habitantes o bien podremos crear nuestra propia casa y nuestros propios sims. En ambos casos deberemos cuidar a nuestros personajes haciendo que se sientan felices y asegurándonos de que todas sus necesidades se encuentren cubiertas. Estas se muestran mediante barras que van disminuyendo progresivamente y que deberemos vigilar para evitar que nuestro sim se ponga de mal humor, no nos haga caso o incluso pueda llegar a morir. Para que las necesidades se encuentren siempre en un nivel óptimo nuestro sim deberá realizar determinadas acciones, como ver la televisión sentado en un estupendo sillón, consiguiendo de esta forma que su nivel de comodidad y ocio aumente en mayor o menor grado dependiendo del objeto utilizado: no es lo mismo ver una televisión en blanco y negro que una a todo color.

Y es aquí donde hace aparición el mayor invento que ha conocido la humanidad y sin el cual The Sims no podría ser un perfecto simulador de la vida real: el dinero. Para que nuestros sims dispongan de las últimas tecnologías y los mejores aparatos y mobiliario deberán primero obtener un trabajo que les reporte los suficientes ingresos. Podremos conseguir empleo a través del periódico o de Internet y podremos hacer que nuestro personaje evolucione profesionalmente entre más de diez carreras diferentes que se dividen, a su vez, en diferentes niveles. A partir de aquí nuestro personaje podrá hacer prácticamente de todo, organizar fiestas, tener amantes, casarse, tener hijos, mudarse de casa o incluso morir a causa de un inesperado incendio.

El juego se desarrolla bajo una perspectiva isométrica con la posibilidad de girar la cámara 360 grados, lo que permite un control total del juego. Los personajes son muy expresivos y graciosos, pudiendo elegir la ropa de nuestro personaje y la decoración de la casa entre una enorme variedad de opciones…, sin olvidar las curiosas conversaciones que mantienen los sims y que se desarrollan en un idioma, creado expresamente para el juego, llamado simlish.

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